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Sobre la mesa hay agua y frutos secos. En el sofá, buena compañía, de esa con la que no hace falta poner ninguna excusa para quedar y hace que te sientas como en casa. De hecho, el Hotel AC Málaga Palacio ha sido su casa ... en más de una ocasión, tanto en diversas ediciones del Festival de Málaga como en la gran pantalla con 'Tregua(s)', película protagonizada por él junto a Bruna Cusí, además de ser coproducida por su propio sello Producciones La Cochera. Salva Reina pasea por el hotel con una mochila llena de anécdotas y más de siete proyectos por estrenar en este mismo año. «Me siento muy afortunado de corazón, gracias a la vida, la energía, Dios, la naturaleza o los productores, siento que tengo una racha muy buena, algo que es de agradecer porque esta profesión es muy inestable y tiene un porcentaje de paro muy alto», confiesa el actor nada más empezar la conversación.
Esta visita a su Málaga es exprés. Viene a presentar 'Tu madre o la mía: guerra de suegras', de Chus Gutiérrez, que se estrenó el viernes 2 de agosto, con actrices como Carmina Barrios y la mexicana Patricia Bernal como compañeras de reparto. Llega en agosto, plena época de bodas, con el conflicto que supone organizar una. «Es una comedia familiar que bebe de muchos conflictos, choques culturales, de clases económica y de querer imponer tu criterio sobre el de otro, en la sociedad que estamos organizar una boda se ha ido de las manos, ahora es como organizar un musical, es posible que rompamos más de una pareja que esté pensando en casarse», asegura Salva Reina entre risas.
De las manos también se ha ido el éxito del productor malagueño, que ni él mismo sabe cómo definirlo. «Me siento muy afortunado cuando la gente se acuerda de mí para contar sus historias e igualmente desde el otro lado, cuando la gente elige La Cochera para exponer su trabajo, que al final es como desnudarse, me parece algo increíble», asegura el malagueño, que tiene claro que el hecho de que su sala siga abierta ya es en sí un milagro. La programación del próximo curso ya está casi completa y de ahí mismo nació su propia productora teatral y audiovisual con la que tiene ya dos largometrajes estrenados. «Seguimos trabajando en contar historias y en la cultura de Málaga, tenemos que apostar por las pymes para que se pueda trabajar desde esta ciudad hacia el mundo y no al revés», señala el actor, quien adelanta que a sus dos propios largos se sumará pronto 'Hora y veinte', un nuevo thriller protagonizado por Macarena Gómez, Emma Suárez y Roberto Álamo que espera ver la luz este mismo año.
La nueva película a punto de estrenarse tiene como protagonistas absolutas a las suegras de los novios, fuera de clichés románticos. En plena organización de boda, con un papel cómico y noble, Salva Reina se identifica con el personaje que protagoniza en que es un hombre «noblote, buena gente, que no quiere conflictos y quiere agradar», ya que hay ocasiones a las que no sabe cómo ha llegado por el hecho de no saber poner límites. Sin embargo, como pieza esencial en el engranaje de numerosas historias llevadas al cine y a las tablas del teatro, el malagueño confiesa que es muy bonito sentirse dirigido, partícipe y que «estás remando a través de lo que puedes dar para contar el mensaje que una persona quiere transmitir».
Eso mismo ha experimentado con un papel completamente diferente al filme de la boda. Un mes después, será 'El 47', la película escrita y dirigida por Marcel Barrena y protagonizada por Eduard Fernández, la que llegue a los cines de toda España, con el actor malagueño como uno de los personajes principales. «Es una historia real de un barrio de Barcelona que se llama Torre Baró, creado por inmigrantes andaluces y extremeños, en la que se habla de cómo esas personas lucharon por su dignidad y cómo consiguieron que el autobús llegara al barrio, y no cuento más que no quiero hacer 'spoiler'», asegura Salva Reina.
A estos proyectos se suman otros como '¿Es el enemigo? La película de Gila' de Alexis Morante, película que asegura «dará mucho de qué hablar», pero de la que aún no puede concretar fecha, así como la serie 'Legado' junto a José Coronado; 'Mano de hierro' o ¿Quién es quién?', entre otros proyectos. Una larga lista de largometrajes, series y algún cortometraje que el actor combina con sus funciones de teatro con 'Abre fácil' o 'Prohibido echarle cacahuetes al mono', con las que gira por todo el panorama nacional. Para él, elegir entre el cine o el teatro es como elegir entre papá o mamá, pero asegura que si no le quedara otra, tiene asumido que el teatro es algo que solo ocurre esa noche, una magia única que con el mismo texto, cada día es diferente y tiene un feedback «inmediato, primitivo y maravilloso».
A Salva Reina no se le agotan las ideas, ni las ganas de trabajar, aún menos viviendo su «mejor momento», en el que nunca se habría imaginado. ¿Cómo se gestionan tantas cosas al mismo tiempo, dónde queda tu tiempo libre? Al malagueño la pregunta le hace recordar cuáles han sido sus mayores aprendizajes en los últimos años. «Al final vas grabando un proyecto detrás de otro, aunque los estrenos no los controlas pero no suelen coincidir, sí es verdad que hay que encontrar tiempo para uno mismo, para la pareja, los amigos, la familia… Y, sobre todo, tiempo para ti de calidad, es cuestión de organizarse y con la edad vas aprendiendo a valorar esa parte que se nos olvida, y te lo digo yo que soy bastante culo inquieto», confiesa el actor, que tiene claro que Málaga cada vez está dando más pasos para que haya una red de empresas culturales que hagan posible que salgan historias desde aquí, pero que aún queda mucho por hacer.
«El reto para que podamos subsistir y crecer es que contemos las historias desde aquí». De hecho, la próxima película que su propia productora tiene entre manos es 'La vida por detrás', de Javier Rodríguez, con la que ganaron una de las ayudas al desarrollo del Festival de Málaga. En este sentido, la gran pantalla vuelve a ser tema de conversación, ya que para el malagueño es esencial que la gente recupere el gusto por ir a las salas de cine que, al final, son espacios físicamente construidos para ver historias con una calidad y un sonido que jamás podrá ser igual que la experiencia de ver el audiovisual en casa. «No hay nada como reír en comunidad, entablar una conexión con el resto de espectadores respecto a lo que estás viendo, eso es algo irrepetible».
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