Juan Breva

Con Juan Breva el flamenco se extendió de tal manera en la capital de España que hizo que Leopoldo Alas 'Clarín' escribiera en su artículo 'Madrileñas' lo siguiente: «El cante es el único género artístico que prospera: cante en la Comedia, cante en Variedades, cante en Lara, cante en La Zarzuela, cante en Arderíus, el cante en el Martín. El cante ha derrotado a Echegaray».

Juan Breva intervino cantando durante su larga estancia en Madrid, de donde sólo salió para hacer giras por provincias y visitar a sus amigos de Málaga y Vélez-Málaga, en la zarzuela de Vital Aza y Ramos Carrión 'Trílogo', así como en las obras 'Diego Corrientes', 'El bandido generoso', 'Las cigarreras de Cádiz', 'La feria de Sevilla' y 'Luis Candela'. Cantó con las más destacadas figuras del flamenco, Silverio, Rita la Cantaora, El Canario, Niño Medina, El Mochuelo, El Pollo de Jerez, Antonio Revuelta, Fósforo el Viejo, Chato de Jerez, Las Macarronas, Las Coquineras, Matilde Prada..., y fue acompañado por los guitarristas Paco el de Lucena, Ramón Montoya, Rodríguez el Ciego, Maestro Bautista, etc.

Juan Breva fue amigo personal de Don Alfonso XII, al que vio por última vez en su venida a Málaga y Vélez con motivo del terremoto en Granada y Málaga en diciembre de 1884 y a su muerte el cantaor veleño expresó esa amistad al decir: «España ha perdido a su rey y yo he perdido un amigo». Y algo verdaderamente extraño. En la actualidad existen cantaores con mucha menos historia, menos cantes y menos acogida periodística que tuvo Juan Breva, y que gozan de gran popularidad. Los motivos, mejor no buscarlos. Pero si la Peña Juan Breva no existiese, su titular sería hoy un cantaor más entre los numerosos artistas que pueblan la gran galaxia de este arte. Gracias a la peña de su nombre, Juan Breva es hoy uno de los cantaores más estudiado, considerado y conocido en todo el mundo.