Málaga, en ARCO: de la decepción de las galerías a la fuerza de los artistas

Rogelio López-Cuenca, Julio Anaya y Paloma de la Cruz exponen en el mayor escaparate de arte del país, un año más sin empresas locales: «Nos cierran las puertas»

Jueves, 6 de marzo 2025, 00:23

Hace tiempo que la presencia de Málaga en ARCO se traduce en nombres propios de artistas. Y este 2025 tampoco es una excepción. Ninguna galería ... malagueña participa en la mayor feria de arte contemporáneo del país, que ayer miércoles abrió sus puertas en Ifema, pero sí está el talento local. En la nómina hay creadores de larga trayectoria, como Rogelio López-Cuenca, Nono Bandera, Carlos Aires, Alfonso Albacete y Cristóbal Ortega; jóvenes con una gran proyección como Julio Anaya, Paloma de la Cruz, Leonor Serrano Rivas y Federico Miró, y también nuevas incorporaciones como Timsam Harding. Junto a ellos, dos instituciones malagueñas defienden su hueco en Madrid: regresan con expositor propio Genalguacil Pueblo Museo y la Universidad de Málaga junto a Fundación ONCE.

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«Nos cierran las puertas de ARCO y esto es muy perjudicial», dice una fuente de una galería local. Hace ya más de una década que no hay representación privada de Málaga en el mayor escaparate comercial del arte actual en el país. Solo dos firmas andaluzas, ambas de Sevilla, han pasado el filtro de esta edición: Alarcón Criado y Rafael Ortiz. Hay galeristas malagueños que, tras varias negativas seguidas, desisten ya de aplicar; otros lo siguen intentando pero vuelven a quedarse fuera de la selección en Madrid, pese a que sí son tenidas en cuenta en ferias de referencia de otros países. «Es difícil de entender», dicen.

Señalan que los criterios son muy subjetivos, que no siempre responden a la realidad del mercado del arte y del sector. Ninguno quiere señalarse, pero en privado admiten que el esfuerzo de presentar su solicitud resulta «inútil» y se traduce en una «humillación» al no sentir valorado el trabajo que desarrollan. Así que optan por no concurrir. No obvian, eso sí, el freno que supone, como empresa y para sus artistas representados, el no asistir. Como dijo el galerista madrileño Moisés Pérez de Albéniz en una entrevista a 'Abc': «Estar o no en ARCO para una galería es como 'ser o no ser'». Falta apoyo público, «hacer 'lobby'», apostillan, para lograr romper esas barreras.

La obra de Julio Anaya, fotografiada en su estudio, antes de viajar a Madrid. @julio_acab

No hay galerías, pero el talento local sigue al alza en el mercado del arte. Julio Anaya (Málaga, 1987) regresa a ARCO de la mano de ADN con dos piezas con su sello de identidad, con sus cartones deteriorados transformados en obras de arte. Anaya reproduce a Eugène Delacroix en 'La libertad guiando al pueblo', una pieza de gran formato (128x164 centímetros) en la que el artista respeta los rotos del cartón y sus desperfectos. Además, hace un guiño a Goya con uno de sus aguafuertes, 'El sueño de la razón genera monstruos', que Anaya enmarca con la técnica del trampantojo, en la que es un maestro.

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Por partida doble, con ADN y Sabrina Amrani, está Carlos Aires (Málaga, 1974) con propuestas de calado que no dejan indiferente. En ADN llama la atención sobre el poder económico con dos piezas que usan como base billetes del mundo. En 'Like a virgin. Love songs for times of crisis', el artista camufla la letra de la famosa canción de Madonna en imágenes extraídas y ampliadas de esos billetes. En 'I only have eyes for you V', reúne sobre platos de porcelana ojos que provienen de retratos de la moneda de papel, haciendo del dinero 'el ojo que todo lo ve'. En Sabrina Amrani, participa con 'Mirror', una composición a gran escala con recortes de imágenes reconocibles -guerra, pornografía, mapas, cuentos de hadas- en siluetas monocromáticas. Y el artista escribe con su propia la partitura de 'The End', convirtiendo la letra de la canción en un acto de creación y en una confrontación con los límites del cuerpo.

Piezas de Carlos Aires en el expositor de Sabrina Amrani.

