Irene Estévez: «Este año he tenido muchos bajones, todo se me venía abajo, no le veía el fin»

–Lo primero, felicidades. ¿Qué tal fue su cumpleaños?

–¡Gracias! El cumple fue muy bien, aunque tampoco he podido hacer mucho. Estuve un ratito con mis amigas y también con mi familia.

–Llegó este pasado lunes de Alicante, ¿no?

–Sí, voy todos los veranos al 'Russian Masters Ballet Camp', un curso al que voy desde que tenía doce años. Allí he estado tres semanas de julio, es un intensivo de verano donde vienen profesores internacionales y nos dan masterclass de todo tipo: ballet, contemporáneo, interpretación... Allí siempre van directores de varias escuelas de Europa para ver nuestro nivel y fichar alumnos para sus escuelas. El director de la de Bruselas vino a mi clase y por lo visto le gusté y me aceptaron en la escuela de Bruselas (Brussels International Ballet). Como ya tengo 19 años entraré en el último curso y ya de ahí cuando me gradúe habrá un jurado de directores de compañías y tendré la posibilidad de trabajar en alguna de ellas. Eso me viene bien porque desde que llegué en mayo después de la cuarentena he estado en Málaga intentando hacer algo.

–¿Al Bolshói ya no pudo volver?

–Desde que llegué en mayo no he podido, ha sido imposible porque allí está todo cerrado y no hay manera de entrar. Tengo toda mi ropa de invierno allí en la escuela. Y antes de que empezase el confinamiento hice una audición para una compañía de Moscú y fui aceptada para empezar como aprendiz de bailarina para ir cogiendo tablas. Pero tuve la mala suerte de que nos confinaron la semana siguiente. He estado todo el año intentando volver pero no se puede. Me da muchísima pena, ya tenía mi posición allí. Pero bueno...

–Bueno, ahora llega de Alicante con las pilas recargadas al saber que volverá a una escuela...

–Sí, empezaría en septiembre. Tener la oportunidad de volver a bailar en condiciones, con gente, con profesores, es increíble. Después de este año en el que he tenido muchos bajones y al que no le veía el fin... Veía que todo lo que tenía logrado se me venía abajo y cuando me enteré de esto el domingo no podía dejar de llorar, al igual que mi madre, porque ya casi no le veíamos salida a nada. Ahora estamos informándonos de todo para poder estudiar y recuperar este año perdido. Pude disfrutar del Bolshói gracias a la Fundación Málaga y confío en que me sigan apoyando. En casa tengo un cuartito de ballet, pero bailar solo ahí ha sido duro.

–Aunque haya sido un año de parón hemos podido ver a Irene Estévez por televisión.

–Primero fue en Canal Sur, en 'Tierra de Talento', que me invitaron a una gala de Navidad. Ahí preparé 'El Cascanueces', que es lo que más pega en esa época. Está guay eso de ir a la tele, conocer gente, a famosos...

–Y ha estado en el equipo de Lola Índigo en el programa 'The dancer', de Televisión Española.

–Lola Índigo me encanta, la escucho un montón y cuando dijo que me escogía para su equipo me quedé en 'shock'. Cuando me propusieron ir a ese programa no me gustó mucho porque lo que yo hago es ballet clásico y en televisión lo que se busca es el 'show'. Pero como tampoco había estado nunca en un concurso así, pensé que me vendría bien volver a subirme al escenario y volver a tener inspiración.

–Pudo hacer ballet, aunque con otro toque más actual...

–Sí, la primera audición sí que fue totalmente clásica porque yo llegué al programa para reivindicar el ballet en España. Aquí apenas tenemos compañías y la gente no lo valora, no está en nuestra cultura. Pensé que si iba allí la gente vería lo bonita que es la danza clásica y que podrían ver y disfrutar lo que es a través de mi baile. En la segunda fase sí que me pidieron que lo fusionara. Para mí fue duro y lo pasé regular porque, al fin y al cabo, no era mi estilo. Me tuve que salir de él y bailar con zapatillas de punta y técnica clásica algo que era totalmente moderno. Pero al final salió bien, hice un tema de 'Burlesque' de Christina Aguilera con un baile neoclásico y una coreografía que hice yo misma. Me costó bastante, pero lo conseguí y fue una buena experiencia la de la televisión. A raíz de eso me conoce más gente. Y esa era mi intención, que la gente lo viera y que identificara al ballet conmigo. Y que se reconozca el trabajo, que es durísimo. Menos mal que gracias a Dios tengo el apoyo de mi familia que nunca me abandona, que viene a todos lados conmigo. Hoy día los pilares de mi vida son la danza y mi familia.

–Le vemos muy activa en redes sociales, ¿es muy 'tiktokera'?

–(Risas) Sí, la verdad es que yo me apunto a todo. Me gusta mucho Tik Tok: ya sean los vídeos de risa, los de baile, cualquier cosa... La verdad es que me lo paso muy bien con eso y cuando tengo tiempo libre aprovecho y lo utilizo un poco. También me viene bien para que me sigan conociendo con la danza clásica.