Luis Lafuente, en el centro, junto a la concejala de Cultura, artistas y colaboradores.

Luis Lafuente se estrena como nuevo director de los museos municipales: «Es un reto»

El responsable de la agencia inaugura en su primer acto oficial una exposición sobre nuevas ruralidades en los espacios alternativos del Pompidou

Viernes, 11 de octubre 2024, 16:17

Ha seguido la evolución de Málaga desde la distancia, desde sus diferentes responsabilidades en el sector cultural en Madrid. «Y es una de las ciudades ... que más ha cambiado radicalmente en quince años». Pero también la ha conocido de cerca. Hijo y nieto de malagueños, aunque nacido en la capital, visitaba con frecuencia la casa familiar. «Y estoy encantado de volver». Luis Lafuente asume la dirección de la agencia que gestiona los museos municipales (Pompidou, Ruso, Casa Natal de Picasso y el futuro MuCAC) como «un nuevo reto» en una trayectoria profesional que le ha llevado a distintos cargos vinculados con la cultura y el patrimonio histórico en el Gobierno, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid.

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Preguntado por este periódico en su primer acto público, la inauguración del proyecto 'Hors Pistes' en el Pompidou, Lafuente explicó que estos primeros momentos en Málaga son para estudiar las circunstancias «de todo tipo» de la agencia, «presupuestarias, personales y estructurales con el nuevo objetivo de integrar al nuevo MuCAC; y ver la organización de cara al futuro y su proyección nacional e internacional». Lo más inmediato, no obstante, es una cuestión de pura gestión: preparar el presupuesto de 2025 y ejecutar y tramitar el de 2024. «En esas estamos, junto con el trabajo a medio y largo plazo de organizar la agencia», detalló.

Obra de Juan del Junco.

Ya en rueda de prensa, Lafuente agradeció a su antecesor, José María Luna, «todo el tiempo que ha dedicado a la agencia». También la concejala de Cultura, Mariana Pineda, tuvo palabras de agradecimiento a Luna por su labor en estos «años de esplendor» de la cultura en Málaga, donde él «ha tenido mucho peso y ha dejado mucho poso». Esta nueva exposición en el Pompidou, que cuenta con la colaboración de Fundación la Caixa y Caixabank, es fruto de ese trabajo.

'Hors Pistes', que cada edición convoca a artistas franceses y españoles en torno a un tema de actualidad, vuelve a ocupar hasta el 13 de enero los espacios alternativos del museo con la obra en vídeo y fotografía de nueve creadores. Las 'Nuevas ruralidades' son esta vez el motivo de reflexión y consiguen que el campo se escuche en el Pompidou. En el pasillo de acceso, un vídeo de Juan del Junco registra el lenguaje de los cabreros y los pastores, reproduciendo el sonido que diferentes hombres hacen para llamar a su rebaño. A su lado, se expone una galería de 30 retratos de cabras que tomó casi por casualidad, cuando se topó con ellas mientras buscaba un águila para otro trabajo. «Y entonces aparecieron todas esas cabras guiadas por un señor que jamás pisará este museo, pero que sabía habitar los territorios», señaló el gaditano, profesor de la Facultad de Bellas Artes de la UMA.

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Del Junco aprovechó para hacer un llamamiento y pedir «respeto» por el entorno natural. «Porque si sólo atendemos al turismo y no respetamos los recursos naturales, si no respetamos al lentisco, a la libélula, a la cabra, a la tortuga, vamos mal», resumió.

Piezas de Asunción Molinos.

Las voces de los cabreros y los pastores se mezclan con los cencerros de las casi 300 ovejas con las que el músico Nilo Gallego organizó en 1999 un singular concierto, a modo de performance, en la localidad leonesa de Bercianos del Real Camino. 'Nuevas ruralidades' muestra los paisajes y las gentes del campo «evitando la superioridad urbana» con la que con frecuencia se mira lo rural, indicó Géraldine Gomez, comisaria de la muestra junto a José María Luna y Elena Robles. Ahí está el trabajo con dron de Sara Boldú, «un homenaje lírico al campo y al campesinado» a vista de pájaro. Hermoso y emotivo es el viaje que emprende Karina Aguilera para recrear los 600 kilómetros que su bisabuela hizo a pie, en burro y canoa desde la sierra de Ecuador hasta Guayaquil para buscar un futuro mejor como empleada doméstica. Un camino que poco después cubriría un ferrocarril, en cuya construcción se jugaron la vida muchos obreros. En su memoria, Aguilera crea unos collages donde fotos históricas de la obra se incrustan en imágenes actuales del lugar.

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En esa puesta en valor de lo rural, Asunción Molinos diseña el currículum de dos trabajadores del campo con el lenguaje profesional y los criterios de competencias y habilidades que se exigen en la vida urbana. Por ejemplo, Aurora Cisneros, campesina: «Profesional agrícola polivalente, con un larga trayectoria llevando el liderazgo local que promueve la investigación, la experimentación y la excelencia. Aurora actúa como catalizadora para el intercambio de conocimientos y saberes centenarios, cruciales en la regeneración de la sociedad agraria». Simon Geneste y Andrea Gaidano, por su parte, recuperan el uso social de los lavaderos que proliferaron en la Dordoña a finales del XIX con un festival donde la palabra y las conversaciones vuelven a esos espacios que forman parte del patrimonio rural.

A su lado, dos cineastas franceses ponen el foco en las cosechas con imágenes de aficionados. Jean Marc Chapoulie recopila imágenes sobre la cosecha del heno; mientras que Laurent Roth revive en un cortometraje los recuerdos de un hombre que redescubre con una película familiar sus primeros trabajos en el campo cuando era un crío.

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