Cuando la fotografía descubrió el color, Picasso ya pintaba 'Las señoritas de Aviñón'

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«Era una demanda del público, querían saber más sobre su vida», explica José María Pacheco, coordinador de actividades educativas y culturales del museo. Un interés que se comprueba nada más retirar la lona que cubre el mural: la línea de vida es ahora parada obligada del visitante que cruza el patio de columnas del Palacio de Buenavista. «Estoy encantado de ver a la gente aquí, es maravilloso», decía Ross Finocchio, responsable del proyecto e investigador asociado senior de FABA (Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte). El gran reto, comentó, fue seleccionar los puntos más relevantes en una vida tan amplia y con una «gran abundancia de material». Su criterio, explicó, ha sido centrarse en aquellos eventos, imágenes y vídeos que tuvieran una relación directa con las obras que hay en la exposición 'Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra', que ahora ocupa las salas principales del MPM.

La composición es «clara, simple y directa», detalló. Consta de nueve columnas y tres líneas horizontales. Cada columna se refiere a una etapa en la vida de Picasso y está encabezada por una foto del lugar que marcó aquellos tiempos: Los años de formación (con una imagen de la Málaga de 1900 del legado Temboury), los primeros años en París (Taller de Picasso en el Bateau-Lavoir), cubismo y ballet (Picasso, en su taller de boulevard de Clichy), matrimonio y familia (El taller de Picasso en la rue La Boétie en París), Boisgeloup (Taller de esculturas en Boisgeloup), los años de la guerra (Pabellón de la República Española con el 'Guernica'), el periodo de la posguerra (Picasso ensamblado la escultura 'La mujer de la llave' en Vallauris), La Californie (El taller de Picasso en la villa de Cannes), Vauvenargues (Picasso contemplando los bodegones en el salón ceremonial del castillo de Vauvenargues) y los últimos años (Exposición póstuma en el Palais des Papes).

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En la segunda línea, 23 hitos de la vida personal de Picasso conviven con momentos históricos, lo que permite establecer correlaciones curiosas. Por ejemplo: en 1917, el año en el que comienza la revolución soviética en Rusia, Picasso recorre Italia precisamente con los Ballets Rusos y diseña el vestuario y la escenografía de varios proyectos de la compañía. Allí conoce a la bailarina Olga Khokhlova, con quien tendría a su hijo Paul. La tercera línea del panel vincula cada etapa a piezas expuestas en la colección. En este caso, el retrato del pequeño Paul de 1922 y el de Olga de 1923.

'Mujer en sillón' remite así a su etapa con François Gilot, con la que tuvo dos hijos, Claude y Paloma. La pintó en el 46, justo cuando en EE UU nace el expresionismo abstracto. Después, en el 54, entraría en su vida Jacqueline Roque, su compañera hasta su último día de vida, con obras como 'Jacqueline sentada'. Un año después estallaría la guerra de Vietnam.

La línea de vida está salpicada de fotografías del álbum familiar –como esa en la que posa con François Gilot y sus hijos– y de vídeos cortos que muestran sus trazos, su habilidad con el barro y su cara más divertida en un verano en la Costa Azul con sus amigos. El mural junto con una sesión magistral de Michael FitzGerald, comisario de la exposición, abrieron la semana del XXI aniversario, que contará con la inauguración de un espacio dedicado al grabado, visitas guiadas, el concierto de Sole Giménez el sábado y la entrada gratuita al museo durante todo el domingo.