Un operario retiraba este martes el cartel que dirigía a los lectores al local cercano donde la librería ha abierto de forma temporal tras el incendio. migue fernández
Librería en Málaga

Proteo se recupera del incendio en tiempo récord y reabrirá en febrero

La librería acaba esta semana las obras de rehabilitación de su emblemática sede y mantendrá dos estanterías de libros quemados como testigo del fuego del pasado mayo

Miércoles, 26 de enero 2022, 00:12

A primera hora de este martes, un operario retiraba espátula en mano el cartel del escaparate de Proteo que avisaba de que la librería seguía ... abierta de forma provisional en el local de enfrente tras el fuego que devastó el edificio de calle Puerta de Buenaventura el pasado 6 de mayo. Y es lo que parece. Las obras de rehabilitación en la emblemática sede de la librería malagueña se han desarrollado más rápido de los esperado y terminan esta semana en tiempo récord. «Nos dan la llave la semana que viene y abriremos en febrero, pero todavía no tenemos una fecha concreta porque hasta que no estén todas las estanterías con libros no anunciaremos la fecha», ha explicado a SUR Jesús Otaola, director de esta firma de nombre clásico que, lejos de vivir una tragedia griega, ha convertido su incendiado Proteo en la nueva versión del mito del ave fénix.

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Mientras los operarios se afanan por terminar los remates de la obra en la planta baja, la sonrisa de Jesús dista mucho del gesto inquieto y preocupado que mostraba toda la gran familia de esta librería hace apenas ocho meses cuando tuvo que afrontar la pérdida de cientos de volúmenes consumidos por el fuego. «Creíamos que eran unos 50.000 o 60.000 libros, pero el inventario final ha ascendido a más de 100.000 volúmenes», hace recuento el gerente de Proteo y de Ediciones del Genal, que al pasar por la entreplanta se detiene para señalar que dos de las estanterías de este nivel mostrarán libros chamuscados como testigo y recuerdo de este incendio.

Arriba, el director de Proteo, Jesús Otaola, junto a los libros que han entrado ya en la restaurada sede de la librería. Abajo, la primera planta donde esta semana se rematan los últimos trabajos de la rehabilitación. A la derecha, detalle de la muralla de la ciudad en el interior del local que ha quedado oscurecida por el fuego del pasado mes de mayo. Migue Fernández

En números, la rehabilitación y puesta en marcha de la librería ha superado el millón y medio de presupuesto. «La obra ha ascendido a medio millón y los libros quemados o mojados durante la intervención de los bomberos, a un millón», hace las cuentas el gerente, que afirma que todavía no han llegado a un acuerdo definitivo con la compañía de seguros. Un montante económico que Proteo nunca podría haber hecho frente sin la ola de solidaridad de los lectores que han seguido comprando tras el desastre y de los proveedores con ayudas y facilidades de pago.

Tras la desaparición del fundador el pasado julio, Paco Puche, otro veterano librero de Proteo, Juan Guerrero, falleció la semana pasada

Mientras aparecen unos técnicos para revisar una gotera que ha aparecido con las lluvias de este martes junto al nuevo y luminoso despacho de Otaola de la tercera planta, el gerente se acuerda del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que lo llamó repetidamente tras el incendio para que alquilaran el local de calle Álamos que ha servido de sede temporal para la librería. Pero su lista de agradecimientos es larga. Unicaja ha estado al quite con los vencimientos, Arguval ha almacenado todos los muebles que se han podido salvar y que ahora ha restaurado con esmero un virtuoso carpintero, distribuciones CAL-Málaga prestó su nave para que Proteo siguiera atendiendo los pedidos de su web, Gaona, Palacios y Rozados Abogados ha estado al quite de las reclamaciones... «Y por supuesto los lectores que no nos han dado la espalda. Sin todos ellos no estaríamos ahora aquí», asegura con una mueca entre la victoria y el alivio, un gesto del que se siente ganador de un fuego que amenazó la continuidad de una de las librerías más antiguas y singulares de la ciudad.

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Adiós al librero Juan Guerrero

En este tiempo de renacer, la librería ha perdido a su legendario fundador, Paco Puche, fallecido el pasado julio, al que la semana pasada se unió otro veterano librero de la firma, Juan Guerrero, que se jubiló recientemente. Dos compañeros de los que no se olvida Otaola, que añade que sin la plantilla habría sido imposible mantener la sede provisional que todavía está abierta en calle Álamos y reabrir este febrero la casa de Proteo en tiempo récord. «Se han remangado hasta ponerse negros de hollín», resume en lenguaje castizo el gerente, que añade que toda la obra de rehabilitación ha sido además fiel el pensamiento medioambiental de Puche «ya que hemos intentado reutilizar, reciclar y recuperar todos los muebles posibles y el suelo, en lugar tirarlo todo».

Las paredes blancas, las estanterías restauradas, la nueva luminaria y las instalaciones de estreno han borrado por completo el olor a quemado que quedó en el local tras el devorador incendio de la pasada primavera. Unos muros que se ven todavía algo huérfanos ya que están desnudos de las numerosas piezas de arte que acompañaba la visita a la librería. Piezas de Dámaso Ruano, Enrique Brinkmann, Tapies, Joaquín Ivars o el Colectivo Palmo, entre otros, que se han quedado fuera de la indemnización del seguro ya que no estaban detalladas una por una en la póliza.

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Algunas obras se han perdido para siempre por el fuego -como el gran mural de Ruano que adornaba la librería-, pero en la recuperación de su colección Proteo también está teniendo aliados. Así, Quibla Restaura se ha encargado de revisar todas las obras de arte, catalogarlas y presupuestar la recuperación de las que se han salvado. El montante asciende a 11.526 euros y la Fundación Málaga se ha ofrecido ayudar en su recuperación.

La librería publicará un libo para la reinauguración con fotos de Lucía Rodríguez sobre todo el proceso de recuperación del edificio y una introducción de Antonio Soler

Mientras, los libros ya han entrado en el local, concretamente en la ultima planta que ya ha sido tomada por el personal de Proteo para organizar la vuelta de las novelas, los ensayos y las poesías a las estanterías. Y en su doble condición de librero y editor, Otaola ya piensa en nuevos títulos como el que va publicar Ediciones del Genal para la reinauguración con fotos de Lucía Rodríguez sobre todo el proceso de recuperación del edificio y una introducción de Antonio Soler, que como tantos escritores también ha apoyado el regreso de Proteo.

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Una rehabilitación que se aprovechará para estrenar una nueva iluminación nocturna del centenario edificio que guarda en su interior las murallas de la Puerta de Buenaventura que servía de acceso a la ciudad y que ahora volverán a dar entrada a las historias infinitas de los libros. Y que contará también el relato de resistencia de esta librería libertaria, ya que estos muros medievales han quedado oscurecidos por el incendio. «Las murallas muestran que el fuego ha sido un hecho histórico más». Y que no ha sido un final. Sino un renacimiento a lo ave fénix.

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