De Villena: «Se hace cola en los museos como en la discoteca»

La palabra 'moda' no conjuga con el arte. Al menos en el vocabulario de Luis Antonio de Villena (Madrid, 1951) que, a sus conocidos perfiles de poeta, novelista, ensayista, traductor, periodista o crítico literario, une también el de experto en arte. Su última fascinación es un personaje de carácter difícil y pincel afilado que protagoniza su libro Caravaggio, exquisito y violento (Cabaret Voltaire), que presentó ayer en Málaga junto a la recopilación de sus crónicas expositivas Los placeres del arte (Cal.ligraf). Unos textos en los que reflexiona sobre artistas, obras, muestras e incluso sobre alguna «triste moda» a las puertas de las pinacotecas: «Se hacen colas en los museos como si fueran discotecas».

El Instituto Municipal del Libro abrió ayer las actividades de la temporada de otoño con la charla de Luis Antonio de Villena en el Museo Carmen Thyssen, que sirvió de marco propicio para sus palabras. «Aunque las colas parezcan un hecho positivo, es negativo porque es más un fenómeno turístico» y revela que «el nivel cultural en España es tan bajo que necesitamos mejorarlo», señaló el autor de 'Madrid ha muerto' o 'La prosa del mundo', que abogó por una mayor preparación a la hora de enfrentarse al hecho artístico. Y puso como ejemplo la obra del propio Caravaggio.

«Uno de sus cuadros es 'Muerte de la Virgen' expuesto en el Louvre para el que el pintor utilizó como modelo el cadáver de una mujer en la calle, lo que provocó un gran rechazo por ser violentamente realista», explicó De Villena que sostiene que, para enfrentarse a esta obra o a cualquier exposición, es necesario «conocer su historia».

Además de pedir una mejora de los planes de estudio «los del final del franquismo eran mucho mejores que los actuales», consideró para mejorar el «desolador» panorama cultural español, Luis Antonio de Villena mostró su pasión por el arte. Y especialmente por el controvertido Caravaggio al que no le ha hecho falta retratar desde la ficción «porque su vida es tan novelesca que solo había que contarla», señaló el escritor que recordó que, pese a que el italiano era un pintor refinado, tanto su vida como su obra estuvieron rodeadas de polémica. No solo sus cuadros fueron muchas veces un escándalo para el clero, sino que el artista escapó de la cárcel, mató a un hombre, siempre andaba metido en líos y murió abandonado.

En su charla, De Villena, que estuvo acompañado de la directora del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno, y del editor de Cabaret Voltaire, Miguel Lázaro, hiló la convulsa vida del pintor con las propias imágenes proyectadas de las obras del artista italiano del barroco para ilustrar que la una no se podía entender sin la otra. Es el caso de otra de sus míticas piezas, David con la cabeza de Goliath, «que explica la violencia interna del propio pintor», o Virgen de Loreto, en la que retrato a una prostituta amiga suya y a su hijo. «Eso provocó que rechazaran el cuadro y lo criticaran, pero luego llegaba el cardenal Borghese y compraba sus obras hasta conseguir la mejor colección sobre el artista», recordó el escritor madrileño, que añadió que en la Galería Borghese de Roma están precisamente las obras fundamentales del gran Caravaggio. Una visita que, con el propio Luis Antonio de Villena de cicerone, resultaría inolvidable. Aunque a falta del escritor, su libro exquisito y violento es una guía más que recomendable.