Picasso, el escultor de Málaga

Este recorrido ofrece una biografía tridimensional de Picasso y dibuja un recorrido laberíntico por toda su faceta escultórica. A Málaga han llegado 62 piezas de las mayores colecciones del mundo, muchas de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso, generosos prestadores de unas obras, en este caso, poco o nada vistas. Esta exposición expone casi un 10% de todo su legado escultórico, cifrado en 700 obras frente a las 4.500 pinturas (sin contar dibujos, cerámicas ni bocetos). Es la primera muestra que se ha hecho en España con una temática que aborda en exclusiva su imaginería escultórica y una de las pocas del mundo. Picasso esculpió durante toda su vida y analizaba volúmenes para después pintar, pero esta faceta está poco reivindicada incluso por él mismo. Además del eclipse respecto a su pintura, la razón por la que su escultura quedó relegada a la intimidad está en la decepción que sintió el pintor cuando su proyecto de monumento funerario a su amigo, el poeta Apollinaire, fue rechazado. Picasso diseñó un volumen que tendía a la transparencia: como en la poesía, lo que no está tiene más peso que lo presente. La obra resultó demasiado moderna para la época, pese a que con los años ha sido declarada una pieza clave en el siglo XX. Dicen que Picasso nunca perdonó aquel rechazo, y por ello tenía reticencias a la hora de mostrar sus esculturas. Este proyecto puede verse en Málaga.

Aquí se ven claramente, y muchas en 360 grados. La exposición 'Picasso escultor' es asimismo una oportunidad para disfrutar de la sala de exposiciones temporales totalmente diáfana, con posibilidad de entrada de luz natural para contemplar este prodigio arquitectónico en todo su esplendor.

Entre toda esta colección impresionante, destaca también 'La dama oferente', de la que sólo existen dos reproducciones: una se expone junto al 'Guernica' en el Reina Sofía, que es la que ha llegado a Málaga de una manera inaudita, y la otra está sobre la tumba del artista en el Castillo de Vauvenargues. A nadie puede extrañarle que Picasso eligiera descansar bajo el cuerpo de una mujer.

La exposición es un acontecimiento cultural de primer orden en toda la ciudad y el fenómeno tuvo su reflejo en el abarrotado acto inaugural. Unos días antes, un equipo más reducido de 40 personas fue convocado por el presidente del Consejo Ejecutivo del Museo, Bernard Ruiz-Picasso, a una visita privada y una cena homenaje a Carmen Giménez, experta en Picasso, primera directora del Picasso Málaga y otra de sus artífices. Acudió la crema cultural más poderosa de la ciudad, estuvo además la exconsejera y exministra Carmen Calvo, o el director del museo desde 2009 hasta este mismo año, José Lebrero, y se celebró en cualquier caso una fiesta picassiana cincuentenaria, pero también la llegada a Málaga de un museo que también ha cambiado para siempre la ciudad, esculpiéndola.