Una fotografía publicada a mediados de julio detonó la expectación. En ella, Pedro Almodóvar posaba junto a Tilda Swinton con mascarilla, anunciando así su primer proyecto en inglés, un corto de 30 minutos (el tiempo límite que separa a este formato del mediometraje) en el ... que dice sentirse más libre que nunca. Lejos de ser un mero experimento pandémico, 'La voz humana' es de lo mejor que ha firmado Almodóvar en mucho tiempo, una auténtica exhibición de estilo en el que encontrarse trazos de todas sus obsesiones. El tándem que forma con Swinton, desde los ochenta admirándose de forma mutua, se quedará en la retina para siempre. Pese a su duración tan reducida y la sensación de dejarte con ganas de más, estamos ante una pequeña obra maestra; la embajada cromática de un universo de emociones.
La voz original
Jean Cocteau publicó La voix humaine' en 1930 pensando en que la interpretara Edith Piaf (algo que nunca sucedió) y, a partir de entonces, la historia ha encontrado muy diferentes adaptaciones, desde piezas teatrales hasta una ópera de Francis Poulenc. El monólogo original trata de una mujer que llama por teléfono desde París al hombre que fue su pareja durante cinco años y que va a casarse con otra. Ese perfil de mujer despechada ha sido un referente en la filmografía de Almodóvar; esta no es, desde luego, la primera vez que Almodóvar se sirve de esta pieza como inspiración. En 'La ley del deseo', Carmen Maura interpreta a una actriz transexual, Tina Quintero, que trabaja en una adaptación de la misma obra. Y, un año después, Maura vuelve a interpretar a otra actriz abandonada en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' y aquí la conexión con Cocteau es, si cabe, más evidente; el texto de 'La voz humana' parece estirarse hasta sus últimas consecuencias enfangado en el thriller y en la comedia que, al final, con el teléfono y el contestador destrozados, se hacen con la trama. Y también hay mucho de mujer abandonada en 'La flor de mi secreto', en la que Marisa Paredes, en una de las escenas más míticas, se pregunta si hay alguna posibilidad, por pequeña que sea, de salvar lo suyo.
Un acto de venganza
'La voz humana' de Almodóvar renueva el contexto a una actriz con éxito en lo profesional pero con una vida destrozada. La sumisión del texto original se transforma en un acto de venganza (hay una secuencia con un hacha que es sencillamente sublime). La dirección de fotografía de José Luis Alcaine nos acerca a una paleta de colores que nos resulta muy familiar, Juan Gatti vuelve a diseñar unos títulos de crédito espectaculares y la música de Alberto Iglesias también ayuda a que nos sintamos, por así decirlo, cómodos en un universo que ya hemos visitado otras veces. La dirección artística y el vestuario de la actriz son un espectáculo, con muchas actualizaciones respecto a la pieza original. El teléfono de Cocteau se sustituye por los Airpods de un iPhone. Hay unas colosales gafas de Tom Ford (modelo FT 0764) y una cafetera Nespresso en primeros planos. Hay cuadros y libros reconocibles y tantas firmas (Chanel, Balenciaga, Loewe) que a veces parece un supervitaminado anuncio publicitario. El sobrecogedor parecido que tiene Tilda Swinton con David Bowie parece explotar en una escena en la bañera. Hay también un giro con varios planos que nos enseñan que estamos en un decorado, en una ficción, a lo Bertolt Brecht. Esta joya puede verse en Málaga capital por 4,90 euros en Yelmo Vialia y por 5 en el Cine Albéniz (donde, además, no ponen 15 minutos de tráilers). No hay opción de verla con doblaje al castellano: Tilda habla poco y con una pronunciación nítida, una voz que nos llega al alma en un cine estilizado, un colorido disparo de emoción aburguesada que encuentra el centro de un corazón que siempre está abandonado.
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