El consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez, durante su coloquio en Málaga. Salvador Salas
Enríquez: «Tenemos que recuperar la relación con nuestros lectores para que sean ellos los que nos permitan ser independientes»
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El consejero delegado de Vocento analiza en Málaga el presente y el futuro de los medios de comunicación en un entorno marcado por la transformación digital
Hemos visto en directo lo impensable. Aviones cortando dos rascacielos como tacos de mantequilla, un magnate histriónico al frente del mayor ejército del mundo, un país quemando los puentes con Europa y un tipo disfrazado de búfalo entrando al asalto en el corazón de la democracia parlamentaria. Y en medio de la incertidumbre, de la pura perplejidad, la gente ha vuelto su mirada y su atención, a los lugares que le merecen confianza. Ese lugar lo siguen ocupando las marcas informativas que han labrado su solvencia durante décadas. Y esa labor tiene un valor, pero también un precio. Por eso, el consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez, ponía este martes el foco en una dirección clara: la audiencia. «Tenemos que recuperar la relación con nuestros lectores para que sean ellos los que nos permitan ser independientes respecto de los demás poderes fácticos», sostenía.
Enríquez protagonizaba en Málaga una nueva edición del ciclo 'Encuentros de ABC'. Celebrada en el salón de actos de la Fundación Unicaja, la cita servía para tomar el pulso del presente y del futuro del sistema de medios de comunicación en un entorno marcado por la transformación digital.
Los efectos diversos de la pandemia, la reivindicación de los sistemas de pago para el acceso a la información 'on line', los retos materiales y logísticos a los que se enfrenta la impresión y distribución de medios impresos, los peligros de la polarización opinativa o la batalla frente a los grandes agregadores de contenidos digitales para que retribuyan de manera justa las informaciones elaboradas desde las redacciones fueron algunas de las cuestiones sobre las que reflexionó Enríquez.
Y en medio de semejante marejada, el consejero delegado de Vocento mantuvo firme la proa de su discurso con el rumbo puesto en la independencia. El directivo del grupo de comunicación multimedia al que pertenece SUR incidió en varias ocasiones en el mismo mensaje: la independencia editorial requiere de la independencia económica y esta a su vez debe emanar de la relación con los lectores para no tener las manos y las cuentas atadas por anunciantes o poderes fácticos.
Fernando del Valle, Sergio Corral, Francisco de la Torre, Luis Enríquez, Francisco Salado y Álvaro Rodríguez Guitart.
Salvador Salas
«Los medios independientes tienen que ser rentables por sí mismos, porque de lo contrario estarán en manos de alguien», compartía Enríquez durante su conversación con el director de la edición de Andalucía de 'ABC', Fernando del Valle. Las 'fake news', el populismo y las tentaciones controladoras de los poderes políticos desfilaron por un encuentro que abordó «un tema que no sólo afecta a los medios de comunicación, sino al futuro de la democracia», como reivindicó el director general de la Fundación Unicaja, Sergio Corral.
Una democracia y una libertad que, para serlo de forma cabal, pasan por el tamiz del pensamiento crítico, una aspiración cada vez más complicada en medio del ruido creciente. No en vano, el propio Enríquez recordó cómo el 40% de las conversaciones en Internet se producen entre robots y buena parte de esos interlocutores automatizados persiguen a menudo objetivos poco saludables para la comunidad, como ha demostrado la historia reciente.
«Desinformación interesada»
«Esos ciudadanos a los que les preocupa el porvenir empiezan a estar preocupados y empiezan a captar que algo de eso procede de la desinformación interesada», brindó el consejero delegado de Vocento, que también ofreció una prospección sobre el posible futuro de los medios de comunicación. En su análisis, Enríquez aboga por «un sistema informativo más que un periódico», donde la información fluye las 24 horas durante los siete días de la semana y en el que la edición impresa de los periódicos seguirá jugando un papel crucial en el medio plazo.
Periódicos que estarían más dedicados a las noticias propias y al análisis, con menos páginas pero con la necesidad por parte del lector del mismo tiempo de lectura, cabeceras, al cabo, que deberán tener «un valor añadido muy claro». Un valor fruto del rigor informativo y del compromiso con los lectores, cuajado durante muchas décadas.
Y en virtud de ese largo arraigo con la sociedad y con el territorio, Enríquez cerró su intervención en Málaga con un llamamiento, de nuevo, a la audiencia: «Tengan confianza. Nos podremos equivocar, pero tenemos toda la intención de hacer nuestro trabajo adecuadamente y asumir los riesgos que ello nos va a suponer». Porque en medio del ruido y la furia, ante la duda y lo impensable, está el periodismo.
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