La falsa vida del productor de Hollywood Pat Andrew en Málaga

Todo parece de película en esta historia. Comenzó a finales de 2019 con el anuncio del inminente rodaje en Málaga de una serie de moteros, 'Marked the Unforgiven'. Semanas después, la iniciativa tomó todavía mayor dimensión con un segundo proyecto, 'MobKing', esta vez sobre la mafia. Y cuando ninguna de las anteriores había dado un golpe de claqueta, se anunciaron otras dos producciones: el 'thriller' de espías 'La corrupción de la justicia' y la trama policiaca 'Smoking Gun'. Todos con epicentro en la Costa del Sol. Los proyectos estaban impulsados por la compañía Wanda-Halcyon, propiedad del productor de Hollywood establecido en Marbella Patrick Andrew. Más de tres años y medio después del lanzamiento de la primera serie, el promotor no solo no ha rodado ni un fotograma, sino que ha desaparecido dejando presuntas deudas en empresas de Málaga, además de cobrar a inversores y actores por aparecer en estos proyectos fantasma para los que nunca tramitó el permiso de rodaje. Una historia que parece de ficción y que daría incluso para un argumento de otro de sus 'thrillers' basado en hechos reales. Y con un (pen)último giro de guión que ha dejado a más de uno con cara de incredulidad: a finales de abril, un escueto correo comunicaba el repentino fallecimiento del estadounidense.

Bajo el paraguas de la productora Wanda-Halcyon, Pat Andrew comenzó a lanzar proyectos audiovisuales en España en 2017. En principio fueron un programa de televisión y una serie, aunque ninguno fructificó y poco más se supo de esta aventura. Pero con la llegada de rodajes en masa en 2019 a Málaga, sobre todo series que dejaron más de 23 millones de euros en ingresos en la provincia, el presunto productor vio su oportunidad y volvió a aparecer, aunque con una estrategia muy diferente. Esta vez no se trataba de un proyecto aislado, sino de todo un conjunto de series –llegó a lanzar siete títulos– que daban la impresión de una industria estable, cuya publicidad utilizó presuntamente para captar socios financieros.

El productor llegó a un acuerdo con la empresa de comunicación y marketing almeriense Hormiguea que hizo de altavoz de las series desde 2019. La mayoría se rodarían en Málaga y Almería, aunque, más tarde, comenzaron a 'vender' las mismas producciones en Alicante, Valencia y Canarias. El método siempre seguía el mismo calendario: presentación del proyecto, organización de sonados castings, anuncio del reparto y confirmación de un próximo rodaje que, no obstante, nunca llegaba. El aplazamiento, las buenas palabras y las promesas de pago eran el modus operandi. Lo importante no era el rodaje, sino el ruido publicitario para llamar la atención de sus víctimas. Y la pandemia, paradójicamente, le regaló a Pat Andrew la coartada perfecta para justificar los retrasos de las filmaciones.

Pero el covid no detuvo la actividad presuntamente ilícita de la productora. Wanda-Halcyon trató de vincularse a conocidas empresas de la ciudad, hoteles y hasta estrellas de cine para legitimar así sus proyectos fantasmas. Tanto como esa foto borrosa y en blanco y negro de Pat Andrew codo con codo con Steven Spielberg, aunque el director es en realidad una figura de cera del Madame Tussauds de Londres. El productor norteamericano alquiló el Teatro del Soho Caixabank para un casting y dejó caer que Antonio Banderas acudiría a la prueba, lo que fue completamente desmentido por la compañía del actor malagueño. Pese a ello, la convocatoria fue un éxito con decenas de aspirantes y atención mediática. Toda aquella puesta en escena no solo jugó con la ilusión de muchos actores desconocidos que fueron seleccionados, sino que varios testimonios aseguran que Andrew cobró a los elegidos con engaños.

«Pat Andrew llegó poniendo las manos por delante para que viera su reloj de oro y me propuso un papel principal porque estaba buscando un español que hablara inglés, montara en moto y practicara artes marciales. 'Te estoy buscando a ti', me dijo, y se me aflojaron las piernas porque mi ilusión siempre fue trabajar en cine. Me comentó que, al tratarse de una serie americana, tenía que afiliarme al Sindicato de Actores de EE UU y me pidió 800 euros. Me pareció lógico porque el contrato que me ofrecía era de 15.000 euros por capítulo. Le contesté que me lo descontara de mi primer sueldo, pero respondió que no porque ya lo habían dejado tirado más de una vez», recuerda este malagueño aspirante a intérprete que prefiere mantener su identidad en el anonimato y que acabó pagando por un trámite falso ya que en España se puede trabajar en los rodajes sin necesidad de estar afiliado a sindicato u organización alguna.

