La DJ belga Amelie Lens, este viernes en el escenario de Sophie. SUR

La maestría de Amelie Lens consagra a Sophie como referencia del techno

La lluvia perdona en una noche que deleita a los fans de la electrónica y permite apreciar los atributos del nuevo recinto, acuñado como Ogus Park

Sábado, 2 de noviembre 2024, 13:57

Los espacios se achican, cada vez es más difícil encontrar algo nuevo y escapar de la realidad, aunque sea por un momento, no se consigue tan fácil. Cuando un evento logra provocar estas sensaciones en sus asistentes, no cabe duda de que entra a formar ... parte de ese mosaico de recuerdos que maneja cada uno. Sophie, este viernes, en su primera entrega de la doble jornada del especial de Halloween, lo consiguió.

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En una previa complicada, con la meteorología amenazando como una daga, la lluvia decidió perdonar y permitió que el Ogus Park desplegara todos sus atributos como recinto para acoger eventos de música electrónica de primera magnitud. Con una pantalla gigante en cliché de atlante, Amelie Lens se puso al frente de los platos a las diez de la noche. Era el nombre más esperado de un 'line up' en el que estaban, entre otros, Sam Paganini, Voigtmann y Farrago. Fue una noche coral, sin grandes bajones, pero la DJ belga impuso su ley. Por algo es una de las más cotizadas a nivel mundial y poder verla en Málaga es un privilegio que debe ponerse en su justo contexto.

Fue una demostración de cómo utilizar los ingredientes de siempre para hacer algo único. Desde una sentida eternidad, el techno funciona con la misma percusión. Y todo el mundo baila al son del balanceo de rodillas, cabeceo repetitivo y levantamiento de manos al aire. Casi tres décadas han pasado, el 'smartphone' ha aparecido, han pasado diferentes presidentes y enfermedades se ha curado. En esta vorágine resultó tranquilizador ver a Amelie Lens demostrar que en el techno, realmente, no han cambiado muchas cosas.

Sus dos horas fueron el despliegue de una artillería sonora masiva. Una demostración de oficio tan veloz como contundente, en la que el que suscribe apenas contó dos canciones que se le fueron por segundos a la belga. Prueba, por otro lado, de que el público no estaba recibiendo mercancía enlatada, ese mal que se extiende por desgracia y tanto amenaza con hacer sucumbir a esta bonita cultura.

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Desde la salida, Amelie Lens dio rienda suelta a un bombo implacable, intercalando subidones más melódicos con variantes más duras. Con una puesta en escena siempre muy activa, algo característico en ella, la conquista del auditorio fue instantánea.

A pesar de la velocidad, no hubo ni un minuto de respiro, Amelie Lens supo llevar un 'set' con detalles que ayudan a alejar su propuesta de la vulgaridad de polígono. Mezcló temas propios con algunos clásicos. El 'Phat Bass' de los Warp Brohters o el 'The Feeling' de Bassuna pusieron del revés a la pista. La recta final fue como una carretera asfaltada hacia el olimpo del techno. Amelie Lens cerró con su nuevo 'Falling for you', que fue todo un broche de oro a dos horas que ya forman parte de los anales de la música electrónica en Málaga.

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Una imagen que muestra la pantalla gigante que preside el Ogus Park, el nuevo recinto que ha levantado Sophie para sus eventos. SUR

No es un afán de endulzar las cosas, pero que lo de Amelie Lens funcionara tan bien y dejé ese agradable regusto también tiene algo que ver con el buen funcionamiento del Ogus Park, ese recinto levantado a propósito para el Sophie. El estreno con Solomun, el pasado mes de septiembre, quedó algo deslucido por la lluvia. Este viernes, sin agua, se pudo apreciar el impresionante acompañamiento visual que supone la pantalla gigante. Si a eso le suma un despliegue de sonido a la altura, la velada rozó la perfección.

Cerró la noche Farrago, que recogió el guante de una jornada en la que ya habían actuado, entre otros, artistas como Voigtman o Sam Paganini. Remató con una buena dosis de techno duro y compases de 'Schranz'. Eran las dos de la madrugada y camino para casa con pitidos en los oídos.

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Uno de los grandes dolores de cabeza del Sophie en eventos anteriores eran los larguísimos tiempos de espera para pedir en las barras. Un problema que este viernes quedó resuelto y contribuyó a que esta propuesta de música electrónica que ofrece la promotora, en su conjunto, cobre cada vez más sentido.

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