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No tenía entre sus planes escribir una historia sobre el maltrato de una mujer. Pero aquella foto salió a su encuentro. Una joven llena de vitalidad y con una gran melena que sonreía al lado de otra de la misma persona condenada a una silla ... de ruedas y con la mirada perdida. Fue así como Emilio Calderón (Málaga, 1960) comenzó a indagar en la historia de Marta y en la brutal paliza que sufrió presuntamente de su novio, que la dejó en coma. Un suceso que el autor ha convertido en la inspiración de su nueva novela y que ha llevado al género policiaco con 'La vida borrada de Amalia Finisterre', que investiga el caso de la joven del título y expone la desproporción entre las condenas de los maltratadores y las de sus víctimas.
«Es un 'thriller' que llevó a lo social y la denuncia ya que es una novela escrita con cierta rabia para poner sobre la mesa la crudeza de los malos tratos y lo que hay detrás del sistema legal y no nos cuentan», señala a SUR el escritor malagueño, que no oculta su «indignación» al conocer la historia real ocurrida en Valencia y que le permite retratar la doble condena de las víctimas que no encuentran una justicia idéntica al daño que han recibido. «El sistema proporciona al maltratador recovecos y eximentes a su condena que no tiene la víctima, que como Amalia Finisterre se ha convertido en un trapo roto y nunca tuvo esa clemencia», señala Calderón, que para investigar este caso de violencia de género rescata a la inspectora Sarah Toledano de su novela previa 'La cosecha humana'. La policía se ha alejado de la violencia del conflicto palestino-israelí para volver a España e instalarse en Valencia, donde investiga casos de maltrato.
emilio calderón
Escritor
El de Amalia -alterego de la protagonista a su pesar del suceso real, Marta- llega a la mesa de la detective con un culpable que todos ven claro: la pareja de la víctima, un fornido camionero que, tras darla presuntamente por muerta, tomó un avión a Río de Janeiro. Pero la inspectora de policía sospecha que en esa brutal agresión hay algo más. Ese es el punto de partida de la novela que, con el particular estilo directo e incisivo de su autor, va reconstruyendo el puzzle de una agresión mortal que no se consuma, pero que deja a la víctima en estado vegetativo.
El autor y finalista del Premio Planeta con 'La bailarina y el inglés' se trasladó a Valencia para conocer sobre el terreno los escenarios de los hechos originales y también novelescos, desde el hospital en el que la mujer está sometida a rehabilitación diaria a los juzgados, pasando por la playa de la Malvarrosa o el barrio del Cabanyal. «No llegué a conocer a la víctima para respetar su intimidad, pero era un caso tan sangrante que incluso evidencia la dificultad de algunas mujeres para ser reconocidas como víctima al no morir», considera el escritor, que tiene frescas las estadísticas: de las 29.135 denuncias de 2020, 25.436 acabaron en condena.
«La situación de la mujer en nuestra sociedad es de extrema vulnerabilidad y eso es indiscutible», sentencia el escritor, que sostiene que uno de las soluciones pasa «por la educación desde la infancia» y por reproducir modelos acertados. «Picasso es incuestionable como genio y por eso se lo perdonamos todo, pero exprimía y humillaba a sus mujeres, como hizo con Olga Khokhlova y Dora Maar», señala Emilio Calderón, que pone el ejemplo de una mujer que merece un reconocimiento popular, Concepción Arenal, que desafió a las instituciones académicas hasta que consiguió convertirse en universitaria.
A través de la investigación de la policía Sarah Toledano, la novela también indaga en la mente del agresor. «Aprovecho para mostrar cómo piensa un maltratador», avanza Emilio Calderón, que añade que «desgraciadamente hay seres que no sienten empatía por el prójimo y ni siquiera por su familia o allegados». Amalia Finisterre es una de esas damnificadas, ya que su maltratador se sirve de las garantías legales para intentar librarse o reducir su pena. «En el caso real en el que se basa la novela, el condenado está ya a punto de salir en libertad y eso crea malestar en la familia», explica. No es extraño que la madre de la víctima en la ficción exclame en la novela: «la justicia, además de ser ciega, huele mal».
emilio calderón
Escritor
'La vida borrada de Amalia Finisterre' llega además en un momento en el que el debate que plantea Emilio Calderón está de plena actualidad con la proposición de ley presentada hace unos días en el Congreso para ampliar la prisión permanente revisable a dos nuevos supuestos: cuando el autor de un asesinato sea reincidente y cuando no confiese el lugar en el que ocultó el cadáver de la víctima (como ocurrió con Marta del Castillo). «Este es un debate político en el que no hay consenso pero debería haberlo porque es una cuestión muy sensible que atañe a toda la sociedad», sostiene el escritor malagueño que reconoce que su literatura más reciente tiene un «alto componente de denuncia».
Así, si en su novela previa 'En los ojos con mucha noche' (2019) se acercaba a la dictadura militar de Argentina y en el libro infantil 'El poeta de Velintonia' (2020) planteaba de fondo la protección como BIC de la casa madrileña del malagueño de adopción Vicente Aleixandre, 'La vida borrada de Amalia Finisterre' se detiene en la necesidad de protección de la mujer ante la violencia de género. «Todos esos casos que vemos brevemente en el Telediario, en esta novela te lleva a una reflexión sobre el maltrato que merece la pena que nos hagamos», concluye.
Título: 'La vida borrada de Amalia Finisterre'
Autor: Emilio Calderón
Editorial: Algaida, España, 2022, 304 páginas
Precio: 20,95 euros
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