Los espías que surgieron del Sol

Entre la estética pulp y el bestseller, entre el género negro y el thriller, las novelas de agentes secretos escritas durante la Guerra Fría reflejaron el auge cosmopolita y turístico de la costa malagueña

CARLOS ZAMARRIEGO

Domingo, 23 de febrero 2025, 00:05

¿Se acuerdan de la Guerra Fría? Ese conflicto velado entre EE UU y la URSS que tuvo al planeta dividido 45 años, desde el ... final de la II Guerra Mundial hasta la caída del muro de Berlín. Un periodo en el que los científicos que controlaban el llamado 'Doomsday Clock', o Reloj del Juicio Final, llegaron a fijar la aguja a dos minutos para la medianoche. Es decir, a un suspiro del apocalipsis nuclear. Eran tiempos de conspiraciones, misiones encubiertas, agentes dobles, topos… que, no hay mal que por bien no venga, popularizaron un nuevo tipo de héroe: el espía. Personajes duros pero irresistibles que llenaban de aventuras 'top secret' las librerías de los aeropuertos y que también descansaban, como la mayoría de los mortales de aquella época, en la Costa del Sol. Y no todos eran 007 (aunque Bond sí estaría cinematográficamente bajo el cielo de Torremolinos en 1967 en la película 'Sólo se vive dos veces', aunque fingiera estar en Japón). Con ellos siempre llegaba el peligro y, sobre todo, un buen libro para devorar en la playa. Aquí van algunos ejemplos.

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1962

Undertow

El tipo duro. Johnny Fedora. Un crítico literario del New York Times dijo de él: «Asesino profesional de la inteligencia británica, merece con creces conquistar al ávido público de James Bond». Sin embargo, su primera aventura apareció dos años antes que la del personaje de Ian Fleming. Entre 1951 y 1971 protagonizó 16 novelas. En algunas de ellas forma equipo con Sebastian Trout, del Ministerio de Asuntos Exteriores. Su némesis: el implacable Feramontov, jefe de inteligencia soviético.

La novela. 'Undertow' (1962) literalmente se traduce como 'Resaca'. La contraportada de una edición americana de 1965 (no está traducida al español, que sepamos) dice: «El escenario es la España de Franco. La acción transcurre a un ritmo trepidante. Y la trama es una de las más enrevesadas y siniestras que jamás haya salido del espionaje de la Guerra Fría». En el fondo del estrecho de Gibraltar se encuentra hundido un submarino nazi. Cerca de allí, en la costa malagueña, dos hombres acechan: Johnny Fedora y Feramontov.

El autor. Desmond Cory (1928-2001), seudónimo del escritor británico Shaun Lloyd McCarthy. El cine adaptó una de sus 45 novelas, 'Angustia mortal' (1968), con Michale Caine. Conoció bien la Costa del Sol ya que murió en Marbella.

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Lugares reconocibles. La ciudad de Málaga es la gran protagonista. «Tres hombres caminaban en ese momento por la calle Larios», escribe Cory. Pero Fedora también disfruta de las playas de Marbella.

La frase. «Alguien ha estado cometiendo últimamente algunos asesinatos muy reconocibles por Málaga».

1971

Message from Málaga

El tipo duro. Ian Ferrier, miembro de la Agencia Espacial de los EE UU, está de vacaciones en Málaga, visitando a un amigo y antiguo piloto de la Fuerza Aérea reconvertido en representante en España de una empresa importadora de vinos. La novela comienza con los dos amigos disfrutando de un tablao flamenco. ¿Qué podría salir mal?

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La novela. Por supuesto, su amigo no es quien dice ser y las idílicas vacaciones acaban con un asesinato y con nuestro protagonista en medio de un complot internacional entre la CIA y el KGB. 'Message from Málaga' (1971) estuvo siete meses en la lista de los más vendidos del 'The New York Times' (según anuncia la portada) y fue publicada en español por la editorial argentina Emecé Editores. Dice la autora: «Gran parte del fondo de la historia está basada en hechos reales. Y el Departamento Trece realmente existe». Ahí queda.

La autora. La escocesa Helen Maclnnes (1907-1985) vendió 23 millones de copias con sus libros de espionaje. Algo debía saber: su marido, el intelectual y catedrático de latín y griego Gilbert Highet, trabajó para el MI6 mientras ambos visitaban la Alemania nazi y estuvo destinado en la inteligencia británica en la IIGM. Los dos se naturalizaron estadounidenses y murieron en Nueva York.

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Lugares reconocibles. Ferrier acaba en el Hospital Santa María de la Victoria de Málaga.

La frase. «Los españoles, que no eran tontos, estaban durmiendo su larga siesta aprovechando para descansar durante las horas de más intenso calor».

1972

Stand by to shoot

El tipo duro. Greg Ansford es un famoso actor de cine americano «realmente tan duro como los papeles que interpretaba». Sin embargo, a sus 40 años, su estrella se apaga y acepta protagonizar un 'spaghetti western' que se rueda en España (Clint Eastwood tenía 34 cuando vino a protagonizar 'Por un puñado de dólares' en 1964). A lo Mike Hammer, Greg bebe más alcohol de lo que cualquier ser humano soportaría, suelta frases políticamente incorrectas y siempre se rodea de chicas encantadoras que le meten en problemas.

