Javier Calleja posa en Seúl junto a la escultura 'No art here'. CCOC, Nanzuka Underground, Calleja Studio

Javier Calleja suma Seúl a su expansión asiática con una gran exposición individual

El malagueño conecta con sus orígenes en una muestra donde juega como nunca con la concepción del espacio. «Me he permitido el lujo de volver a ser yo»

Jueves, 11 de julio 2024, 00:49

Hong Kong, Bangkok, Shanghái, Tokio y ahora Seúl. Javier Calleja continúa su expansión en Asia con su primera gran exposición individual en la capital de Corea del Sur. Alrededor de 180 cuadros, dibujos y esculturas con los iconos de su producción más reciente ocupan el ... Hangaram Art Museum del Seoul Arts Center, un inmenso complejo consagrado al arte en la ciudad coreana. El artista malagueño muestra en 'No art here' –organizada por CCOC, Nanzuka Underground y Calleja Studio– sus piezas más representativas, pero lo hace como nunca antes, con una puesta en escena casi inmersiva, interviniendo las paredes e incluso el suelo, y alterando la disposición lógica de los lienzos. Un paso más en ese espíritu lúdico, travieso e irónico que le conecta con sus orígenes y que le ha convertido en un reclamo en todo el mundo.

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A Calleja no le gusta hablar de conquista, ni de gesta asiática. Esto es, dice, «parte de un camino» del que le queda todavía mucho por andar. Pero hay realidades de las que resulta difícil abstraerse: «Te hacen sentir como una estrella del rock», admite cuando habla sobre su recibimiento en Asia. «En España muchas veces conocen la obra, pero no al artista. Aquí te reconocen por la calle», explica Calleja al otro lado del teléfono, con siete horas de diferencia. Es más, se ha creado un auténtico fenómeno fan: durante el montaje varias personas se han colado en el museo para pedirle un autógrafo. Y, como ya es habitual, la obra nueva que aquí se exhibe hasta el 27 de octubre está toda vendida antes de la inauguración de este viernes.

Una de sus últimas creaciones. Calleja Studio

Fiel a su lema «simple, pero no fácil», Calleja inunda el Hangaram Art Museum de personajes divertidos, desenfadados y llenos de color que encierran mensajes que invitan a la reflexión. Están desde esos niños de ojos grandes y brillantes en lienzos que superan los dos metros de altura hasta el gato Mr. Günter –una de las últimas incorporaciones a su particular universo– pasando por su famosa serie de cabezas superpuestas ('Heads'). Pero están de una manera diferente, y eso hace que todo parezca distinto.

«Me he permitido el lujo de volver a ser yo», admite el malagueño. Se ha tomado tiempo para preparar este proyecto, seis meses en los que ha estado enfocado casi exclusivamente en el diseño de esta propuesta. Y, además, ha contado con el presupuesto y el apoyo necesario del museo para «soñar», algo que no siempre sucede. Más de veinte personas, muchas de ellas de su equipo en España, han trabajado directamente en el montaje, en el que Calleja se ha dado el gusto de «pensar cada esquinita de sala» y de dedicar, por ejemplo, toda una estancia a sus toys. «He podido disfrutar de esta exposición».

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Obras emblemáticas de su trayectoria se muestran de un modo diferente, en un montaje diseñado durante meses desde Málaga

Aquí se atreve a crear una instalación con lienzos gigantes: inclinados hacia todas las direcciones y unos apoyados en otros, como quien compone un puzzle. Es un guiño a uno de sus primeros trabajos, de la época en la que aún creaba en miniatura, donde colocaba piezas geométricas que se movían dentro de un marco adoptando distintas formas. Y también aquí lleva al límite su juego con las dimensiones y el espacio. Vuelve el Calleja 'Gulliver', con una gran pared dedicada a un solo cuadro o a una única pieza. Como la que recibe al visitante: una sala en blanco ocupada únicamente por una mano que sale del muro con el lema 'No art here', la mitad de una de sus esculturas más emblemáticas que da título a esta exposición y que seguro muchos recordarán de su exposición en el Centro Cultural Fundación Unicaja.

Una frase con un tono irónico, pero también reivindicativo sobre el concepto mismo de la creación. «Porque, ¿quién decide lo que es arte y lo que no es?», se pregunta Calleja sobre esa «mochila» que cargan con frecuencia los artistas. Es también una crítica a lo «difícil» que muchas veces resulta ser creador en España. «Y no hablo de bajar el IVA, simplemente de preguntarle al artista qué necesita. Falta comunicación y respeto», declara.

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De Seúl viajará directamente a Tokio para ultimar sus próximos proyectos. Su obra se verá después en la feria París + de Art Basel y en noviembre inaugurará el nuevo espacio de Almine Rech en Nueva York con lienzos, dibujos y esculturas inéditas. De un extremo a otro del mundo. «Y eso solo es posible por el gran equipo que hay detrás», concluye.

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