![Las dos 'Alegorías', colgadas en su actual ubicación del Museo de Málaga en la Aduana, fueron incautadas duranela Guerra Civil](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202210/03/media/obras-incautadas.jpg)
![Las dos 'Alegorías', colgadas en su actual ubicación del Museo de Málaga en la Aduana, fueron incautadas duranela Guerra Civil](https://s2.ppllstatics.com/diariosur/www/multimedia/202210/03/media/obras-incautadas.jpg)
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Es un argumento muy novelesco. De hecho, abundante literatura basada en hechos reales, sobre todo en el caso de los nazis, ha retratado la recuperación de obras que fueron requisadas o secuestradas a sus legítimos dueños en la II Guerra Mundial. En España se ha conocido el episodio de la evacuación del Museo del Prado durante la Guerra Civil, aunque no se había abordado hasta ahora todas aquellas piezas que fueron incautadas entre 1936 y 1939, tanto por la República como por el bando franquista, y que pasaron a colgar de las salas de los centros expositivos estatales. Ahora, el Prado lidera una investigación pionera sobre el origen de estos fondos, de la que el primer paso ha sido la publicación de una lista de 25 obras provenientes de confiscaciones en la Guerra Civil. Dos de ellas están depositadas en el Museo de Málaga y se exhiben en la colección permanente en la Aduana.
Apenas entramos en la sala 1 de la sección de Bellas Artes, aparecen los dos óleos investigados que ya en su título avanzan que son obras mellizas del mismo padre: 'Alegoría del Antiguo Testamento' y 'Alegoría del Nuevo Testamento', ambas con la firma del maestro decimonónico José González de la Vega y Bocanegra. Llevan en el museo desde 1962 y están expuestas en la actual sede del Museo de Málaga desde que se inauguró la remodelada Aduana en 2016. Y aquí seguirán por el momento, aunque su futuro depende de la investigación promovida por el Prado y que dirige el catedrático y experto en patrimonio y Guerra Civil, Arturo Colorado, que indaga en el origen y la forma en la que estos cuadros de más de metro y medio de altura fueron incautados por el Servicio de Recuperación Artística que puso en marcha en 1937 el bando franquista.
Según el informe preliminar publicado por la principal pinacoteca de nuestro país y propietaria de las obras, las dos 'Alegorías' son de las pocas piezas de la lista que tienen identificado un nombre en su «procedencia'': el crítico de arte Antonio Méndez Casal (1884-1940). La investigación tendrá que establecer si el experto aparece ligado como propietario de los óleos o como investigador y conocedor de la obra de González de la Vega, ya que está acreditado que dio conferencias sobre el pintor decimonónico. Lo que está documentado es que las obras fueron confiscadas durante la Guerra Civil. «En una de ellas se conserva en la parte de atrás la etiqueta del S.R.A. (Servicio de Recuperación Artística), de donde pasó posteriormente a la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional», cuenta José Ángel Palomares, jefe de Conservación e Investigación del Museo de Málaga y autor del informe solicitado por el Museo del Prado sobre las etiquetas y marcas adheridas a los bastidores de ambos depósitos.
Según los registros del Museo del Prado, este dúo de arte religioso, junto a tres más, fueron adscritas y entregadas por la Comisaría General al Museo de Arte Moderno (MAM) de Madrid en 1942. Esta pinacoteca estatal exhibía colecciones de pintura de los siglos XIX y XX, por lo que las 'Alegorías' de González de la Vega, fechadas en 1844, pasaron a formar parte de los fondos decimonónicos de este centro. Allí permanecieron dos décadas hasta que, a comienzos de los sesenta, se vio la necesidad de reforzar las colecciones del Museo de Bellas Artes de Málaga, donde fueron depositadas en 1962 y donde han permanecido desde entonces. Primero en la sede del Palacio de Buenavista -actual Museo Picasso- y, en este momento, en el flamante edificio de la Aduana, donde están flanqueadas por obras de Murillo, Ribera, Carlos de Haes y el escultor Fernando Ortiz.
Y aunque en seis décadas no se han movido de Málaga salvo para exposiciones temporales en Milán, Sevilla y Bilbao, los óleos experimentaron un importante cambio de titularidad en 1971 cuando el MAM desapareció por la reordenación de las colecciones estatales y los fondos decimonónicos pasaron a integrarse en el Museo del Prado, actual propietario de las dos obras 'malagueñas' del maestro González de la Vega, aunque paradójicamente las mismas nunca han pasado por las salas de la pinacoteca madrileña.
Palomares desvela que, en la parte trasera de 'Alegoría del Antiguo Testamento', aparece una etiqueta con la medida de ambos cuadros y la asignación de un precio de 5.000 pesetas para cada uno de ellos, lo que podría indicar una venta, aunque no aparece la fecha. La investigación sobre incautaciones de la Guerra Civil está prevista que se concluya en enero de 2023, lo que permitirá saber si la lista definitiva de las obras confiscadas aumenta con nuevos títulos tras el análisis de documentos, así como los legítimos dueños o herederos en caso de que existan. En caso positivo, el Prado ha manifestado su intención de «devolver» las piezas a los propietarios. Un dictamen que marcará la continuidad de las 'Alegorías' del Museo de Málaga, donde se han expuesto desde hace 60 años.
‘Alegoría del Antiguo Testamento’
Hacia 1844. Óleo sobre lienzo, 154 x 93 cm.
Autor: José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra.
Descripción: Una figura femenina sostiene el libro de los Siete Sellos y el emblema del Espíritu Santo.
‘Alegoría del Nuevo Testamento’
1844. Óleo sobre lienzo, 154 x 93 cm.
Autor: José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra.
