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Elo Vega, Sebastián Escámez, Violeta Niebla y Alessandra García. En la pantalla, Chema Cobo y Beatriz Ros. Salvador Salas
Así es la Málaga que imaginan los artistas

Así es la Málaga que imaginan los artistas

Ideas ·

Un lugar donde el habitante «se tropiece» con la cultura, que tenga una auténtica comunidad artística y donde no se expulse al vecino. Seis artistas dibujan en el Thyssen una ciudad más vivible

Domingo, 15 de mayo 2022, 00:10

Son capaces de plasmar en acciones lo que para otros son solo ideas. Aquello que les «escuece» toma forma de pintura, dibujo, performance, fotografía o poesía. Y Málaga les duele. «Se me está desdibujando la idea romántica que tenía de muy joven de aguantar y resistir aquí mientras se iban todos mis amigos. Ahora siento que me agarro a un clavo ardiendo», confiesa Violeta Niebla. Por eso, frente al modelo de «ciudad escaparate» que hoy se impone, ellos imaginan una Málaga donde el arte no se exporte sino se cree, donde te «tropieces» con la cultura en la calle, donde cualquier persona pueda «ser digna de un alquiler» y donde no haya que pegarse «porrazos» para ir de un lugar a otro. Porque «¿qué pasará cuando una ciudad diseñada para los turistas se quede sin turistas porque ha perdido la gracia, porque ya no hay vida y los turistas se ven a sí mismos todo el rato?», se pregunta Beatriz Ros.

El ciclo 'Málaga. Equilibrios', que organizan el Museo Carmen Thyssen y la Fundación General de la Universidad de Málaga, da la palabra a seis creadores malagueños para repensar la ciudad cuando el debate está más que nunca sobre la mesa. Superadas todas las restricciones de la pandemia, la Málaga de Picasso y los museos franquicia vuelve a ser foco de atracción para el turismo de masas mientras sigue sin resolverse el futuro de la Casa Invisible, el contrapunto a la cultura institucional. En este contexto, Elo Vega, Beatriz Ros, Pepo Pérez, Chema Cobo y Dos Bengalas (Violeta Niebla y Alessandra García) lanzan sus propuestas en forma de creaciones y conversaciones donde no siempre hay soluciones pero sí preguntas y reflexiones.

Nos reunimos con ellos en el Auditorio del Thyssen, donde se desarrolla desde el 29 de abril (Elo Vega lo inauguró) hasta el 21 de octubre este foro de reflexión y debate crítico. Unos asisten de forma presencial, otros de manera virtual, el signo de los tiempos. Y juntos empiezan a dibujar una ciudad más vivible, menos ordenada pero más libre para el ciudadano, más lúdica y con más cultura hecha desde las bases. El arte no tiene ataduras, se sale de lo 'oficial'. «Ellos traen la parte salvaje, indómita», aporta el profesor de la Universidad de Málaga, Sebastián Escámez, el impulsor del ciclo.

«No se está generando comunidad de artistas: todo lo que hay en Málaga lo traen, lo importan»

Elo vega

Artista visual

«Málaga es la ciudad de los museos. ¿Dónde estamos los que llenamos los museos con nuestra actividad?», lanza Elo Vega, artista visual y doctora en Investigación en Artes y Humanidades. Para ella, de nada sirve la marca «si no se está generando comunidad de artistas: todo lo que hay lo traen, lo importan». Este será uno de los «experimentos fallidos» que aborde en su presentación –siempre con humor– el dibujante de cómic Pepo Pérez: «Si apuestas por una ciudad del arte y de los museos, aquí hay artistas y una Facultad de Bellas Artes muy potente. Están saliendo chicas y chicos profesionales, que viven de esto y tienen que mudarse». Lo que no quita que, en su opinión, el modelo cultural resulte exitoso «en parte»: «Málaga no es una ciudad monumental, ¿qué podemos ofrecer de la nada? Museos».

«Me he sentido echada de la ciudad, ahora mismo Málaga es difícilmente habitable salvo que tengas una propiedad»

Beatriz Ros

Artista visual y poeta

«Pero todo está planteado como escaparate hacia fuera», hacia el turismo, lamenta Elo Vega. «Como un escenario para visitantes», apostilla Beatriz Ros, artista visual y poeta. Y eso hace, entre otras cosas, que las terrazas invadan las calles (como se queja Pepo Pérez) y que los alquileres suban exponencialmente. «Me he sentido echada de la ciudad, ahora mismo Málaga es difícilmente habitable salvo que tengas tu propiedad», admite Ros desde Casarabonela, donde se ha instalado. Un «desasosiego inmobiliario» que centra su propuesta 'Filtros de búsqueda'. «Cada vez tengo menos sitios que no estén turistificados para enseñar a los amigos que vienen y presumir de ciudad», admite la fotógrafa y poeta Violeta Niebla.

