Los guerreros de Berrocal montan guardia en la Aduana

La muestra cuenta con el patrocinio de la Obra Social La Caixa y sirve también para estrenar el ciclo 'Obra invitada' que ocupará distintos espacios del palacio de la Aduana, que este jueves cumplirá tres años como sede del recuperado museo provincial. Además, con la exposición programada durante los próximos seis meses, el Museo de Málaga salda (a medias) una vieja deuda con el artista malagueño. No en vano, Berrocal, autor de vuelo internacional gracias a sus esculturas desmontables, no está representado en las colecciones de la institución provincial, aunque sí figura en los fondos de entidades como el MoMA neoyorquino o el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Así, con la exposición ahora presentada, el Museo de Málaga plantea «un reconocimiento extrañamente dilatado en el tiempo», en palabras de la secretaria general de Innovación Cultural y Museos de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico, Mar Sánchez Estrella, quien ha recordado la necesidad de que Berrocal «estuviera presente en el Museo de Málaga». Quizá esa carencia ha llevado a la viuda del artista y presidenta de la Fundación Escultor Berrocal, Cristina de Braganza, a compartir esta mañana un anhelo: «Esperamos que esto sea un principio de que algo sobre Berrocal cuaje en Málaga». Aludía la compañera del artista al proyecto acariciado durante años de que dedicar en la capital un espacio cultural a la vida y la obra del autor de piezas que, como estos guerreros, puedes descomponerse en cada una de sus piezas.

En el caso de los Almogávares, la propia Cristina de Braganza ha explicado que los diez torsos están compuestos por 125 elementos «que podrían ser una gran instalación» de Berrocal. Eso sí, los responsables del Museo de Málaga han decidido agrupar las diez esculturas en una galería lateral de la Aduana que da acceso a la calle Cortina del Muelle. Cristina de Braganza también ha recordado que los guerreros representan una «obra de madurez» de Berrocal (1933-2006) que de nuevo sale al encuentro del público.

Porque los diez 'Almogávares' de Berrocal ya pudieron verse hace once años en la plaza de la Constitución de la capital malagueña y ahora regresan ante la mirada del espectador como la primera propuesta temporal del Museo de Málaga, que también desvela parte de los diarios inéditos del escultor malagueño referidos a este proyecto. Así, el visitante atento podrá leer en los muros de la Aduana las palabras del propio Berrocal sobre sus guerreros: «A partir de los yunques que había adquirido en las Ardenas, hice unos bocetos de unos 20 centímetros. Los hice en madera para poderlos desplazar y manejar fácilmente. Mirándolos muchas veces, y pensando lo que iba a hacer con estos yunques de hierro macizo, me vino al espíritu el famoso grito de guerra y, por esa razón, a los bocetos los llamé 'Desperta Ferro' y las esculturas que hice con los pesadísimos yunques originales, entre trescientos y cuatrocientos kilos cada uno, se denominaron Almogávares».