Rayden: «Todo lo que tenía que contar ya lo he hecho en 116 canciones»

«Siempre que vengo a Málaga lo hago disfrazado, pero que vengan aquí y me conozcan sin ningún tipo de espectáculo es un gusto», declaró Rayden, que presentó en el Aula –cita en colaboración con Cervezas Victoria y Fundación Unicaja– su nuevo libro, 'Votos en contra' (Suma). Su vida es «una simulación muy bonita» y la vive como tal, pero en este momento siente que tiene que dejar la música a un lado para dedicarse a lo que más le llena: «La dejo porque quiero pasar este lustro al lado de mi hijo y darle las herramientas para llegar a la adolescencia. Pero como tenga una adolescencia me vuelvo a las carreteras...», bromeaba el artista. «A nivel solista no tengo nada más que soltar y, desde la honestidad, no quería que acabase siendo como un trabajo de oficina. No me gusta que ahora las canciones sean cada vez más cortas, que cuentan lo que sucede y ya termina la canción, que el mundo del videoclip ya está muerto... Ahora vivimos en una batalla contra el estímulo porque cada vez tenemos la atención más limitada, que nos permite abrazar más estímulos pero profundizar menos en ellos», reflexionó.

Él mismo profundiza en este nuevo libro sobre cosas que no le gustan: «Escribo desde lo que me mueve, intento poner cosas sobre el tapete. Para hablar de otras historias ya hay infinidad de autores y a mí lo que me mueve es agitar los 'peros'; a lo mejor es un espejo en el que nadie se quiere ver reflejado, pero hay que aguantar la mirada», puntualizó David Martínez. «Padecemos alzhéimer histórico... La memoria es como un pelo enquistado que tenemos y que hay que sanar, hay que cerrar entre todos la cicatriz», añadió el escritor, que se muestra crítico en su novela con temas que preocupan a la sociedad actual.

Lo que más le excita, descubrir los personajes. Uno de ellos «tiene el cangrejo» porque no le gusta decir cáncer: «Es una palabra fea, no me gusta nombrarla. Y mira que en la novela se mira a la muerte a los ojos e incluso se habla de lo que viene después. Pero la palabra cáncer no me gusta, será porque es lo único que me ha arrancado a mis seres queridos y no le quiero dar esa pleitesía; llego incluso a desdibujarla o ridiculizarla», confesó.

Pero en 'Votos en contra' hay un mensaje muy bonito que la periodista Regina Sotorrío quiso recordar. «Haces un homenaje a nuestros mayores, hay una frase que dice: 'Si rompo cada techo que me propongo es por llegar a vuestro cielo'». Y él no dudó en reconocerlo: «Es que los abuelos son los únicos seres queridos que te quieren como eres realmente. Siempre dicen que ellos te consienten, pero ya no es que te consientan, es que te permiten ser tal y como eres; los abuelos son la primera relación horizontal que tenemos».

El momento de la relación consigo mismo a unos meses de cumplir los 39 años es también bonito: «Cada vez me veo más guapo y más inteligente», aseguraba hace unos días en su entrevista previa con Regina Sotorrío para SUR. «Es verdad, cada vez me veo mejor», apostilló entre risas. «En la sociedad actual no vemos al otro, tenemos un miedo a la soledad cada vez mayor y peleamos menos por construir relaciones. Son tiempos raros», afirmó Rayden.

En este encuentro llegaba para hablar de su nueva novela y faceta. Pero no se olvidó de hablar de la música, donde reconoció que empezó «obligado». Y en la que siempre ha estado «cómodo sin etiquetas». De la que también valora el trabajo de sus compañeros de profesión como el rapero malagueño Foyone. «Estoy escuchando su nuevo disco y me parece increíble. No hay un precedente en España de algo tan experimental», recalcó.

Repitió varias veces que su vida es una simulación y que «cuando te entregas a jugar, la vida te deja». Pero también el aprendizaje: «La tristeza es la única que te enseña que la vida no siempre sale como tú quieres». La cita con este Aula de Cultura terminó con la librería Luces vendiendo ejemplares de la novela y con Rayden, o David Martínez Álvarez, firmando libros hasta casi las once de la noche que se fueron los últimos del público en Cervezas Victoria.