«Pensar en otros mundos posibles es nuestra tarea como artistas»

Pepo Pérez

Dibujante

Ese, le recuerda el artista Chema Cobo, es «el destino de la mayoría de las ciudades mientras el sistema económico y global siga como va». El turismo es para él un elemento que rompe la cotidianidad de la gente: «Teniendo en cuenta que lo que hace el ciudadano en la ciudad es simplemente ser un habitante funcional, que sale de un sitio y va a otro pendiente de su reloj porque tiene que hacer funciones, la cosa deambulatoria y aleatoria del turismo rompe un poco esa idea de ciudad máquina». Y le reconoce un valor: «La mayoría de casoplones, palacios y palacetes del centro de Sevilla se han conservado paradójicamente porque ha habido turismo y se han transformado correctamente en hotelitos y cosas similares». «Pero ahí no viven los habitantes de la ciudad», le espeta Elo Vega.

«Cuando vas por una ciudad que es víctima de la norma, que dice la acera por la que debes andar, vamos mal»

Chema cobo

Artista

Hecha la crítica, las ideas de futuro empiezan a fluir. «Pienso en una ciudad que se tropiece con la cultura, que le ponga al ciudadano la cultura en la cara, que le interrumpa pidiendo el chopped», imagina Alessandra García, creadora y actriz que aspira este año a tres premios Max. Su «compromiso» como artista que habita y usa la ciudad como herramienta escénica «es recordar a la gente de la calle y de los barrios que la cultura está también ahí, en ese bar, en ese supermercado, en la plaza, en el río o en la discoteca». Siempre con un componente lúdico y «disfrutón», apostilla Niebla, la otra parte de Dos Bengalas. Por eso Alessandra García elige transformarse en perra en una performance en el mercado de Atarazanas en lugar de hacerlo en una pinacoteca. Por eso, añade, la Casa Invisible «no puede estar en la Caja Blanca, sino en el centro donde se pueda tropezar el turista con ella». Porque un museo, dice, no le pertenece: «Pero la calle sí».

«Pienso en una ciudad que le ponga al ciudadano la cultura en la cara, que le interrumpa pidiendo el chopped»

Alessandra garcia

Actriz y creadora

Chema Cobo aplaude esa filosofía y añade: «Lo que hay que hacer es que el ciudadano se sienta libre para hacer ciudad». Él reivindica espacios de rupturas en urbes que son «víctimas de la norma» e incluso marcan «la acera por la que debes andar». Le preocupa especialmente la deriva hacia las «ciudades inteligentes», cubiertas de cámaras que controlan cada movimiento. «En el momento en el que sean los algoritmos los que decidan lo que la ciudad tiene que hacer o no, vendiéndote que tú dispones con un botón el crear tu propia ciudad, estamos cayendo en una de las mayores falacias de la historia de la Humanidad».

«Se me está desdibujando la idea romántica que tenía de muy joven de aguantar aquí y resistir»

Violeta Niebla

Poeta y fotógrafa

Elo Vega aspira a una ciudad menos «masculinizada» y más democrática: «Esto no es un lienzo en blanco, todo lo que se haga debería ser decidido entre todos los habitantes». Y puso como ejemplo el trabajo de la Casa Invisible, de la Casa Amarilla y otros pequeños colectivos donde «no es la institución la que piensa 'esto gusta y esto es lo que vamos a traer'».

«Esperamos de los artistas que nos ofrezcan respuestas pero lo que ellos nos hacen son preguntas»

Sebastián Escámez

Profesor de la UMA

La ciudad que sueña Beatriz Ros no le pone las cosas «tan fáciles, a la desesperada» a la industria turística y favorece otras Málaga posibles. «Hay que diversificar el tipo de ocupación de la ciudad». Y, además, apoya a los barrios para que sean lugares más agradables para habitar. Pero en una ciudad diseñada para el que viene y no para el que está, ella siente que su campo de acción «es muy limitado».

Para Pepo Pérez, que se recorre la ciudad sobre dos ruedas, hay algo imprescindible para mejorar la calidad de Málaga: «Un carril bici digno, largo y menos interrumpido». Pero, además, su apuesta es por una ciudad que fomente el arte local, la producción contemporánea, «como un laboratorio de artistas» con más becas para creadores. «Este modelo no debe limitarse al museo, a meter el arte que ya es, sino a facilitar la generación del arte que será», sentencia.

Ellos no tienen la fórmula perfecta. «Los artistas no trabajan con el fin de darte un mensaje, sino porque lo necesitan», aclara Ros. Pero «pensar en otros mundos posibles» es parte de su tarea, dice Pérez. Porque el arte, como defiende Sebastián Escámez, «habla en primera persona de lo que te escuece y de lo que te entusiasma, te habla de la vida».

Las próximas citas

  • Beatriz Ros 20 de mayo. 'Filtros de búsqueda'.

  • Pepo Pérez 17 de junio. 'Málaga experimental. ¿Y si todo fuera un chiste?'.

  • Chema Cobo 30 de septiembre. 'A la deriva y con el mapa como sombrilla'.

  • Dos Bengalas (Violeta Niebla y Alessandra García) 21 de octubre. 'A veces pienso que la calle es mía y de nadie más'.

  • Más información Los encuentros se celebrarán a las 19:30 horas, en el Auditorio del museo, con asistencia gratuita previa inscripción en la web.

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