Un Lupin a medio gas

Una pereza, en fin, que nos lleva a buscar en algunos estrenos plataformiles, que tampoco se cuentan por cientos y que, ah, cuando son protagonizados por David y Victoria Beckham dan pereza doble. Yo, para parejitas graciosas, me quedo con la de 'Poquita fe', en Movistar Plus+, y para crímenes y misterios prefiero los de 'Lupin', esa serie francesa que nos regaló dos primeras temporadas de dulce y que este fin de semana ha vuelto con una tercera que ni fu ni fa. Es verdad que Omar Sy, el actor y cómico galo que da vida a esta especie de Mortadelo contemporáneo que revive las aventuras literarias de Arsenio Lupin sigue conservando la gracia y desparpajo de las primeras entregas, vale. Es encantador ese personaje como remedo caco y casi humorístico del policiaco 'Luther' de Idris Elba. Pero en estos últimos capítulos faltan acciones con chicha y sobran retornos a su pasado que dejan un poco fríos y hacen perder tensión y atractivo al argumento. Pese a todo, ayer domingo, según la portada de Netflix, la serie ya se había colocado entre lo más visto en España. Imagino que gracias a esa audiencia nacional hartita de tanta larga charleta interminable.