Guerra fría entre el Ayuntamiento de Málaga y el CAC a cinco meses del final de la concesión

La lenta agonía que está viviendo el fin de la relación del Ayuntamiento y la concesionaria de su Centro de Arte Contemporáneo y de las salas de La Coracha comenzó el pasado mes de diciembre con el anuncio en SUR de la entonces nueva concejala de Cultura, Mariana Pineda, de que «el CAC sería gestionado de forma directa por el Ayuntamiento» a partir de septiembre de 2024. Según fuentes del espacio expositivo, la propia empresa gestora aludida se enteró «a través de la prensa» de la decisión municipal de asumir el control de la programación, después de que en septiembre de 2023 se prorrogara por un año el contrato con Gestión Cultural y Comunicación.

Pocos días después de aquel anuncio, se inauguró en el CAC la exposición de Eduardo Gruber, que contó con la presencia del artista y de la directora de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Susana Martín. Desde entonces, las sucesivas exhibiciones organizadas por la actual concesionaria en el espacio municipal ha carecido de representación institucional del Consistorio, incluida la gran exposición en su espacio principal a cargo del alemán Günther Förg el pasado 15 de marzo. Según los gestores, desde el CAC se ha comunicado puntualmente las presentaciones de las exposiciones, «aunque ya nunca nos contestan».

Tampoco tuvo este viernes apoyo del Ayuntamiento la inauguración de 'Ensayo para la alegría', la exposición de Theresa Chromati que ni siquiera ya fue publicitada entre las convocatorias oficiales para los medios de la jornada. Consultado por este periódico, el Área de Cultura explicó ayer a SUR que esta última presentación «ha cambiado de fecha varias veces, de manera que hasta hace dos días no se fijó. Con ese poco margen, las agendas de la concejala, Mariana Pineda, y de la directora general de Cultura, Susana Martín, ya estaban cerradas y sin margen de maniobra».

Con respecto al resto de ausencias a las exposiciones desde el pasado enero y la falta de diálogo entre ambas partes, el Ayuntamiento no se ha pronunciado. La presencia institucional ha sido constante durante las dos décadas previas de funcionamiento del CAC y de concesión por parte de Gestión Cultural y Comunicación, siendo incluso el propio alcalde, Francisco de la Torre, el habitual anfitrión de las exposiciones, junto a sus sucesivos concejales de Cultura.

Estas últimas desavenencias entre el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga y los dirigentes municipales se unen a la larga lista de desencuentros entre las partes durante estas dos décadas de concesión. Así, el edificio ha pasado por problemas de mantenimiento y conservación de las piezas por las altas temperaturas en sus salas, mientras que la oposición siempre ha criticado la «falta de transparencia» de los gestores, sobre todo a raíz de la precipitada venta en 2019 de Gestión Cultural y Comunicación por parte del propietario Fernando Francés, tras su nombramiento como Secretario General de Cultura de la Junta de Andalucía, cargo en el que se mantuvo apenas seis meses.

Pese al cambio de manos y la compra de la firma concesionaria por parte del empresario José Luis Díaz Noriega, Francés ha seguido comisariando desde entonces todas las exposiciones, incluida la inaugurada este viernes. Paradójicamente, el galerista y comisario tampoco acudió ayer a la presentación en el CAC.

Con el fin del contrato de concesión a la sociedad que ha dirigido el CAC Málaga desde sus inicios se abren además algunas incógnitas, como la forma jurídica con la que el centro expositivo seguirá funcionando a partir del próximo mes septiembre o el futuro de los actuales trabajadores en la nueva etapa en la que la gestión será asumida por el propio Ayuntamiento.