India Martínez: «Intento que nada me haga sentir pequeña, los machistas conmigo lo tienen difícil»

–Está ya en la cuenta atrás para el debut, ¿cómo se siente?

–A tope. Ya no desconecto del todo y hasta sueño con el guion, las canciones, los poemas…

–¿Le ha tenido que echar valor para dar este salto?

–Yo es que no me doy cuenta de esas cosas. Me dejo llevar (ríe). Pero me veo desde fuera y es como… ¡que estoy haciendo teatro, que estoy aquí trabajando con unos pedazos de actores! Son grandes profesionales de los que voy aprendiendo cada día. Me lo estoy pasando increíble. Yo no me paro a pensar en que estoy en algo nuevo para mí. Lo disfruto y aprovecho el tiempo para prepararme y dar lo mejor de mí.

–Hay infinidad de actrices que nunca serán dirigidas por Saura. No es un mal estreno.

–Claro, es que no podía permitirme decir que no por miedo o por sentirme fuera de mi hábitat. Le vi la conexión rápidamente. Alberto Amarilla me dice 'es que eres lorquiana, tía' (ríe). Nos reímos mucho porque es como si Lorca estuviera ya dentro de mí.

–Pero lo lorquiano tiene un punto trágico, y no parece que eso encaje con usted.

–Asociamos lo trágico a Lorca por cómo murió, pero realmente él era un tío súper divertido. Impregnaba de alegría todo lo que hacía. Aunque claro, hay momentos más oscuros, como su viaje a Nueva York. Pero en su vida no era así. Era un tío alegre, bohemio, inspirador y artista por todos lados.

–Y ahí es donde conecta con él.

–Sí, esa mezcla de la melancolía con la alegría, la espontaneidad, la pasión por la música y la poesía. Hubo un momento en el que no sabía si sería músico o poeta. Era un amante de la música popular, igual que yo.

–¿Y usted anda ahora también en ese punto de no saber si es actriz o cantante?

–Las dos. Estoy viviendo un proceso parecido porque, mira, me he venido a vivir a Madrid una temporada igual que cuando él entró en la Residencia de Estudiantes. No sé, siento una conexión muy bonita y especial. A veces es difícil incluso explicarlo.

–¿Le preocupa que le consideren una intrusa?

–No quiero ser eso, por supuesto, voy desde el respeto y el cariño. Pero creo que en el arte no debes sentirte como un intruso porque tú te estás preparando para algo con todo el respeto y el amor. Ahí sobra esa palabra.

–Y, en el fondo, hay mucho en común. Cuando canta, también interpreta.

–Claro. Saura y todo el equipo estuvieron barajando varias posibilidades para hacer este papel, porque la música está muy presente. Y no querían una actriz que cantase, querían una cantante que actuase. Yo estoy en el escenario y hago lo que yo sé hacer, no me siento fuera de eso.

–Y Saura ha querido que sea una mujer quien dé voz a Lorca. ¿Por qué?

–El teatro te permite esas licencias. El arte de Lorca no tiene género y es atemporal. Podemos vivirlo en estos tiempos. Yo soy su álter ego. No soy realmente Lorca, no soy ese niño, pero llega un momento en el que sí, en que me lo creo y estoy dentro de su vida.

–Es decir, se llega a creer Lorca.

–Sí, sí. ¡Estoy ya Lorca perdida! (risas) Empiezo ya meterme tanto en la historia, en el papel, en ese mundo… Lo estoy disfrutando y estoy súper agradecida de esta oportunidad, porque jamás me la hubiera imaginado. He hecho teatro de pequeña, he participado en 'casting', he dado cursos intensivos de interpretación en Madrid, he hecho clown en Sevilla, y ahora todo eso cobra sentido.

–Entonces tampoco llega de nuevas a esto.

–No es de cero, pero para la gente, sí. Porque yo no lo suelo comentar. Cuando hay algo que no controlo, no lo muestro de mí. Pero ha llegado el momento de compartirlo con mi gente y con el mundo, con quien quiera ver esa mezcla de música, poesía e interpretación.

–Sabe que cualquier obra de teatro o película que aborde la Guerra Civil reabre heridas y levanta críticas. ¿Está preparada para eso?

–Tenemos que tener claro que estamos hablando del pasado. Si hablamos de la guardia civil, por ejemplo, no es de la actual, es de la guardia civil de la época. Hablamos del entorno, de las mujeres y los hombres que rodearon a Lorca, y todo llevado al mundo artístico. Tenemos que ser conscientes de eso. No estamos ni de un bando ni de otro. Estamos recreando la vida de Lorca rodeada de arte por todos lados, dándole sitio al teatro y a lo importante que es en nuestra cultura y en nuestra sociedad.

–En cualquier caso, me temo que usted está ya acostumbrada a lidiar con 'haters' en las redes sociales.

–Hay veces que te asombras. Hay algunos que están muy aburridos y quieren buscarte todo el rato. Pero yo me río de todo eso, de cómo entran al trapo por todo y sacan cosas fuera de contexto. Ya estamos por encima de eso.

–¿Ha conseguido que no le afecte, que no le condicione en sus actos?

–Le suelo echar cuenta a las cosas positivas, salvo que sea algo constructivo de lo que puedo aprender. Pero los cuatro tontos que hay comentando cosas absurdas sin fundamento no me afectan. Lo que pasa es que algún día te puede pillar de bajón o de mala leche y respondes 'pues esto tú'.

–¿Siente que a usted le juzgan más duramente por ser mujer?

–Me ha pasado que por salir con una vestimenta diferente o que enseñe un poco más, salten los machistas y las machistas, que también hay. Te das cuenta de que no puedes gustarle a todo el mundo, de que hay muchos malos rollos y muchas envidias. Yo no le hago daño a nadie y, pese a eso, a veces se meten conmigo y me insultan. El mundo está fatal. Si esa gente que critica le prestara más atención a sus propias vidas, no estarían tan frustrados ni tendrían tanto odio.

–Aflora ese machismo que muchos niegan.

–¡Y mira cómo hemos empezado el año en materia de violencia machista! Claro que existe. Estamos en el camino, pero tenemos mucha lucha por delante. Por eso hice la canción 'A ti, mujer', para recordar que hay mucho por hacer. Parece mentira, con todo lo que ha llovido, que una simple foto en bikini despierte tanta controversia. Y eso es lo de menos. El problema es cuando ese machismo lleva a una muerte y al miedo que sienten muchas mujeres todavía.

–¿Le han hecho sentir menos por ser mujer?

–A veces no nos damos ni cuenta, a veces son micromachismos que están a nuestro alrededor y de los que no somos conscientes. Yo intento que a mí nada me haga sentir más pequeña. Conmigo los machistas lo tienen difícil.

–¿'Lorca por Saura' será un hecho aislado o seguirá por ese camino?

–Vamos a ver qué pasa, dejemos que hable por sí sola. Si gusta y me sigue picando la curiosidad, yo encantada. Pero siempre con mi música de la mano.