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Chiquito de la Calzada, a la derecha, durante una actuación en El Flamenco, tablao de Tokio donde trabajó. SUR
Chiquito del sol naciente

Chiquito del sol naciente

'Un tablao en otro mundo' ·

Un libro repasa la aventura japonesa de los flamencos con el recordado artista malagueño como figura clave en la popularización de aquel desembarco cultural

Martes, 9 de marzo 2021, 00:38

Haz todo lo que puedas; lo demás, déjaselo al destino. Lo recomienda un proverbio japonés y lo aplicaba en el sentido literal de la expresión Gregorio Sánchez muchos años antes de convertirse en Chiquito de la Calzada. Porque hacía todo lo que podía en ese «cante de atrás» que bordaba en el escenario, acompañando al baile, jaleando como nadie. Siempre en el segundo plano, en las ventas de Andalucía y a 11.000 kilómetros de casa, en el tablao El Flamenco de Tokio, que frecuentó durante dos años hace ahora casi medio siglo.

«Tenía compás, mucho compás», escribe David López Canales sobre Chiquito en las primeras páginas de 'Un tablao en otro mundo' (Alianza), el libro recién publicado que toma el pulso al apasionante desembarco cultural de los artistas flamencos protagonizaron en el país del sol naciente entre los años 60 y 70 del siglo pasado.

«Quienes estuvieron con él –sigue López Canales en su libro– aún recuerdan lo poco que gastaba. Podía pasarse días y días comiendo sólo huevos y patatas o latas de atún y tomate, sin darse caprichos, ni comprar relojes ni transistores. Cada vez que llamaba a casa y hablaba con su esposa le contaba cuánto había ahorrado o le daba la gran noticia al anunciarle que ya tenían suficiente para la entrada de la casa«.

Porque, como recuerda el periodista y escritor madrileño, «para Chiquito el mundo giraba en torno a Pepita», su compañera de vida durante más de sesenta años. «Por ella se alejó de ella para irse a Japón a buscarle una vida mejor. (…) Chiquito contaba que dormía allí con su dinero en la cama y con un cuchillo bajo la almohada por si intentaban robarle. También que una noche soñó que lo hacían y que tratando de defenderse se había pinchado con el filo en el dedo gordo de la mano», brindan las páginas de este ensayo.

Matiza López Canales que Chiquito no fue el primero en viajar a Japón ni tampoco el más notable de los flamencos viajeros. Y, sin embargo, su papel resulta crucial en el conocimiento de este fenómeno. «Porque Chiquito llevó el binomio flamenco y Japón a la televisión y lo hizo popular. Mejor dicho, Chiquito llevó su experiencia en Japón a cada casa, a cada salón, a cada cuarto de estar, convertida en humor. Las calles de Tokio que eran un hormiguero en el que decía que te podías perder tres días; las reverencias que hacía siempre al mismo conserje porque no lo distinguía y no se daba cuenta de que ya lo había saludado; o todos los terremotos del mundo que parecían estar metidos allí dentro por la gloria de su madre«, escribe López Canales en su ensayo.

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De Cristina Hoyos a Paco de Lucía, de Antonio Gades a Tomás de Madrid, 'Un tablao en otro mundo' repasa las aventuras (y desventuras) de los artistas que a menudo encontraron al otro lado del globo el respeto (y el dinero) que se les negaba en su propio país. «El guitarrista Antonio Sánchez me contaba que le sorprendía cómo le pedían en Japón palos que en España apenas se tocaban ya, como la guajira o el garrotín. Tomás de Madrid me confesaba cómo había ido a Japón para ganar dinero y cómo allí había descubierto un pequeño paraíso, un respeto, una seriedad y al mismo tiempo una libertad para crear que le había costado encontrar en España», comenta López Canales.

Un libro «de aventuras»

«No quería hacer un libro académico, si no, más bien, un libro de aventuras, un libro muy vivo. Quería contar la historia de tantos que fueron a Japón durante tantos años para tratar de entender de dónde venían», ofrece López Canales. Y desde ese origen, el autor detalla cómo los flamencos gastaban dos modelos básicos de viaje: «Los que no eran primeras figuras se iban a los tablaos por largas temporadas para reunir el mayor dinero posible, mientras que las estrellas ya consolidadas como Antonio Gades o Paco de Lucía organizaban giras más cortas«.

Chiquito de la Calzada figura entre los artistas del primer grupo. Masatoshi Kigoshi, gerente del tablao tokiota El Flamenco «recuerda aún el tono agudo del cante de Chiquito y cómo jaleaba en el fin de fiesta cada noche por bulerías. Ya tenía entonces un punto muy cómico y popular», escribe López Canales.

Un arte para la fiesta que dejaba para la intimidad el lado amargo de aquella experiencia, como la «herida abierta» por no haberse podido despedir de su madre antes de su muerte, la distancia de Pepita, las fatigas al otro lado del mundo. «Con todo aquello –escribe López Canales– acabaría haciendo chistes. Los chistes y bromas con los que conocimos la relación del flamenco con Japón. Como cuando decía que en Tokio para comer medio regular había que ser cinturón negro y el público se reía. Ninguno sabíamos que eso, en realidad, de chiste tenía poco y que quien no se rio entonces era él«. Aunque ahora su recuerdo evoque, antes que nada, una sonrisa.

El libro

  • Título. 'Un tablao en otro mundo'.

  • Autor. David López Canales (Madrid, 1980).

  • Editorial. Alianza.

  • Nº de páginas. 240.

  • Precio. 16 euros en papel y 10,99 euros en formato electrónico.

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