antonio a. gómez yebra
Martes, 15 de septiembre 2015, 10:40
Los servicios del Estado decrecen, al contrario que sus gastos. Incluso en los años de la crisis, los presupuestos se han mantenido y en algunos países se han elevado. Ni siquiera Margaret Thatcher y Ronald Reagan, campeones del neoliberalismo, pudieron rebajar el tamaño de sus administraciones. Una dolorosa contradicción se cierne sobre el Estado: cada vez sirve para menos y gasta más. ¿Qué hacer? Reinventarlo con un pacto político que de verdad utilice los medios de gestión al alcance con las mínimas desviaciones partidistas. Es lo que proponen los periodistas John Micklethwait y Adrian Woolbridge, ambos procedentes de The Economist.
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