![Enero](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202101/23/media/web-crucedevias_1enero--23.jpg)
Enero
CRUCE DE VÍAS ·
El tiempo pasa a mi lado mientras procuro hacerme el loco, ignorarlo, lo mismo que si fuera un desconocidoSecciones
Servicios
Destacamos
CRUCE DE VÍAS ·
El tiempo pasa a mi lado mientras procuro hacerme el loco, ignorarlo, lo mismo que si fuera un desconocidoYo no tacho los días del calendario como hacen los reclusos en las paredes de las celdas. A menudo ni siquiera miro el día que es. El tiempo pasa a mi lado mientras procuro hacerme el loco, ignorarlo, lo mismo que si fuera un desconocido. ... Hay fechas que carecen de importancia e inexplicablemente quedan grabadas en la memoria. Por el contrario, otras que marcan nuestra vida acaban olvidándose. Ahora me da por volver atrás en el tiempo y recuperar la infancia, la adolescencia, la juventud, y detenerme al cumplir los cuarenta y cinco años. Cuando era niño las personas que alcanzaban esa edad las consideraba muy mayores. Últimamente me ha dado por completar los álbumes de Tintín y Astérix que he ido perdiendo en las sucesivas mudanzas. También vuelvo a ver las películas que más me impresionaron a los cuatro o cinco años. Digo todo esto porque ayer una amiga comentó que yo siempre tenía presente el pasado como si eso fuera lo que más me importase. No le falta razón. Tal vez la literatura sea la responsable de que haya cogido el hábito de dialogar con la memoria. Casi nunca escribo del futuro, sin embargo los recuerdos aparecen constantemente en mis relatos y si ellos no surgen los invento. No me dedico a crear mundos futuros porque tengo la sensación de que cualquier idea que se me ocurra ya está escrita.
El año pasado escribí un 'Cruce de vías' en el que contaba que había comprado un pequeño calendario de mesa en Praga con imágenes de la vida de Franz Kafka. Una fotografía de la vida del escritor ilustraba cada mes, desde la casa donde nació el 3 de julio de 1883 hasta su última residencia en el Nuevo Cementerio Judío. Yo apuntaba en el recuadro de los días los distintos compromisos que me iban surgiendo hasta que descubrí que el calendario pertenecía al año 2021 que aún no había llegado. A partir de ese momento dejé de tomar anotaciones. El calendario lo tengo delante y Kafka me cuestiona sus dudas con la mirada: «¿A qué esperas para apuntar algo?, ¿es que no tienes nada qué hacer?». No me apetece escribir en ese calendario que de repente se quedó congelado. En realidad nunca me han gustado los calendarios, pero necesito recordar ciertas fechas que si no se apuntan se olvidan. ¿Qué pasaría si no anotara los compromisos?, probablemente ignoraría a propósito las visitas incómodas que nunca se sabe por dónde pueden salir. Me refiero a los problemas que la vida cotidiana nos plantea y que a medida que pasan los años son más difíciles de resolver. Desde que tomé la decisión de dejar a Kafka encerrado en su mundo, Marilyn sonríe a diario detrás de la puerta. Ella se quedará el mes de enero conmigo y después dará media vuelta.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.