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Cristina Pinto
Lunes, 24 de abril 2023, 00:16
Malagueño de pura cepa. Sus padres, de Los Montes y de La Trinidad. Estudió Diseño, ejerció de profesor y más tarde la vida le llevó a estudiar Bellas Artes a los 39 años. Luego, diferentes circunstancias le han hecho estar en este lugar relacionado con ... Japón donde el origami es el punto de partida de todo. Una forma de investigación, meditación y arte escondido en pliegues de papel que toman forma con las manos de él, Juan Antonio Pérez, aunque conocido en el mundo del arte como Juanoto Pérez. Un cáncer a los 22 y otro más tarde desembocaron en algunas quemaduras en la piel y problemas en el hombro: «Hasta entonces pintaba, hacía fotografía y muchas cosas. Pero perdí parte de la movilidad del brazo y justo estaba comprometido en terminar el máster. Pensando en qué podía hacer me acordé cuando un profesor nos enseñó con 10 años a hacer origami y quise centrarme en volver, sobre todo al más matemático y geométrico», detalla Juanoto Pérez en una conversación con SUR. Ese es sólo el inicio de un trabajo que comenzó en 2015 y en el que aún sigue inmerso: su tesis doctoral sobre la geometría y matemática de la Alhambra y los 17 tipos de mosaicos que sólo este monumento reúne.
«Durante la investigación para la tesis me topé con la geometría árabe y cuando seguí aprendiendo conocí que gran parte de lo árabe que llegó a España no era de la zona africana, era una cultura que vino de Asia. Y empecé a establecer esa relación de la geometría de la Alhambra jugando con el módulo y analizando cómo a través de cuatro líneas creaban polígonos, estrellas... Así fue como comencé a estudiar cómo se construían esos polígonos matemáticamente y lo apliqué al origami», detalla el artista y profesor, que se considera un autodidacta de la matemática y origami. «Ahora que lo he aprendido, lo pervierto».
Todo esto lo explica ante algunos de los bocetos de origami en los que recrea los mosaicos de azulejos que cubren gran parte de la Alhambra de Granada: polígonos que, unidos, evocan a esas paredes de este monumento tan conocidas en la cultura andalusí, pero él lo crea en forma de origami. «Cuando haces el dibujo matemático quedan muchas líneas que yo me las tomo como pliegues para darles forma y llevarlos a tu terreno. Es así como empiezan a aparecer las 17 repeticiones de estos tipos de mosaicos de la Alhambra, que es el único monumento que las tiene todas. Por ahora tengo unas 15, me faltan dos», apostilla Juanoto Pérez, que está a punto de terminar con esta investigación de su tesis doctoral.
Desde aquel día de 2015 en que decidió volver al origami, esta investigación de la Alhambra no es sólo lo que ocupa el origami de Juanoto Pérez. Ya en la segunda edición de la Semana Cultural de Japón participó haciendo un sillón tapizado con esta técnica de papel, otro año también hizo la exposición de 'Origami andalusí' y en este -que acaba de terminar este pasado fin de semana- ha colaborado con la organizadora Olga Grymierski y ha participado en algunos talleres. «El origami es una pasión, no calculas el tiempo que estás haciendo algo, ni lo piensas... Al final esto se convierte en una forma de meditar porque tiene un proceso de hacerse con el papel y hacerte amigo de él, porque te dice por dónde puedes tirar y qué puedes hacer», asegura Juanoto Pérez.
Y en su día a día trabaja desde los pequeños mosaicos de la Alhambra hasta cuadros o lámparas hechas con papel vegetal. Porque el material que Juanoto Pérez utiliza no siempre es papel japonés: «Es muy complicado de encontrar, pero para trabajar uso desde cartulinas hasta papel vegetal y este con el que hago los mosaicos de la Alhambra, que es un tipo que ni la mujer que me lo vende me quiere decir el nombre», desvela el artista.
Diseño de moda, diseño gráfico, escaparatismo, dibujo... Tantas asignaturas que le rodean en su vida de profesor y todas con un punto en común: la creatividad. Esa que en cada momento suma un proyecto más para Juanoto Pérez, que para esta edición de la Semana Cultural de Japón tenía preparado un kimono hecho con origami pero sus problemas de salud han hecho que tenga que retrasarlo. Aunque el boceto que tiene iniciado es toda una delicia. Mientras tanto, Juanoto Pérez seguirá convirtiendo la Alhambra en origami. De lo andalusí a lo japonés, del arte a la matemática, de la vida a las circunstancias.
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