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Cráneo de un 'Homo heidelbergensis', perteneciente al Museo de la Evolución Humana de Burgos. César Manso. AFP
El médico y humanista Federico Soriguer presenta 'Un animal inacabado'

Sin la cultura no podríamos sobrevivir

Libros ·

El médico y humanista Federico Soriguer presenta 'Un animal inacabado', un ensayo tan ambicioso como ameno en torno al cuerpo humano, editado por la Fundación Málaga y Ediciones del Genal

Jueves, 8 de julio 2021, 00:36

Somos polvo de estrellas. La frase hizo fortuna en boca del divulgador científico Carl Sagan, pero ya la había formulado mucho antes el astrónomo estadounidense Harlow Shapley. Y más allá de su evidente lirismo, la sentencia encierra una verdad literal: «Siempre lo supimos. Pero hoy lo sabemos a 'ciencia cierta'. A nivel subatómico estamos formados por estructuras invisibles que siguen las mismas leyes de la mecánica cuántica que rigen para el resto del universo. A nivel molecular estamos hechos de la misma materia que nos rodea y con la que nos fundimos cuando el cuerpo muere, a nivel orgánico nuestras estructuras son muy parecidas a las del resto de los seres vivientes con los que estamos unidos por las funciones básicas celulares. Las diferencias son cualitativas, no cuantitativas«.

Lo escribe el médico Federico Soriguer en las primeras páginas de 'Un animal inacabado. Una historia del cuerpo humano', el ensayo editado por la Fundación Málaga y Ediciones del Genal, presentado este miércoles en el Museo Carmen Thyssen y cuya ambición intelectual está a la altura de su vocación didáctica, con un rigor capaz de conjugarse sin desmayo con la amenidad.

Traza Soriguer una suerte de genealogía de la concepción y de la propia organización del cuerpo humano desde perspectivas diversas, de la biología a la historia, de la fisiología a la sociología. Y llega a muchas conclusiones sin dar ninguna por sentada. Por ejemplo: «Sin la cultura los humanos no podríamos sobrevivir. El resto de los seres vivos sí, con la excepción tal vez, de los grandes simios y aquellos mamíferos, que poseen ya, lo que parece un comportamiento cultural rudimentario. Los humanos tenemos que aprenderlo todo, hasta a hablar y andar, pues si nadie nos habla ni nos enseña a andar no lo haremos, aunque tengamos una predisposición innata a ambas cosas.

Y unas líneas más adelante, remata: «Lo verdaderamente increíble es que al no nacer aprendidos, todas las generaciones tienen que transmitir todos los conocimientos a las siguientes, pues si no lo hacen, se perderán, lo que sería una verdadera catástrofe para la especie humana. Una especie que tiene que cargar con toda la información a cuesta, generación tras generación, como el caracol lo hace con su casa. Y esto que nos parece tan natural, si lo miramos bien, es un trabajo ímprobo que hacemos sin tener conciencia de su magnitud«.

Federico Soriguer, Juan Cobalea y Carlos Paul Palmqvist Barrena, en la presentación en el Museo Carmen Thyssen. SUR

Por eso, para Soriguer «lo que hace a los homínidos 'sapiens' es la cultura», entendida esta con la amplitud de miras del autor del ensayo que ya está en las librerías y que ayer presentaba junto al catedrático de Paleontología de la Universidad de Málaga, Carlos Paul Palmqvist Barrena y el presidente de Fundación Málaga, Juan Cobalea. «Lo que nos distingue (...) es nuestra capacidad de fabricar artefactos, de tener deseos imposibles de satisfacer y de inventar e imaginar mundos que no existen. La imaginación y la tecnología constituyen, junto a la pluralidad moral, el hecho diferencial de lo humano y, como tales, imprescindibles para su supervivencia«, ofrece Soriguer.

Así, el exjefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional Carlos Haya y director científico del Instituto de Investigación biomédica (Ibima) hasta la jubilación en 2013 mantiene a través de más de 700 páginas un equilibrio delicado pero crucial entre el valor intrínseco del ser humano y su más que relativa trascendencia a poco que se tome conciencia de su lugar en el universo. Porque sostiene Soriguer que el ser humano es una construcción biológica, pero también simbólica. Por eso, para el médico y humanista su nuevo ensayo trata «de cómo nos hemos ido haciendo humanos dentro del gran árbol de la vida. De qué cosa es ser humano».

Y en esa reflexión ahora puesta por escrito, el médico brinda: «De hecho, buena parte de los problemas del hombre de hoy no son sino el resultado de un desajuste entre una biología que aún permanece en el preneolítico y un desarrollo cultural y tecnológico que no solo ha ocupado todos los nichos del planeta Tierra y ya, también, algunos espacios siderales, sino que algunos nos anuncian, por ejemplo, nada más y nada menos que la inmortalidad (tecnológica)«.

Una tercera vía

Recuerda el autor, colaborador de SUR desde hace 45 años, que en la explicación de la condición humana se han aplicado dos razonamientos básicos: los biogénicos y los sociogénicos«. Para Soriguer, ambos »creen que es posible construir un hombre nuevo, los primeros a través de la revolución biotecnológica, los segundos, a través de la revolución educativa y social«.

Sin embargo, este libro aboga por «una tercera vía» basada en «el diálogo entre la biología y la cultura». Y así, cierra Soriguer: «Ni la medicina, ni la ecología, ni las relaciones de poder, ni la violencia, por citar algunas de las cuestiones que acucian a nuestro tiempo, pueden hoy ser explicadas sin comprender las complejas relaciones entre la biología y la cultura».

Aunque, al cabo, no seamos más que polvo de estrellas.

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