Cristina Pinto
Miércoles, 26 de abril 2023, 22:44
Dos jóvenes que marchan a Francia para convertirse en militantes de ETA. Sin dinero, experiencia ni armas. Ni siquiera con conciencia de lo que hacían. Ellos son Asier y Joseba, los protagonistas de la nueva novela de Fernando Aramburu, 'Hijos de la fábula', una historia que nació en su cabeza a la vez que 'Patria', ese fenómeno de la literatura española que el escritor vasco ya publicó en 2016. Con esta nueva obra editada por Tusquets, el autor vuelve a dar pinceladas sobre la organización terrorista, aunque esta vez lo hace con sarcasmo o, como dice él mismo, «desde el humor, pero con el freno de mano echado». Pues en la tarde de este miércoles 26 de abril, Málaga pudo disfrutar de ese ingenio de Aramburu con su visita al Aula de Cultura de SUR, que llenó el salón de actos de Unicaja para la presentación de 'Hijos de la fábula'.
Publicidad
Cualquiera de los dos protagonistas de esa historia podrían ser algunos de los compañeros de colegio o vecinos de Fernando Aramburu en su adolescencia. O incluso él mismo: «Muchas veces me pregunto que por qué tuve la suerte de no elegir ese camino. Pero yo lo he visto en niños de mi colegio y es que a los 15 años un adolescente es muy frágil y está sometido a la presión grupal y puede tirar por un camino de dudosa moralidad», confesó el escritor vasco durante la charla, una conversación con el redactor jefe de SUR Alberto Gómez, codirector del Aula de Cultura junto a Regina Sotorrío. Aunque esa pregunta de por qué no eligió el camino de ETA se la respondió él mismo unos segundos después: «Creo que es importante que mis padres me dotaran de rudimentos morales sacados de la religión cristiana. Con cinco años yo tenía una idea bastante concreta de lo que es el bien o el mal y no me parecía nada razonable disparar contra otros».
Que el escritor tome con cierto humor esta historia no quiere decir que los esté justificando, todo lo contrario: «Lo que hacen estos dos chavales parte de un absurdo, a mí me venían recuerdos dolorosos porque me tomé muy en serio esta historia. Es una tragedia contada con desparpajo que puede tener un efecto humorístico y que termina como termina...», puntualizó el autor sin querer hacer 'spoiler'. Pero Alberto Gómez dejó su opinión sobre la mesa: «Es un final que me parece extraordinario». Y, volviendo a lo «absurdo de los chavales» de esta historia de 'Hijos de la fábula', Fernando Aramburu quiso hacer una breve reflexión sobre estos perfiles de ETA: «Ser violento, hacer daño a los demás o cometer inmoralidades no supone que seas inteligente. Se puede ser malo y ridículo al mismo tiempo», matizó.
Hubo tintes de humor en esta cita del Aula de Cultura, que organiza SUR con la colaboración de Fundación Unicaja y Cervezas Victoria. Pero también hubo momentos para ponerse serio y pensar más allá aunque sólo fuesen unos minutos. Como, por ejemplo, cuando Fernando Aramburu profundizó en los actos de cada persona. «El respeto funciona siempre. Yo, sin necesidad de tener fe religiosa o amarrarme a ninguna ideología, tengo un sentido positivo de los demás; si insulto a alguien y luego no pido perdón no me quedo tranquilo conmigo mismo. Hace tiempo que me he dado el enorme placer de no tener razón, de no tener que decir la última palabra».
Y, entre los debates de la charla con Alberto Gómez, su poco afán por la actualidad. «No me interesa la actualidad política, tampoco me apetece que la política contamine mi literatura. El debate no es atractivo ni aquí ni en otras partes; aunque sí que me interesa como votante y como escenario de comportamiento humano... En la clase política tenemos una fauna humana muy interesante que da lugar a toda clase de falsedades, da vidilla humana; incluso a veces he podido acercarme y es interesante ver cómo se comportan, el peloteo que tienen a veces, el ojo puesto en el fotógrafo...», exponía Aramburu. Ahí fue cuando el periodista de SUR le preguntó sobre la repercusión política de su novela 'Patria': «Mi novela dejó de ser una novela para convertirse en un tema de conversación y un aliciente para el debate, era un bocado apetecible para determinados rincones ideológicos. Yo siempre he sido educado y tengo cortesía, saludo pero ya está. Ni voy a un mitin ni digo que voten a alguien, jamás he dicho públicamente a quién voto», aclaró.
Publicidad
De eso y mucho más habló en esta cita de Aula de Cultura de SUR, que estuvo llena en la tarde del miércoles y que, tras terminar la conversación, dio paso a la firma de ejemplares. Allí al lado del salón de actos de Unicaja estuvieron los responsables de La Casa de Libro, que instalaron un expositor para la venta de ejemplares y que ningún fan de Aramburu pudiera irse sin la firma en las páginas de 'Hijos de la fábula'. Porque, como dijo el mismo autor, «para vincularnos a fenómenos que no están a nuestro alcance acudimos a historias desde la niñez porque no podemos vivirlo todo, por eso necesitamos historias continuamente que las buscaremos en películas, libros, periódicos, en la conversación del autobús o en la peluquería». Por eso cualquier persona ha podido ser algún día también un hijo de la fábula. Esos mismos que a veces viven del cuento.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.