El Ministerio de Cultura recorta a la mitad la ayuda a la revista 'Litoral': «Luchamos por no desaparecer»

La medida, aplicada por el Gobierno a la línea de subvenciones para la edición de revistas culturales, es el último paso en una progresiva reducción de la cuantía desde hace una década. Los datos son reveladores: si en 2013, 'Litoral' recibió 15.529 euros de Cultura; ahora contarán con 8.052 euros para los cursos 2022 y 2023. Es decir, 4.000 por ejercicio. «Estamos muy agradecidos por lo que nos han ayudado en estos años, pero también preocupados», reconoce María José Amado, adjunta a la dirección. Sacar a la calle cada número de 'Litoral', siempre con una edición cuidada al extremo, con colaboraciones de nombres propios de la cultura y una impresión de alta calidad en sus 300 páginas, cuesta un mínimo de 15.000 euros. Y se lanzan dos al año. A todo eso hay que sumar la infraestructura mínima para el mantenimiento de la publicación.

«'Litoral' lucha por no desaparecer, como siempre», apostilla Amado. Tras este varapalo, la revista busca sumar nuevos aliados que compensen la caída de la subvención gubernamental. La Junta dejó de colaborar ya en 2022, después de que el ejercicio anterior la aportación se limitara a algo menos de 2.000 euros para la compra de ejemplares. La Diputación también se retiró hace años. La única administración que resiste es el Ayuntamiento de Málaga, que adquiere cien ejemplares de cada número. Además, con motivo del 50 aniversario de la muerte de Picasso, la revista le dedicará a finales de este año un número completo al genio, para el que el Consistorio aporta una ayuda extra. Un homenaje al pintor malagueño que responde al vínculo que 'Litoral' estableció con Picasso, que desde finales de los años 60 llegó a enviar hasta cuatro dedicatorias con su firma.

«Pero aguantamos, podemos hacerlo», tranquiliza Saval. «Somos unos supervivientes», añade Amado. Cada número -y ya van 274- se convierte así en un pequeño «milagro» que sale adelante por el esfuerzo de sus impulsores, que rascan «por un lado y otro» lo que pueden para continuar siendo un instrumento de reflexión cultural. Una precariedad que contrasta con la nómina de distinciones que acumula una revista emblemática, clave en la historia de las letras españolas y en la génesis de la Generación del 27. El Premio Nacional al Fomento de la Lectura de 2021 (el penúltimo que el Ministerio concedió sin dotación) es el más reciente de una larga lista de reconocimientos, entre los que se cuentan la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, la Medalla de Andalucía y la de la Ciudad de Málaga. «Nos morimos de prestigio, pero la realidad es difícil», admite Saval. Pese a todo, no se rinden: «Siempre podremos sacarla adelante, de una manera o de otra». Naufragar, nunca.