Borrar
La malagueña Laura Baena, fundadora del Club.
Las Malasmadres gritan: ¡No soy superwoman!

Las Malasmadres gritan: ¡No soy superwoman!

El Club que creó la malagueña Laura Baena publica un libro donde se desdramatiza la maternidad

Regina Sotorrío

Sábado, 4 de abril 2015, 00:12

No pasa nada si no sabes bordar mantitas, no te agobies si has tenido que comprar el disfraz de carnaval a última hora en un chino y no sufras si cada vez que haces galletas caseras para el cole se queman. No eres la única: a más de 64.000 mujeres también les ocurre. Es el Club de Malasmadres, una plataforma creada hace un año en Facebook por la malagueña Laura Baena como un «desahogo personal» que se ha convertido en una «comunidad emocional» de miles de madres. Porque todas tienen un grito común: «¡No soy superwoman!». Ahora lo ponen también por escrito. El libro Soy buena malamadre, que la editorial Lunwerg Editores (Grupo Planeta) lanza el 28 de abril, recoge la filosofía del Club: hay que «desdramatizar» la maternidad y «tomarse esta malavida con humor», en palabras de Baena. El 15 de mayo lo presenta en Málaga, en la librería Mapas y Compañía.

Las primeras páginas son ya toda una declaración de intenciones de un nuevo modelo de maternidad «que rompe con todos los mitos que hay»: Test para saber si eres una buena malamadre. Si no lo superas, esto no es para ti.

Porque, ¿quién es malamadre?

Una persona que aparte de ser madre, algo muy importante en su vida, también es mujer; que no por ser madre pierde su identidad y deja de tener intereses profesionales, culturales y sociales. Una malamadre es la que se da cuenta de que la sociedad está desconectada de la realidad que vive: nos están vendiendo una moto que no existe y que no puede ser sostenible. Y al final, una malamadre es una mujer que se toma la vida con humor, con sentido de autocrítica y que desdramatiza la maternidad. No te agobies, no pasa nada.

El colectivo que lidera Baena se rebela contra ese modelo de «madre perfecta» que impone la sociedad y lucha contra los «prejuicios» con el arma de la ironía. Cada día publica en su página de Facebook divertidos TIPs, frases ingeniosas de las Malasmadres con anécdotas diarias de supervivencia a la maternidad impresas en fotografías vintage. Algunos estarán en el libro, intercalados con consejos y una parte autobiográfica. Y además lucen sus lemas con orgullo en camisetas, chapas, libretas o bolsas (a la venta en la tienda de clubdemalasmadres.com, donde también se encuentran artículos para el buenpadre y el buenhijo).

«Hay muchos tabúes, no se puede decir que estás cansada, que no llegas a todo, que no puedes más. Está ese concepto de superwoman que parece que tenemos que ser y no somos», señala la joven, que acaba de ser madre de su segunda buenahija. E insiste: «No es posible llegar a esas cotas de exigencia que te marca la sociedad, los medios y la publicidad».

En el entorno cercano

Ese «bombardeo constante» de lo que la madre debe ser y hacer está en el entorno 2.0, pero también en el más cercano y familiar. «De repente es la faceta de tu vida en la que más gente entra en juego sin tú haberlo pedido», puntualiza. Porque siempre hay gente que mira de reojo «y que te dice para qué eres madre si trabajas mucho, para qué eres madre si no le pones una dieta equilibrada todas las noches a tu hijo, para qué eres madre si le das gusanitos para callarle». Cuando, como reivindica Baena, ellas no son en absoluto peores que nadie: «Somos las mejores madres que podemos llegar a ser en esta sociedad y en este momento; te preocupan tus hijos por encima de todas las cosas, pero también te preocupas por ti».

El Club, que nació a partir de un blog (La Niña Sin Nombre) en el que Laura Baena contaba con humor lo difícil que le resultaba compaginar sus tareas de madre con su trabajo como supervisora creativa en una agencia de publicidad, combate esa imagen irreal de la supermami, pero también quiere ser «un altavoz social» contra ese «techo de cristal» al que se enfrentan en el terreno laboral. «Cuando eres madre parece que ya no tienes la misma calidad profesional, hay una discriminación real», afirma. Lo corrobora una encuesta lanzada por el Club el pasado 13 de febrero, Concilia 13-F, y que han respondido 4.399 madres. Más del 50% de las encuestadas ha tenido una experiencia negativa al reincorporarse al trabajo después de la maternidad. «Son cosas que también nos hacen gritar», lamenta.

Con un ritmo frenético de trabajo, la dedicación y el cuidado del buenhijo y la obligación de asumir la carga principal de las tareas domésticas, el tiempo libre se ha convertido en el bien más preciado de las madres. Según la encuesta, al día solo les quedan 54 minutos para ellas: 54 minutos para ducharse, desplazarse, comer... Calculen. «Al final vas corriendo a todos lados y muchas de las anécdotas de las que nos reímos son esas locuras que nos pasan por la falta de tiempo, por los olvidos, por no llegar a ningún sitio». Y ya se sabe que los males compartidos son menos malos. El Club es para ellas una liberación, una vía de escape, una plataforma desde la que gritar al mundo: «Soy alamadre ¡Y qué!».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Las Malasmadres gritan: ¡No soy superwoman!