Málaga baila por última vez al compás de Los Chichos

Y los reyes de la rumba salieron por todo lo alto. El público tenía reservado sus pasos mejores bailes para lanzarlos al ritmo de Los Chichos, a su compás, para acompañarlos en una noche que no se volverá a repetir. El grupo se despide de los escenarios con su gira 'Hasta aquí hemos llegado' después de 50 años en el mundo de la música. Marenostrum Fuengirola vibró a pesar del pequeño lapsus de los cantantes: «Buenas noches Benalmádena... Torremolinos y toda la Costa del Sol». Unas palabras que causaron el revuelto de los asistentes para acabar en unas carcajadas con las que todo se arregló.

Durante las dos horas de concierto, hubo tiempo para todo: emociones, bailes, cantes, palmas y, sobre todo, mucho arte. Los Chichos bailaron con Málaga, cantaron sus estribillos con la voz de Fuengirola de fondo y sus más de diez músicos hicieron que la velada se convirtiera en una auténtica experiencia en la que demostraron sus 50 años sobre los escenarios.

Los componentes del grupo, con sus sillas para descansar y sus mesas con agua para refrescarse, dieron protagonismo a los coristas en sus descansos durante los temas. El aire tampoco se lo puso fácil. «Donde vamos llevamos la lluvia, pero hoy hemos traído el aire, que se te mete por dentro y no te deja cantar», decían mientras las ráfagas de viento soplaban en Fuengirola.

Los Chichos, durante sus 50 años de carrera, han congregado a público de todas las generaciones: desde los 14 años hasta pasados los 80, todos cantaron sus éxitos. "Ser 'chichero' no es una afición, es un sentimiento", decían los cantantes a sus fans, que demostraron que tienen el mismo arte que sus ídolos con sus bailes, palmas y cantes.

Los músicos también tuvieron un recuerdo para Jero, antiguo compañero del grupo que falleció y siempre será recordado como 'el del medio de Los Chichos'. «El maestro Jero sigue vigente con nosotros. Su legado sigue aquí», dijeron antes de lanzarse a cantar uno de los temas que compuso: 'Ni tú ni yo'.

La cultura flamenca tampoco faltó a la última cita de Los Chichos con el público malagueño. No solo en el escenario, también entre el público se dejó ver. Aunque Los Chichos no se olvidaron de los payos. «Payos y gitanos todos somos hermanos», un mensaje que lanzaban los músicos ante de reivindicar las tradiciones de este pueblo.

A la salida del concierto, el público seguía cantando los éxitos del grupo, que hizo una selección entre sus más de 300 canciones para disfrutar de este último concierto en Fuengirola. "Esto había que vivirlo, Juan, esto había que vivirlo", repetía un padre a su hijo adolescente mientras abandonaban las instalaciones de Marenostrum.

El concierto no fue lo único con lo que gozaron los asistentes. Antes, disfrutaron del 'opening' titulado 'Aquellos maravillosos años' by Romey, en el que, a través de música electrónica, hizo un repaso por los grandes éxitos de ese periodo y celebró a nostalgia propia de la época. Desde Junco hasta Manzanita pasando por Rosario Flores, Las Grecas y Camela se congregaron para que el público calentaran motores. Los bailes comenzaron en esta parte del show, que dejó el listón bastante alto. Sin embargo, Los Chichos llegaron hasta aquí para ofrecer su último baile. Un último baile que Fuengirola no olvidará.