Secciones
Servicios
Destacamos
claudia san martín
Málaga
Martes, 18 de agosto 2020, 00:04
María Eloy García (1972) saborea y disfruta las palabras como el primer café del día. Las sorbe y enjuaga entre sus mejillas hasta que llega el momento de tragarlas para que siembren en ella la sabiduría que desprenden. La poeta malagueña se sincera y ... abre en canal su lista de libros de cabecera para conocer cuáles son los títulos que la condujeron a donde está hoy.
Todo comienza en su temprana adolescencia, con tan sólo 12 años Eloy devoraba las palabras y se sumergía en su mundo para escapar del suyo: «Me sentía extraña en el planeta, no encajaba. Me cobijé en la lectura y me generó mundos paralelos. Fue un refugio en el que empecé a construir mi vida en cuanto yo entendía que debía ser: estar en calma y sosegada en ese mundo», recuerda con cariño sus primeros pasos en el universo entre hojas, lomos y portadas.
Cuando la charla se torna distendida y comienzan las recomendaciones de los mejores títulos, cabecera de su vida, la poeta no se lo piensa dos veces y acierta con 'El libro del desasosiego', (1982) de Fernando Pessoa: «Hace un análisis interior del ser humano, esa fragilidad de uno mismo contada al aire. No se agota nunca ese libro, pasa el tiempo y lo vuelvo a leer y encuentro otra cosa. Por eso siempre recurro a él», reconoce con sinceridad.
Otro de los títulos que siempre tiene en sus manos es cualquiera de César Vallejo, uno de los autores que le hace creer en la poesía. En sus palabras, «uno de los mejores poetas del mundo». En esta ocasión coge de la mano 'Poemas humanos', publicado en 1939 y que recoge toda «la honestidad» que Vallejo puede regalar al mundo. Éste es uno de los aspectos que sorprenden a María Eloy: cómo el poeta es capaz de expresar tanta realidad en pocas palabras: «Podría haber hecho 500 libros como ése, porque se ve que le salía por los poros. A mí lo que me interesa es la honestidad del poeta, aunque ahora ya apenas se ve. La poesía ha entrado en el mercado y cada vez es más producto que obra honesta», espeta la escritora.
Otra de las autoras de las que no se olvida es de Wislawa Szymborska y su 'Poesía no completa', donde la malagueña busca en las palabras de la polaca una mirada sorpresiva al mundo, en la que también reclama «la honestidad poética»: «Es difícil de conseguir, pero recomiendo cualquier antología traducida por Abel Murcia. Es el mejor traductor de esta mujer de los más eficientes porque la traducción es muy difícil», comenta. Aunque María Eloy García despliega una larga lista de títulos interesantes para que los lectores de SUR tomen nota, uno de los que recomienda fervientemente es 'A contrapelo' (1884) del francés Joris-Karl Huysmans, un relato «decadente» de finales del siglo XIX en el que un joven aristócrata que lo tiene todo y que ha llevado una vida algo intensa, «decide volcarlo todo sobre la estética de su casa. Es algo impresionante de cómo se puede llegar a un delirio. Es un libro perfecto si se quiere una experiencia en el tiempo y ubicarse en un lugar oscuro y brillante», comenta con pasión.
Tras el confinamiento, reconoce que le resultó algo difícil volver a la rutina cuando escarbó en lo más profundo de sí misma a través de los libros y se refugió ahí: «Leí mucho y me sirvió para detenerme. He leído más en los últimos meses que en toda mi vida, casi no he hecho otra cosa», apunta. Ahora, cuando tiene que expresar qué son las palabras para ella, no titubea ni se lo piensa dos veces y las define como «una forma de jugar, de comprender el mundo». Lo bueno de éstas, como explica la escritora, es que tienen la capacidad de redefinirse y cambiar. Conceptos tan «manidos» como 'libertad', 'democracia' o 'patria' pueden cambiar con la intención correcta: «Lo divertido es jugar, no concibo el mundo sin jugar. Tiene mucho que ver con eso y con evocar. Si no es evocador y las palabras no sirven para inducir...», comenta sin continuar la frase dejando al lector que interprete sus palabras.
Un verso con el que la autora se quedaría para siempre nace de los poemas de Federico García Lorca, 'De otro modo', para ser más exactos: «Entre los juncos y la baja tarde, ¡qué raro que me llame Federico!», recita María Eloy García con ilusión ante la simplicidad compleja de las palabras del poeta granadino.
Sin duda, las palabras han llenado de vida a esta malagueña que trabaja por y para ellas. Los libros, su refugio de paz y calma, le acompañarán siempre. Una última recomendación: cualquier poema de Alejandra Pizarnik, donde encuentra afinidad y grandeza.
Año: 1884
Editorial: Grupo Anaya.
Género: Novela.
Páginas: 376.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.