José María Luna, sobre su salida de la Agencia de los Museos: «No me voy a jubilar»

En un encuentro organizado por la Fundación Unicaja en su centro cultural de la plaza del Obispo con motivo del décimo aniversario de la institución, José María Luna aseguró que, aunque su nueva ocupación está en el Área de Turismo del Ayuntamiento de Málaga como asesor, va a seguir trabajado en el ámbito que ha sido su especialidad desde sus comienzo profesional. «En el espacio en el que estoy ahora precisamente lo que se me pide es que, a través de la cultura, promocione la ciudad de Málaga, así que sigo en la gestión cultural», aseguró el experto sobre sus nuevas funciones dentro del organigrama municipal. Y además dejó claro que el arte es su ámbito, por lo que abrió la puerta a proyectos privados. «La cultura no necesariamente se tiene que hacer desde lo público, también tengo mi vida propia», apuntó sin querer entrar en más detalles.

Otro de los puntos calientes de la charla, que incluso despertó la participación de la audiencia, fue el de la Málaga de los museos y el arte, tras el análisis publicado por SUR el pasado fin de semana en el que se destacaba el momento de crisis con la redefinición del CAC, la caída de visitas al Museo Ruso o la propia salida de Luna de la gestión de los museos municipales. Así, Julio Anaya trazó un paralelismo con hace una década, cuando se inauguró precisamente el Pompidou y el Ruso. «Me formé en un momento en el que había exposiciones todas las semanas, no solo de museos, sino de galerías y proyectos alternativos que cada vez hay menos, como la Casa Sostoa que hace poco terminó su proyecto o la galería de Ignacio del Río –trasladada a Villanueva del Rosario–», señaló el artista que en este momento expone en Barcelona, mientras que en el Museo Ruso exhibe su versión del 'Guernica' hasta el 17 de noviembre ya que se ha prorrogado una semana, como dijo Luna demostrando que sigue estando al tanto del centro que ha dirigió hasta hace poco.

«Hemos cambiado de apellido y hemos pasado de la Málaga Cultural a la Tecnológica», constató el artista sobre el nuevo perfil de moda en el que se está mirando la capital que, si bien tiene museos «maravillosos», conserva «más bien pocas galerías para una ciudad como la que tenemos». El tema también fue abordado por el propio José María Luna que volvió a vestir su traje de gestor para reclamar la influencia de los museos en el ámbito más próximo que, a su juicio, no está reconocido. «Aunque no éramos unos centros que habían nacido para mostrar el arte local –en relación al Pompidou, Ruso y Casa Natal–, porque para eso la ciudad tiene otros espacios, entendimos que teníamos que estar en contacto con el tejido creativo local desde el principio ya que las instituciones culturales no tienen razón de ser si no están en su comunidad», argumentó.

La charla también tocó el déficit de coleccionismo en España y en Málaga con respecto a otros países. Algo que constató el propio Julio Anaya, cuya obra ha dado el salto tras ser descubierta en el ámbito internacional, mientras que Luna puso el acento en la falta de cultura de adquisición de arte y en la dependencia excesiva de nuestro modelo de la compra institucional, que incluso ha provocado cierta «burbuja». La conversación pasó por el arte digital, un formato del que renegó Anaya pese a que por edad le corresponde. «Solo hacen llegarme mensajes para vender mi obra por NFT, pero yo creo en la relación directa con la obra de arte porque esa experiencia es fundamental», defendió el artista que desea volver a reencontrarse con Málaga. De hecho, ya prepara una nueva individual. Será en 2025 «si no se retrasa», apuntó el cotizado artista, cuyas obras apenas tienen tiempo de secarse en el taller.