Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando alguien ve el magnífico documental reciente que repasa la historia de Tivoli, escríbase mejor 'Tívoli' aunque su logo clásico del sol sonriente enseñe lo contrario, no queda otra que entregarse a la lagrimita y recordar la de felices visitas que giró a este rincón ... de la Costa del Sol. Un mítico lugar, desde hace cuatro años arrinconado tras su cierre, al que muchos pretenden hacer reflotar en nuestras conciencias, ya sea mediante el pellizco sentimental, las justas luchas laborales o la defensa del patrimonio histórico-turístico. Ayer trescientas personas se concentraron en aquella escalinata que uno subía de niño con agilidad pasmosa, de tres escalones en tres, hito en la memoria de menores y de meniscos. Reclaman una solución empresarial y política a lo que ahora es ejemplo del mayor icono de la tristeza humana: un parque de atracciones cerrado, qué cosa tan penosa.
Hay quienes con su empeño quijotesco lo mantienen limpio, ajardinado y hasta preservan a los seres mitológicos que en Tívoli aún habitan, o sea los pavos reales, herederos de los que asustaron a tu abuelo o a tu tía el día de tu primera comunión. Un pavo vive de media quince años, pero ninguno de estos numantinos supertivolinos cree que, tras medio siglo, las diatribas legales o las pretensiones de lucro urbanístico deban poner fin al parque. La plataforma Canal Sur Más permite ahora constatar esta lucha y la relevancia de Tívoli World en la educación sentimental de varias generaciones gracias a ese documental, dirigido por Lucía Muñoz y Sergio Rodrigo, siempre afanados en cualquier guerra justa que se les ponga enfrente. La película retrotrae a aquellos momentos en los que fuimos alegres gracias a Tívoli, desde sus promesas servidas en avioneta, a los conciertos donde primero ibas de farolillo a ver a Franco Battiato o a Juan Pardo, un poner, y luego acababas yendo, en la edad del pavo, a ver si te comías aunque fuera un campero al bajar del Enterprise o al salir del Pasaje del Terror. Ay, mientras buscan un final feliz a lo del Tívoli, no se la pierdan.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.