Dos malagueños coinciden en T20: Paloma de la Cruz (Málaga, 1991), que regresa a ARCO, y Timsam Harding (Málaga, 1992), que debuta. La cerámica tejida de De la Cruz estará un año más representada en Madrid por 'De aquella masa corporal', una obra de suelo de un metro de largo y otro de ancho donde la artista ensambla decenas de piezas esmaltadas con las que parece coser el barro. Timsam Harding, por su parte, se estrena en la feria con '25Hz', una reflexión en torno a la interacción entre el sonido, la naturaleza y la materialidad del entorno. Harding traslada las vibraciones de la autovía -registradas por una grabadora sísmica- a una escultura que replica en metal las adelfas que rodean a esa carretera. Una pieza que ya ha sido adquirida por la Consejería de Cultura para la colección del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). De la misma generación es Federico Miró (Málaga, 1991), que estará representado en F2.

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Arriba, instalación de Timsam Harding. Abajo, obra de Rogelio López-Cuenca y detalle de Paloma de la Cruz.

Leonor Serrano Rivas (Málaga, 1986) llega a ARCO en un momento de máxima proyección con obras que recogen lo mejor de sus dos facetas, el arte y la arquitectura: creatividad y precisión. Tendrá cuatro piezas de gran formato en el stand de Carlier Gebauer al mismo tiempo que expone una individual en la sede de la galería en Madrid ('Para un ser sumergido'). Todo, a las puertas de sus primeras muestras individuales en Francia y en Alemania en las próximas semanas.

Rogelio López-Cuenca (Nerja, 1959) se mantiene fiel a su espíritu crítico con 'Work of art', la pieza que presenta en el expositor de la galería Moisés Pérez de Albéniz (MPA). 'Work of art. In the age of copyright restrictions' (Obra de arte. En la era de las restricciones de los derechos de autor) se lee en la pieza. Y la creación en este tiempo es la nada: una tela sin imagen. También está en el espacio de Angels Barcelona con 'Tètes de bois'.

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Dos 'sudoraciones' de Cristóbal Ortega.

Hasta diez cuadros cuelga Cristóbal Ortega (Alhaurín de la Torre, 1970) en Miguel Marcos, algunos de ellos de metro y medio de alto y ancho. Diez 'sudoraciones', como él bautiza a su técnica, donde acomete los lienzos desde el envés de la tela, dejando aflorar el rastro de la pintura en abstracciones cargadas de fuerza. Además, Nono Bandera (Málaga, 1958) tiene su lugar en Espacio Mínimo, mientras que a Alfonso Albacete (Antequera, 1950) le encuentran en Fernández-Braso.

Genalguacil vuelve a la feria de Ifema y Verónica Ruth Frías se subasta en JustMad

Es uno de los municipios menos poblados de la provincia y, sin embargo, el más visible estos días en Madrid. Genalguacil vuelve a estar presente en ARCO, por quinto año consecutivo, defendiendo su estrategia de combatir con arte el vacío del mundo rural. En 24 metros cuadrados, Genalguacil Pueblo Museo muestra las piezas creadas por Hodei Herreros ('De cara a la pared') y Timsam Harding ('Sin silencio') en los Encuentros de Arte del pasado verano, y expone una representación del proyecto europeo desarrollado por los alumnos Elisa Shober, Hannah Parth y Raúl Itamar Lima de la Real Academia de Bellas Artes de Viena durante su residencia en el pueblo del Valle del Genal.

Pero hay arte más allá de ARCO. Alrededor de la feria proliferan encuentros paralelos y alternativos donde suceden propuestas tan singulares como la que proponen la artista y performer Verónica Ruth Frías y el bailarín y artista visual Niche Ramírez. En la feria JustMad, ambos creadores, que forman parte del movimiento cultural de Villanueva del Rosario, se venderán al mejor postor. En un mundo donde el arte se convierte en mercancía, 'La Subasta' lleva esta lógica al extremo: se subastan artistas, no obras. Sobre peanas, cada uno resaltará su trayectoria, su cuerpo y su fuerza de trabajo, mientras el público puja. No es simbólico. Quien haga la mayor oferta comprará media hora de tiempo con el artista elegido.

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