

Secciones
Servicios
Destacamos
Si uno no se fija, pasa inadvertido. Sobre todo porque su portada no tiene ilustraciones, lo que contrasta con el resto de la exposición que exhibe fastuosos figurines de teatro y fotos cargadas de farándula. Incluso, leyendo el título de la tapa color naranja pálido, tampoco es para levantar la ceja: ‘Ray el Magnífico’. Lo que realmente abre los ojos es lo que pone debajo. Entre paréntesis aparece escrito a mano ‘Un puñado de dólares’, lo que añadiéndole un ‘Por’ nos da uno de los títulos fundamentales de la historia del cine. Se trata del guion original del filme de Sergio Leone ‘Por un puñado de dólares’ (1964), que popularizó en todo el mundo el ‘spaguetti western’ cuando los vaqueros de Hollywood ya iban de pistolas caídas y lanzó a la fama al desconocido actor norteamericano Clint Eastwood. No obstante, el copyright de ese éxito que revolucionó el crepuscular género del salvaje oeste tenía firma española. Concretamente, la de los guionistas Víctor Andrés Catena y Jaime Comas.
Esta joya en forma de guión que haría las delicias de más de un coleccionista en una subasta cinéfila ha salido a la luz en la exposición que el Centro de Cultura Pedro Aparicio (bajos del Teatro Cervantes) dedica al polifacético Catena que, además de acreditado guionista, fue director teatral, adaptador y un inquieto autor. ‘Por un teatro mejor servido’ es el título de esta muestra que, junto a los elementos escénicos, rescata el guion original de ‘Por un puñado de dólares’, que se rodó en Almería y Hoyo de Manzanares (Madrid) bajo ese primer título que aparece en la portada del libreto: ‘Ray el Magnífico’. «Repasando la colección de Víctor Andrés Catena apareció este guion que se acompaña además del certificado de la SGAE que lo reconocía como autor del argumento de la película de Leone», explica el comisario y coordinador de la exposición, Francisco Rodríguez, que reclama la cuota de gloria que le corresponde a los guionista españoles del filme y que tradicionalmente se personifica en un solo hombre, el director italiano Sergio Leone.
Catena fue también autor del argumento de otros ‘spaguetti’ cinematográficos, tanto del ‘western’ (‘Tequila’) como de las aventuras (‘Tres sargentos bengalíes’) o del cine de piratas (‘Sandokan’), aunque ninguno alcanzó la repercusión del que escribió para Leone por encargo de la productora Ocean Films. El nombre del guionista se vinculó sobre todo con el teatro, donde dirigió algunas de las obras más importantes de la compañía de Lina Morgan, hasta que las dos últimas décadas de su vida se retiró a Torremolinos y, posteriormente, a Málaga, donde falleció en 2009. «Firmó una decena de guiones, entre ellos ‘Cabo Blanco’, que protagonizó Charles Bronson, pero su mayor éxito fue ‘Por un puñado de dólares’», explica Francisco Gómez, guardián del legado de Catena, con el que comenzó a escribir sus memorias y una obra de teatro que se quedaron sin terminar.
El guionista y propietario de Ocean Films, Jaime Comas, fue pieza clave en la actividad fílmica de Catena. Así, cuando Sergio Leone se empeño en dirigir una versión ‘western’ de ‘Yojimbo’ de Kurosawa, Comas y Catena se encargaron de idear y rubricar el argumento de ‘Ray el Magnífico’, que se rodó bajo este título provisional en 1964 en coproducción con Italia y Alemania. Como cuenta Francisco Reyero en su reciente libro ‘Desde que mi nombre me defiende’, el guion tuvo el visto bueno de la Dirección General de Cinematografía, aunque el censor tuvo la paciencia de contar los muertos de la película –cerca de cien–, por lo que levantó acta de que «a los guionistas se la ha ido un poco la mano y haría un favor a la serenidad del público que se rebajaran unos cuantos cadáveres». No fue así y, a juzgar por el éxito de taquilla, a los espectadores no les importó el gatillo fácil del protagonista, un desconocido Clint Eastwood, que fue tratado como uno más en el rodaje. Muy lejos del estatus de estrella.
«No había un solo actor angloparlante, salvo él. Y no se relacionó con nadie. Era un tío solitario, muy en su papel. Si la película la hubiera hecho Charles Bronson o alguno de los otros nombres que sonaron, hubiera sido otra. Eastwood es determinante en la película, frío, herático, con el poncho, el cigarro», cuenta el productor Andrés Vicente Gómez que, por entonces tenía 20 años y era el administrador de producción de Ocean Films. El propio Gómez fue el encargado de recoger al actor norteamericano del aeropuerto y alojarlo, aunque el comienzo del rodaje fue el inicio de los problemas. Fundamentalmente económicos, ya que del presupuesto de 24 millones de pesetas –unos 144.000 euros al cambio actual–, la productora española se comprometió a pagar los actores ‘made in Spain’, pero también el rodaje en territorio nacional. Y aunque la cinta tomó escenas en Italia, la mayor parte de la grabación transcurrió en nuestro país.
Aquello llevó a la falta de liquidez durante el rodaje y al malestar del equipo que, al no cobrar, andaba todo el día peleándose con el exigente Leone. Los impagos llegaron al propio Eastwood, que se negó a seguir a acudir al ‘set’ hasta que cobrase. Llegó el dinero y continuó la película, pero la filmación fue tal caos que otro día Eastwood se hartó, hizo las maletas y fue interceptado ya en el aeropuerto, a donde tuvo que ir el propio cineasta para convencerlo de que no se marchara. Entre muchos problemas y facturas sin pagar, el rodaje terminó y Leone se fue con el negativo rápidamente a Italia. En España, la historia acaba con un final poco halagüeño. Ocean Films quebraba y los derechos de la película se los quedó Izaro Films por 350.000 pesetas, lo que permitió pagar solamente algunos pufos del ruinoso rodaje.
Eastwood cogió por fin el avión de vuelta a Hollywood y, a su llegada, vio con pesar como la prensa daba por muerto el género del ‘western’. No obstante, las crónicas europeas hablaban del éxito de un filme en Italia, ‘Por un puñado de dólares’, desconocido para el actor. «Una semana después había otra noticia que volvía a hablar de la película... con ¡Clint Eastwood! y me dije: ‘aguarda un segundo, ¿Qué estoy haciendo yo ahí?’», confesaba hace años el propio actor a la revista ‘People’, que entonces cayó en la cuenta de que habían cambiado el título a ‘Ray el Magnífico’. No era el primer ‘western’ rodado en Europa, pero la película revolucionó el género y lanzó a la inesperada estrella Clint Eastwood. Desde luego, ni el propio Catena podría haber escrito un mejor final a este caótico rodaje.
Publicidad
María Díaz y Álex Sánchez
Almudena Santos y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.