Quien conoce a Kiti Mánver o la ha visto alguna que otra vez sabe que si hay algún adjetivo que la definiese bien sería auténtica. ... Fuerza, sabiduría, humor y talento juntos sobre las tablas en los casi 54 años -se cumplen el próximo octubre- de su vida profesional como actriz. Desde bien pequeñita su padre le decía: «Algún día veré tu rostro en una fachada». Y en este 40.º Festival de Teatro su cara estaba a la entrada del Cervantes de Málaga: «Lo que yo no sabía era que pondría al lado de mi nombre: 'El inconveniente'», bromeaba la antequerana sobre las tablas del teatro tras terminar la función de esa obra. Todo ante un público que se puso en pie para aplaudir y entregarle -de manos de su paisano Juanma Lara- el Premio Málaga de Teatro 2023. «Me siento muy orgullosa de que me lo den aquí, donde he pasado mi infancia y adolescencia», celebraba Kiti Mánver con el premio en mano.
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A sus 69 años es casi toda una vida la que ha pasado en los escenarios y al recibir este reconocimiento, recordó lo bonito que la profesión le ha dado: «Los primeros años fueron jodidos, pero ya se me han olvidado», apuntó la actriz mientras el público reía. «He aprendido tanto de esta profesión maravillosa... Si uno está con las antenas bien puestas puedes aprender con cualquier cosa, hay mucha sabiduría», añadía Kiti Mánver, que también valoró esta 40.º edición del Festival de Teatro de Málaga: «Es para dar la enhorabuena a todas las personas que lo hacen, esto sale por los equipos... No seríamos nadie sin ellos, sin la gente del teatro y sin la gente de la misma función», agradecía. Y terminaba alzando la voz: «Esta es una parte de la cultura donde los profesionales han sido muy generosos siempre... Pido a la Junta que no haga más recortes, ¡coño! ¡Viva el teatro y viva Málaga!», concluía para arrancar el aplauso de los asistentes que acudieron en la noche del sábado al Cervantes.
Una de las escenas de la función con Kiti Mánver y Cristóbal Suárez.
DANIEL PÉREZ/TEATRO CERVANTES
Un teatro que se había llenado «hasta la bandera» -como dijo Juanma Lara- para disfrutar de 'El inconveniente', la obra creada y dirigida por Juan Carlos Rubio con la que Kiti Mánver volvía al Cervantes junto a Cristóbal Suárez y Marta Velilla. Un tridente de actores que se complementaron de una forma perfecta para hacer que la hora y veinte minutos que dura la función se pasase volando. Desde el inicio, el salón de esa casa de Lola (Kiti Mánver) tiene algo que hace que el público se adentre en él de principio a fin. La historia parte con Luis (Cristóbal Suárez), que busca un piso económico para comprar y la agente inmobiliaria (Marta Velilla) le ofrece esa casa como la ganga que él necesita; pero claro, con un «inconveniente», que la dueña del piso vivirá allí hasta que fallezca.
Lección de vida
Desencuentros y discusiones al inicio entre Lola y Luis desembocan en una tierna amistad de una mujer que sabe mucho de la vida a sus 75 años y un joven que está a punto de cumplir los 40 y tiene varias crisis existenciales en su cabeza. Con las apariciones de la polifacética Marta Velilla que llega a ser también acompañante de ambulancia, artista e incluso portera del edificio.
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Esta es una obra de teatro en la que Kiti Mánver se mueve como pez en el agua con comentarios llenos de humor e ironía entre cajetillas de tabaco y la planta de marihuana; Cristóbal Suárez le complementa de forma perfecta con una forma de ser muy recta que va adaptándose al personaje de la actriz malagueña hasta que los dos, al final de la función, consiguen dar una lección de vida al espectador. Algo que puede resumirse en la última frase que Kiti Mánver pronuncia en 'El inconveniente': «No estamos locos, estamos vivos».
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