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CRISTINA PINTO
Jueves, 24 de noviembre 2022, 00:32
Aunque Rafael García Maldonado vive en Fuengirola, la mayor parte del tiempo convive con medicamentos y letras en una casa del siglo XIX de Coín. « ... Allí tengo abajo la farmacia y arriba mi biblioteca. Llego temprano para trabajar y cuando tengo las tres horas de descanso del turno me subo a dedicar tiempo a mis libros. Soy como el doctor Jekyll, me quito la bata y me convierto en otra persona. Por ahora puedo cultivar bien ambas cosas; las noches las dedico a la lectura, la verdad es que sí que soy un poco hiperactivo, no duermo mucho», destaca el escritor entre dientes en una conversación con SUR. Y esta tarde esa charla será con David Delfín para presentar su nueva novela que trajo -sin saberlo- en una mochila cargada de sentimientos desde Senegal: Rafael García Maldonado se sentará en la Librería Luces para hablar sobre 'El desaliento' (Editorial Anantes) a partir de las 19.00 horas.
Cuando habla de esta nueva novela, este escritor malagueño no duda en explicarlo así: «No me interesa tanto el argumento como la poesía que va en busca de la verdad. Solo pretendo que el lector se emocione, no que diga '¡Qué historia tan chula!'». Y ese relato que cuenta en 'El desaliento' va sobre una etapa que él mismo vivió como cooperante farmacéutico en Senegal con una ONG hace ya trece años: «Irme a la África profunda me hizo venir con una mochila cargada de experiencias e impactos que poco a poco se fueron transformando en una novela. Con esos recuerdos literariamente elaborados me salió esto, aunque he tardado mucho en escribirla. La empecé en 2015 y la he ido dejando y volviendo a ella; es un proyecto que me ha obsesionado mucho pero que también he ido dejando muy fácilmente», confiesa García Maldonado.
A esa experiencia personal le dio un toque literario con una historia ficticia pero que tiene mucha verdad detrás: «La novela empieza con un hombre mayor que se sienta con una antigua amante para contar una historia que ocurrió treinta años atrás. Más que un diálogo se convierte en un desahogo de este hombre, al que mandaron en aquellos tiempos como inspector de policía a que investigara lo que había pasado en un doble asesinato. Puede parecer que es una novela de espionaje pero en realidad va sobre la condición humana y sobre los abismos del dolos. Lo importante no es la trama, es todo lo que le rodea...», matiza el escritor al profundizar sobre 'El desaliento'.
Ya lo decía en una entrevista hace unos años con SUR y aún sigue pensando igual: «Sin duda, soy más feliz leyendo que escribiendo. Y el lector no me interesa porque cuando piensas en él ya haces una cosa en la que tú mismo no crees tanto. El que tiene que estar contento con lo que escribe es uno mismo. Tengo una profesión de la que vivo, no necesito las ventas y por eso me puedo permitir escribir con total libertad, no necesito 'best sellers'. El lector que se ha sumado a mis libros es porque ha querido, porque mi forma de la literatura no es precisamente comercial, por eso me impresiona tanto tener lectores fieles. No me esperaba que este libro tuviera una entrada tan buena», confiesa García Maldonado.
'El desaliento' ha llegado para mantener atentos a aquellos que les guste «tanto la épica como la lírica», asegura el escritor. Y también ha llegado para que, aunque haya sido el libro que más ha tardado García Maldonado en escribir, ha sido el que le ha hecho soltar eso que había en la mochila que trajo de Senegal. Esa que tenía más de sentimientos que de otra cosa...
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