Descripción: Una mujer abraza el Cordero Místico mientras adora el nombre de Dios revelado.
Recorrido de los óleos
Ambas obras aparecen ligadas al crítico de arte Antonio Méndez Casal, aunque se desconoce si como propietario o experto en la figura del autor de los óleos
1937-1938
Las obras son incautadas durante la Guerra Civil por el Servicio de Recuperación Artística, que había creado el bando de Franco para proteger obras que estuvieran en el frente.
1938
Los óleos pasan a formar parte de la nueva Comisaría General del Servicio de Defensa y Recuperación del Patrimonio Artístico Nacional
Recibo de la entrega al Museo por parte de la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional de dos cuadros de Boucher, uno de Gutiérrez de la Vega y varios marcos. / MUSEO DEL PRADO
1942
Son entregadas al Museo de Arte Moderno (MAM) para su colección de arte del siglo XIX. Se exhibieron en este museo estatal durante casi dos décadas.
1962
Una orden ministerial traspasó las obras en depósito al Museo de Málaga, donde se exhiben desde entonces.
1971
Tras la disolución del MAM, sus colecciones de arte decimonónico fueron traspasadas al Museo del Prado, entre ellas las dos ‘Alegorías’, que siguen depositadas en Málaga.
2022
El Prado investiga la procedencia de estas dos piezas incautadas en la Guerra Civil para conocer su origen y anterior propietario.
‘Alegoría del Antiguo Testamento’
Hacia 1844. Óleo sobre lienzo, 154 x 93 cm.
Autor: José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra.
Descripción: Una figura femenina sostiene el libro de los Siete Sellos y el emblema del Espíritu Santo.
‘Alegoría del Nuevo Testamento’
1844. Óleo sobre lienzo, 154 x 93 cm.
Autor: José Gutiérrez de la Vega y Bocanegra.
Descripción: Una mujer abraza el Cordero Místico mientras adora el nombre de Dios revelado.
Recorrido de los óleos
Ambas obras aparecen ligadas al crítico de arte Antonio Méndez Casal, aunque se desconoce si como propietario o experto en la figura del autor de los óleos
1937-1938
Las obras son incautadas durante la Guerra Civil por el Servicio de Recuperación Artística, que había creado el bando de Franco para proteger obras que estuvieran en el frente.
1938
Los óleos pasan a formar parte de la nueva Comisaría General del Servicio de Defensa y Recuperación del Patrimonio Artístico Nacional
Recibo de la entrega al Museo por parte de la Comisaría General del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional de dos cuadros de Boucher, uno de Gutiérrez de la Vega y varios marcos.
/ MUSEO DEL PRADO
1942
Son entregadas al Museo de Arte Moderno (MAM) para su colección de arte del siglo XIX. Se exhibieron en este museo estatal durante casi dos décadas.
1962
Una orden ministerial traspasó las obras en depósito al Museo de Málaga, donde se exhiben desde entonces.
1971
Tras la disolución del MAM, sus colecciones de arte decimonónico fueron traspasadas al Museo del Prado, entre ellas las dos ‘Alegorías’, que siguen depositadas en Málaga.
2022
El Prado investiga la procedencia de estas dos piezas incautadas en la Guerra Civil para conocer su origen y anterior propietario.
Las obras del maestro Gutiérrez de la Vega no son las únicas de la colección del Museo de Málaga vinculadas a la Guerra Civil. En la capital también se produjeron depósitos de piezas que fueron entregadas o incautadas por los servicios de recuperación de la República y del bando nacional. Algunas de ellas se exhiben en la colección de la Aduana y tienen historias singulares:
Cabeza de San Juan Bautista Degollado: La más antigua y valiosa. Esta escultura de madera policromada del siglo XVIII, perteneció a la Hermandad de San Juan Degollado hasta que pasó a la capilla de la cárcel de Málaga. En 1938, la Junta de Defensa y Salvaguarda del Tesoro Artístico Nacional, que dirigía Juan Temboury, custodió en la Alcazaba esta pieza hasta que fue entregada al Museo de Málaga. La obra ha sido procesionada durante años por la Cofradía Jesús el Rico en Semana Santa.
Pistola de Salón Flobert: Este arma deportiva belga de 1860 es sin duda uno de los casos más curiosos de la colección. Se trata de un modelo muy popular desde que apareciera en la novela de Alejandro Dumas 'El conde de Montecristo' (1844). La pistola fue incautada por las Patrullas Mixtas en 1937 que, para evitar su uso durante la guerra, fue entregada al teniente Sr. Astray de la Junta de Defensa del Tesoro Artístico Nacional, donde quedó registrada con el nº de orden 1.607. Tras la contienda pasó al Museo de Málaga al no ser reclamada.
Ladrillo vidriado con escena otomana: La entrega de bienes culturales por los propietarios para su protección también fue práctica habitual en la Guerra Civil. Así fue como el cónsul de Brasil en Málaga, Ernesto Kuche, depositó esta pieza del siglo XIX en la Junta de Defensa en 1937. Finalmente, el diplomático abandonaría la ciudad y, en carta fechada en enero de 1938, cedía la pieza al Museo de Málaga.
Licorera de viaje: Lujosa pieza, fechada en el siglo XIX. Este mueble portátil con un juego de licor con aplicaciones de oro en el vidrio, dentro de un estuche de madera, se exhibe en la misma vitrina junto a la pistola Flobert y el ladrillo vidriado. La obra, en este caso, fue depositada por la Junta de Recuperación y Restituciones el 13 de julio de 1938 con el número de orden en el libro de registro 195, siendo después incorporada al Museo de Bellas Artes tras no constar propietario.
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