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La novela. Un 'hardbolied' de manual. Mientras descansa del rodaje en una villa de la Costa del Sol, «la más barata que pude encontrar», una mujer aparece muerta en su casa. Ya es mala suerte. Tráfico de drogas, contrabando de armas del IRA y un misterioso ex nazi austriaco completan la trama.

El autor. Del prolífico escritor Arthur Elliott Cannon (1919 – 1989) hay poca información excepto que publicó al menos una treintena de novelas de suspense, algunas con el seudónimo de Nicholas Forde.

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Lugares reconocibles. La novela comienza con el protagonista metiéndose en una pelea en un bar de un hotel «nuevo, asqueroso y caro de Marbella».

La frase. «El barman español, con la intuición propia de los de su especie, apartó rápidamente unas cuantas botellas del mostrador».

1979

The walking wind

El tipo duro. Joe Stanford es un agente de la CIA de métodos violentos y despiadados que, por lo que sea, ha tenido que matar a su antiguo mentor (véase 'The Golden Triangle', el primer libro de este espía). Destrozado (sólo por esa muerte, el resto no le provoca estrés), adopta una nueva identidad y se retira a la Costa del Sol. Sopesa Torremolinos, «parecía superpoblada por una comunidad más joven e inquieta» y Marbella, «atraía a una camarilla más adinerada (…) demasiado artificial para él, demasiado vacía de vida», pero se decanta por un apartamento en Fuengirola, «parecía ofrecer un término medio», en pleno Paseo Marítimo. Allí practica el turismo y la especulación: compra dos hectáreas de olivos en Mijas, a cincuenta pesetas el metro cuadrado, inicia la construcción de una villa de dos plantas para él, subdivide una parte de su propiedad en parcelas edificables y realiza dos chalets más pequeños para alquilar o vender. Sin duda, un visionario.

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La novela. Una noche se cuela un intruso al que mata casi sin querer, con «un feroz golpe de kárate». Y así, como si nada, se ve complicado en una gigantesca operación de contrabando de drogas. El título es una traducción de la expresión en español 'el viento anda', que según explica el propio autor «lleva implícita la idea de que detrás del viento se esconde la tormenta».

El autor. Franklin M. Proud (nacido en 1920), escritor canadiense, fue periodista del 'Toronto Star' donde publicó reportajes sobre el sudeste asiático, zona por la que también desfilan los personajes de sus novelas. Vivió en los 70 y 80 en Fuengirola, no sólo por cómo describe la Costa del Sol sino porque firma desde allí una introducción en otra de sus novelas.

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Lugares reconocibles. Aparecen numerosas zonas turísticas de la Costa del Sol como Pueblo López de Fuengirola, la Plaza de Andalucía de Torremolinos y su estación subterránea o la Plaza de la Victoria en el casco antiguo de Marbella. También la Plaza Llano de la Trinidad, del barrio El Perchel de Málaga capital.

La frase. «El español andaluz me resulta difícil de seguir, pero deduzco que Freddy intenta vender heroína robada y que este hombre, o más bien sus jefes, intentan recuperarla».

1980

The Assassination Run

El tipo duro. El ex agente británico Mark Fraser tiene treinta y cinco años, es pelirrojo y se le da de fábula matar. Con semejante currículum le sobra el trabajo, pero él ha decidido retirarse tempranamente a un pueblo de las Highland escocesas con su mujer Jill.

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La novela. Parece que el asesinato de un terrorista internacional tras ser arrojado desde la ventana de un sexto piso de un bloque de pisos en España tiene alguna conexión con el secuestro de Jill. Lo confirma el chantaje de una organización terrorista para que aplique sus habilidades en la provincia de Málaga si quiere volver a ver a su esposa. Así que se viene a la Costa del Sol sin saber que va a reencontrase con viejos colegas del MI5 y la KGB. Y es que el tirón de Málaga para los espías es innegable.

El autor. Jack Gerson (1928-2012) fue un guionista y escritor británico, conocido por ser el creador de la serie 'The Omega Factor' o la escocesa 'Garnock Way'. 'The Assassination Run' nace de una miniserie que escribe para la BBC y que se emite en 1980.

Lugares reconocibles. El aeropuerto de Málaga, donde aparece gente como Santos Morales, alias 'Leopardo', buscado por actos de terrorismo y asesinato en dieciséis países, tiene bastante presencia. También el centro de la ciudad, donde el protagonista bebe brandy español en una bodega y se pasea por la playa. Conoce algunas villas y hoteles de Mijas y acaba en el Hotel El Rodeo, situado en el centro de Marbella.

La frase. «Irás al Hotel Mijas en el pueblo de Mijas al sur de Málaga. Allí se pondrán en contacto contigo. Pierde ese avión o contacta con alguien antes de partir y tu mujer será asesinada al instante».

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