Javier Salas
Festival de Teatro de Málaga

José Luis Gómez: «Acabo de cumplir mis primeros 80 años, estoy absolutamente en forma»

El fundador del Teatro de la Abadía demuestra su profundo «amor a la lengua» en 'Mío Cid', un ejercicio de juglaría en el siglo XXI que llega este domingo al Cervantes

Jueves, 21 de enero 2021, 23:55

Ha tenido que cumplir sus «primeros 80 años» para atreverse con este texto. Porque es ahora, con la serenidad de la experiencia acumulada, cuando se ... siente «en un momento de plenitud y optimización de los conocimientos» para afrontar esta gesta. José Luis Gómez lleva a escena el poema de 'Mío Cid' en la lengua del siglo XI pero de forma inteligible para el espectador del XXI, un complejo ejercicio de juglaría que este domingo (16.00 horas) hará en el Cervantes, en el marco del Festival de Teatro de Málaga. Una muestra más del cuidado por la palabra bien dicha y la devoción por el castellano de quien es fundador del Teatro de la Abadía y académico de la Lengua.

Publicidad

–Actuará en Málaga a las cuatro de la tarde. Imagino que mejor eso que tener que cancelar.

–Toda la sociedad se está adaptando, tenemos que hacerlo todos. No hay mayor problema.

–Recibirá además el premio Málaga de Teatro que le concede el festival. ¿Qué significa a estas alturas de la vida?

–Me encuentro en una situación personal y profesional óptima. Acabo de cumplir mis primeros 80 años, estoy absolutamente en forma. Pongo mucha atención en preservar mi energía, hago ejercicio, llevo una dieta adecuada, ensayo regularmente... Es un momento de la vida donde parece que todo se ha cumplido, pero sin embargo está lleno de expectativa y de enorme gratitud por la ocasión que he tenido de desarrollar mi trabajo en un país extremadamente difícil para la cultura. Nada que ver con Francia, Inglaterra o Alemania. Pero me siento de este país, lo amo. Y Málaga se ha convertido en el centro de la cultura de Andalucía.

–Tengo entendido que celebró su 80 cumpleaños confinado.

–Sí. El confinamiento ha sido un viaje hacia dentro. Ha habido tiempo para reflexionar sobre muchas cosas. Nos ha descubierto cuán dependientes somos, cómo nos necesitamos urgentemente unos a otros y cuán necesaria es la igualdad en este momento social.

Publicidad

«Yo me siento un patriota: un hombre que ama a su país y quiere aportar algo»

–También ha vuelto a poner de manifiesto que la cultura es la última de las preocupaciones para las autoridades.

–En España sí.

–Pero, curiosamente, en Francia y Alemania los teatros están ahora cerrados.

–Sí, pero atención, la protección social que tiene el mundo de la cultura no tiene comparación. Hablemos de los 'intermitentes' en Francia o de la red de 180 teatros públicos con contratos a sus actores por varios años. Esto aquí ni soñarlo. Si los teatros están cerrados, los actores siguen cobrando. Y para estos países, cultura y respeto internacional vienen a través de la protección a su lengua. ¿Y dónde se emite la lengua con su mejor sentido y su mejor sonido?

Publicidad

–En el teatro.

–Eso es, en el teatro. Creo que en la clase política española, en general, hay escasa ilustración. Nos encontramos con un fenómeno curiosísimo. Más allá del inglés, el español es la gran lengua vehicular del mundo con el chino, pero eso no se refleja en una preocupación con respecto a la lengua.

–'Mío Cid' es todo un homenaje al castellano.

–En parte, yo lo he hecho por amor a nuestra lengua. Lo emito en la lengua del siglo XI, de hace mil años. Pero la hago inteligible para el público de hoy. Este trabajo tiene que ver con mi preocupación por nuestra lengua.

Publicidad

–Es una llamada de atención sobre el uso que hacemos de ella.

–Sí, porque el 'Mío Cid' es el primer gran texto en castellano escrito. Es una absoluta genialidad lo que hizo el juglar anónimo. Lo que yo he hecho es un ejercicio de juglaría en el siglo XXI. Hago apelación a instrumentos de juglaría que se utilizaban en el siglo XI, que curiosamente tienen mucho con ver con a lo que ha llegado el teatro hoy, el teatro posdramático. Porque el juglar no podía detenerse a encarnar un personaje, tenía que circular a través de muchos, y era un narrador al mismo tiempo, y esas son características del teatro más contemporáneo.

«La pandemia nos ha descubierto cómo nos necesitamos urgentemente unos a otros»

–Esto es fruto de la experiencia, hace 20 años ni se lo hubiera planteado.

–No (ríe), sin duda que no. Tiene que ver con que me encuentro objetivamente en un momento de plenitud y de optimización de los conocimientos y las facultades.

Publicidad

–En la calle la lengua sufre un profundo deterioro, ¿también en el teatro?

–La alocución escénica en España no tiene un desarrollo similar al que tiene en el resto de los países europeos que he frecuentado. La alocución escénica en España ha estado bajo mínimos.

–Y además, se prima un rostro conocido sobre otras cualidades.

–Pero eso es una enfermedad que siempre ocurrió, siempre estuvo ahí. Y no importa que esté.

–Esta obra, ¿es también un tributo a la patria? Es la gesta de un hombre leal a su país.

Noticia Patrocinada

–El actual director de la Real Academia Española, un grandísimo jurista, don Santiago Muñoz Machado, ha publicado extraordinarios trabajos sobre la Constitución, el castellano en el mundo... Hace un tiempo le pregunté: 'Pero cómo es que trabajas tanto, es un libro detrás de otro'. Y me dijo: 'Yo soy un patriota'. No es un patriotero, es un hombre que ama a su país y que quiere contribuir, aportar algo. Y yo me siento así. En ese sentido es un homenaje a nuestra tierra, al sitio donde hemos nacido y a las personas que la habitan. Del país, lo que llamamos patria, formamos parte todos, aunque algunos no quieran como ya sabemos.

–Es cierto que el término patria parece devaluado.

–Es que hay mucha gente que lo quiere usurpar.

–También se habla de lealtad al rey en este 'Mío Cid', un tema hoy muy controvertido.

–La circunstancia actual no pone en cuestión la institución, sino más bien a una persona. La institución ha cumplido un servicio extraordinario en la historia reciente española, si hay democracia es por esa razón. Se nos olvida continuamente de dónde venimos: el dictador quiso dejar las cosas atadas y bien atadas para que nada cambiara, y sin embargo cambió por voluntad de alguien que era un monarca. Otra cosa es que determinados comportamientos de determinadas personas conlleven responsabilidades. Eso me parece absolutamente justo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad