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CRISTINA PINTO
Sábado, 12 de noviembre 2022, 00:21
Ya van varios días en los que el nombre de Paco Hernández resuena en la ciudad de una forma más especial de lo habitual: el ... jueves se instaló –por fin– su obra 'Dánae' en la colección permanente del Museo de Málaga, el viernes por la mañana se inauguró una glorieta en Parque Clavero con su nombre y, por la tarde, una conferencia reivindicaba todo eso y mucho más. «Estoy aquí como homenaje a mi amigo Paco, persona con la que disfruté en la vida de la vida y en vida». Así lo recalcó el periodista Pedro Luis Gómez, protagonista de esta charla que repasó y recordó los mejores momentos del artista desde el salón de actos del Museo de Málaga. Además de hacer un llamamiento a «todos esos errores que se están empezando a enmendar» en honor al pintor melillense, Hijo Adoptivo de Vélez-Málaga y referente del arte contemporáneo desde los años 50.
«Fui su amigo y él fue mi amigo. Le prometí que su nombre tendría el reconocimiento que debía en su Málaga querida», apuntaba Pedro Luis Gómez. Ante él, una sala casi llena entre la que estaban los hijos del pintor: Marta, Carmen, Francisco y María Jesús; la consejera de Economía, Hacienda y Fondos Europeos de la Junta, Carolina España; la delegada de Cultura, Gemma del Corral; el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga, José Manuel Cabra de Luna, y muchos más entre familia y amigos. Todos mencionaron y echaron de menos a Antonio Garrido Moraga, quien tanto luchó por el reconocimiento de Paco Hernández, al igual que lo han hecho Jesús Lupiáñez, Francisco Delgado Bonilla y el mismo Pedro Luis Gómez.
Sin poder evitar emocionarse comenzó el periodista la conferencia que luego acabó con una sonrisa de esas de las buenas al recordar a alguien tan querido. 'Diez años sin Paco Hernández. El genio sigue vivo' era el título de esta charla y así mantuvieron el recuerdo, vivo: «Él era lo que era, un genio y así había que comprenderlo. Era crítico con todo, sin pelos en la lengua y amable. De vez en cuando llegaba con el pelo lleno de pintura y decía: 'Me llegó la inspiración y llevo toda la noche pintando. La inspiración llega pocas veces, Pedro, por eso hay que trabajar mucho para aprovecharla cuando te venga'», recordaba Pedro Luis Gómez entre risas esos momentos con el pintor. «Aquí está ya Paco Hernández, en el Museo por el que tanto luchó», añadía.
Y recordó esos desayunos en Las Yucas de Torre del Mar, en los que el periodista no podía evitar acordarse del que fue su amigo y compañero Fernando González y donde se encontraban con artistas como Paco Hernández o Evaristo Guerra, ambos reconocidos en la Axarquía. También rememoró esos últimos diez años de vida del artista a través de una mirada a su obra: «En esa última etapa fue clasista e innovador con una combinación perfecta: Romanticismo, modernidad, libertad... Y ahí está la clave de 'Dánae'. Él decía que en el arte si no había valentía, no había creación; nunca pensó en lo comercial, es el artista menos diplomático que he conocido en mi vida y trabajaba todos los días de su vida menos el Viernes Santo, que miraba al cielo para dar gracias a Dios», detallaba momentos Pedro Luis Gómez.
En una de las tantas entrevistas que el periodista le hizo, en una en Las Yucas, él se lo confesaba: «Amo la pintura hasta el exceso». Entre recuerdos, Pedro Luis Gómez repetía una y otra vez la importancia de seguir reivindicando la obra de Paco Hernández: «Se le pidió Medalla de Andalucía, que entrara en círculos académicos y universitarios... Como decía Antonio Garrido: 'Someter a un artista al exilio en silencio es duro'. Y eso, con Paco, se hizo», lamentaba el periodista durante la conferencia. Carmen, Marta, María Jesús y Francisco Hernández, hijos del pintor, tienen mucho que ver en que todos estos acontecimientos estén ocurriendo o, como decía Pedro Luis Gómez, «se están alineando los astros». «Sus hijos han sido permanentes en este deseo de su padre, que quería que la obra estuviese en el Museo de Málaga», completaba.
Otra de las propuestas de donación que hizo la familia fue 'Pelotón', obra de 2008 que Pedro Luis Gómez no dudó en ensalzar: «Es una de las grandísimas obras de la pintura contemporánea y ruego que se adquiera para goce y disfrute de todos los ciudadanos; este cuadro no puede quedarse en casa de los Hernández», reclamaba. Y concluía visualizando la imagen del pintor: «Ahora está dándose una vuelta con Miguel Ángel, discutiendo con Pablo Picasso y está 'cabreao' y diciendo: 'Mira que han tardado en recoger el cuadro'».
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