Leonor Serrano Rivas firma su primera gran exposición individual en España en el C3A de Córdoba

Las Serpentine Galleries y el Institute of Comtemporaty Arts (ICA) londinenses, la Bienal de Liverpool y la residencia Wonder Site en Tokio han sido algunos de los espacios que han mostrado el trabajo de la autora que cuenta en su currículum con el Premio Arco 2016 y las becas de la Fundación Botín y Caja Madrid, entre otras distinciones. Con ese bagaje, Serrano Rivas (Málaga, 1986) comparece hasta el 29 de septiembre en el centro cordobés con un proyecto de potente carga intelectual y delicada factura formal.

Madera, latón y vidrio templado. Instalaciones escultóricas y vídeos para plantear reflexiones como la duda permanente entre el sueño y la vigilia, la perversa imperfección de los recuerdos o la imposibilidad de recuperar de manera cabal cualquier información recabada en un archivo. Porque quizá Leonor Serrano Rivas mantiene desde sus primeros proyectos la indagación sobre los 'no lugares', sólo que esa atención ha ido viajando desde los espacios urbanos, físicos, hasta territorios mentales crecidos en las líneas de sombra de la percepción y la memoria.

Asuntos que se destilan en piezas como ese vídeo 'Estrella' (2018) que abre el paseo, procedente del Centro de Arte 2 de Mayo (CA2M) de Móstoles. «La pieza parte de una invitación de este centro para reflexionar sobre cómo ha cambiado Madrid en los últimos diez años, sólo que yo decidí fijarme en cómo ha cambiado en los últimos cien», ofrece Serrano Rivas. Con esa premisa, la creadora malagueña residente en Inglaterra puso su mirada en el teatro inaugurado hace un siglo por Gregorio Martínez Sierra cerca de la Puerta del Sol de Madrid, donde hoy se levanta la discoteca Joy Eslava. «Fue un extraordinario renovador del teatro español. Allí Lorca representó 'El maleficio de la mariposa' y Dalí y Barradas también participaron con diversas escenografías. En la British Library de Londres encontré el libro de Martínez Sierra con los dibujos de la escenografía y los figurines y tomé ese libro como una especie de manual para hacer el vídeo».

Madrid, Londres y también Tokio. Porque Serrano Rivas afrontaba ese proyecto después de su estancia en la residencia Wonder Site: «Allí había conocido el 'suminagashi' la técnica conocida en occidente como marmolado que consiste en pintar sobre la superficie del agua. Tiene la peculiaridad de que la tinta sólo se mantiene en la superficie durante unos segundos y pasado ese tiempo, las tintas se sumergen cada una en un momento diferente según su densidad».

Serrano Rivas emplea esa técnica milenaria como metáfora formal y visual en su tratamiento de cuestiones como el carácter efímero de la obra de arte o las debilidades de la memoria y la apropiación de los archivos históricos para nuevas relecturas. «Quería que el vídeo fuera un cuadro abstracto en movimiento», acota la artista malagueña sobre la pieza que proyecta el proceso de pintar la lámina de agua en sentido inverso al cronológico, es decir, desde el resultado final hasta los primeros trazos.

El proceso de pintura convive en el vídeo con la inmersión de las escenografías de Martínez Sierra recreadas por la creadora malagueña y sumergidas en el tanque de agua para jugar con el doble plano de la superficie y el fondo, de la pintura, el vídeo y la escultura, cruce de caminos sobre el que se levanta buena parte de la obra de Serrano Rivas. Un trabajo que la autora malagueña suele organizar en grandes bloques temáticos y que en el C3A se abre a la siguiente fase de su producción bajo el título 'El sueño sigue la boca (de aquel que lo interpreta)'.

Aquí toma protagonismo el vidrio en esculturas como reminiscencias de aquellos figurines teatrales de principios del siglo pasado; en particular, del teatro de marionetas que hizo fortuna en el primer tercio del siglo XX de la mano de los vanguardistas que preferían a los actores las figuras articuladas porque estas últimas «no tenían que llevar consigo el peso del alma», como recuerda la propia Serrano Rivas.

Con 'Sueño de la aventura', Serrano Rivas toma el testigo de otra joven artista malagueña, Regina de Miguel, en las salas del C3A, dependiente del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) radicado en Sevilla. «Este proyecto forma parte de una de las líneas de trabajo del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo que consiste en mostrar las creaciones de artistas que están destacando en la escena actual. Enfocamos el proyecto en una doble vía, de una parte el hecho de que sea una exposición individual y, de otra, la producción de obras para estos proyectos», detallaba este jueves el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes.

Por su parte, Álvaro Rodríguez Fominaya, comisario de la exposición y director del C3A, abrochaba: «Leonor es una de las artistas con mayor proyección a nivel internacional. Uno de nuestros objetivos es dar visibilidad a artistas andaluces que están teniendo un reconocimiento importante fuera de Andalucía y para nosotros este proyecto es una gran apuesta por una artista que está realizando el tránsito desde la escena emergente hasta la consolidación».

«Este proyecto, además, no se podría ver en ningún otro centro de arte -ha añadido el comisario- por las características de nuestra propia arquitectura. Es una de las razones fundamentales por las que existimos, dar a visibilidad a artistas como Leonor y producir algunas de sus obras. No nos interesa hablar de proyectos que empiezan y terminan con la exposición. Aquí se ve que el proyecto empieza antes de que surgiera la exposición y va más allá de esta exposición».

Una obra en marcha, de ambición y rigor, capaz de enlazar la Joy Eslava con la pintura milenaria japonesa.