Fernando Aramburu hace parada en Málaga para hacer volar a sus vencejos

La primera parada oficial estaba a las puertas de Proteo. A las seis de la tarde la firma de libros de Fernando Aramburu llenó de luz y esperanza la entrada de la librería malagueña que aún se muestra con las secuelas del incendio del pasado mes de mayo. Pero era día feliz porque comenzaban las reformas y porque este escritor llenó de lectores la zona. La calle Puerta de Buenaventura recibía a gente que se acompañaba de 'Los vencejos' para poder llevarse el ejemplar firmado. Por la cola estaba Ana Barranco, acompañada por su madre Ana, para vivir su primera firma. «Leí 'Patria' en la cuarentena y me gustó mucho. Lo de 'Los vencejos' fue pura casualidad, me lo encontré en la librería y no pude resistirme», confesaba la joven.

Las zapatillas de un rosa llamativo y la camisa floreada y alegre acompañaban a la simpatía del escritor, que estuvo más de una hora firmando libros en Proteo. Alejandra y María acababan de tener su turno y se enseñaban las dedicatorias contentas por el trato de Aramburu: «Gracias por volar con estos vencejos», le escribió a Alejandra. Aunque también hubo quien llevaba también 'Patria' junto a esta última novela: «Si no te importa, ¿me firmas 'Patria'?», le decía una lectora mientras le hacían la foto junto al escritor.

Casi a las 19.15 horas terminaba la firma en Proteo y el próximo destino de 'Los vencejos' ya estaba fijado. La Sociedad Económica de Amigos del País era el lugar para la segunda cita de Aramburu en la tarde de lunes. Subiendo las escaleras estaban varios lectores que acababan de llegar de la firma de Proteo. Como María Dueñas y Adriana Saint-Supery, que ya habían empezado con 'Los vencejos' y no les había defraudado la lectura. Y otros como Juanjo Fernández y Álvaro Sánchez entraban a la sala de la Sociedad Económica con las bolsas de Proteo: «Nosotros acabamos de comprarlo, a ver qué tal está», señalaban.

Llegaba Fernando Aramburu a la sala y se sentaba junto a la escritora malagueña Isabel Bono para hacer una de las primeras presentaciones de 'Los vencejos'. Ahora volaron por la Sociedad Económica en una presentación con el aforo al completo y muchas ganas de risas con el escritor. «Parece que solo se llenan los campos de fútbol, pero no», bromeaba Bono al comenzar.

De ahí a «las palabras rarunas» tuvieron que pasar solo unos minutos. Isabel Bono empezaba a hablar sobre «la diversión de encontrarse con palabras rarunas» en los libros de Aramburu. «Hay cosas que puedo explicar mejor en alemán que en español. Eso me angustiaba bastante y tenía el temor de olvidar el idioma propio. Y pensé: 'Qué tonto eres, chaval. ¿Por qué no aprovechas para escribir literatura sin matar el habla antigua? Y me vino de perlas», confesaba el escritor.

La conversación entre Isabel Bono, Fernando Aramburu y los lectores allí presentes siguió hasta pasadas las ocho y media de la tarde. Aparecían las preguntas y los comentarios de algunos lectores o de la misma Isabel Bono, que ya había leído la novela, y alertaban del miedo de hacer 'spoiler' a aquellos que no la hubiesen empezado. Entre las últimas palabras que dijo el escritor estuvieron estas para definir a 'Los vencejos': «Es un proyecto de novela muy intenso, no es un libro de descanso después de 'Patria'. Lo que pasa es que cuenta otros conflictos, porque no hay novela sin crimen». La visita de Aramburu a Málaga terminaba como empezó: dejando dedicatorias entre sus libros.