El productor norteamericano utilizó presuntamente la misma jugada para conseguir fondos tanto de actores como de inversores en el extranjero. Ambas figuras se unen en el norteamericano Bill Porter, miembro del sindicato Screen Actors Guild de su país, que compatibiliza sus papeles en la pantalla (ha aparecido en 'El irlandés', de Martín Scorsese) con su actividad como empresario de la firma de calzado PortaHaus Shoe Collection, con sede en Boston. «Pat Andrew me ofreció un papel en la serie de televisión 'Marked the Unforgiven' y un contrato de posicionamiento de mis productos con Wanda-Halcyon. Me dijo que tenía que pagar una cuota de 10.000 dólares para que mi calzado apareciera en la serie y en vallas publicitarias por toda España, además de otros 1.700 dólares por la afiliación al sindicato de actores de España y unas botas para sus socios de Hormiguea», revela el actor y diseñador, que pagó estas cantidades en 2021 y ha reclamado repetidamente al cineasta la devolución. «El pasado abril fue nuestra última comunicación y me dijo que estaba en el hospital y que cuando saliera me pagaría», añade Porter, que ha denunciado a su compatriota a la Comisión Federal de Comercio de EE UU: «Me estafó 12.000 dólares y espero que lo lleven pronto ante la Justicia».

En la lista de damnificados también está la banda malagueña Tarifa Plana, a los que Wanda-Halcyon seleccionó para protagonizar su propio 'reality show' al más puro estilo americano. Se cruzaron contratos, les avanzaron fechas de rodaje y anunciaron un concierto a modo de capítulo piloto en el Teatro del Soho CaixaBank. De nuevo, usaban una empresa seria y con prestigio, pero sin ningún contacto real con la misma. Nada de lo comprometido se cumplió. «Era un eterno coitus interruptus, nunca se llevaba a cabo», señala Luismi Grayonay, vocalista del grupo. La banda, sin embargo, perdió ingresos al cancelar eventos para cumplir con el plan de rodaje. «Nos dejó la credibilidad por los suelos», lamenta. Una utilización parecida a la del motero norteamericano George Christie y el escritor suizo George Van Mellaert, a los que compró sus libros ('Marked The Unforgiven' y 'Corruption of Justice', respectivamente) para presuntos rodajes que jamás pasaron de las intenciones.

Los hoteles de Málaga también fueron presuntas víctimas de Pat Andrew durante los últimos tres años. Así, el productor convocó en julio de 2020 el casting de la serie 'Corruption of Justice' en el hotel Miramar y usó el elegante escenario para afirmar que tenía allí alojados a ejecutivos de Amazon. Al año siguiente, en diciembre de 2021, todavía sin rodar un trailer, anunció un acuerdo con la cadena Soho Hoteles. El propio productor confirmó por escrito a la dirección del grupo hotelero que el día 7 de enero de 2022 llegaría el equipo de 'Marked The Unforgiven' al Soho Equitativa, por lo que necesitaba 33 habitaciones durante 90 días, es decir, 2.900 noches, y aseguraba que había dado orden de adelantar 100.000 euros. Pero aquello, más que un regalo de Reyes, fue una inocentada ya que el correo de la reserva llegó un 28 de diciembre. El productor no tenía previsto filmar nada ya que, como ha comprobado este periódico en la oficina de rodajes del Ayuntamiento de la capital, Málaga Film Office (MFO), no solicitó permisos de rodaje ni localizaciones en aquellas fechas. Y aprovechó la negociación para instalarse en el hotel.

«Para una empresa hotelera que estaba saliendo de la pandemia una producción audiovisual de este nivel era muy relevante, pero cuando llegó enero aplazaron la reserva a febrero, después a marzo y al ver que no se materializaba en nada vimos que era humo», cuenta un portavoz de Soho Hoteles, que añade que Pat Andrew cuidaba hasta el último detalle su supuesta mascarada, tanto vistiendo trajes con camisas de cuello italiano, como usando en sus reuniones unas presuntas relaciones con el Ayuntamiento de Málaga y una hipotética «colaboración con Amazon» que apoyaba sus series. «Era un embaucador», asegura el portavoz de la firma hotelera, que confirma que el cineasta dejó una factura sin pagar de 5.000 euros en servicios y pernoctaciones. Entre un hotel y otro, el norteamericano vivió también en un ático próximo al Mercado de Atarazanas. Supuestamente dejó de pagar el alquiler y lo desahuciaron. Entonces, el productor pidió asesoramiento al abogado malagueño AJDR –prefiere usar sus iniciales–, que confirma que «Pat Andrew tuvo que marcharse cuando le cortaron el agua y la luz».

Una de las evidencias del presunto engaño son las filmaciones inexistentes. En el caso de las series, este tipo de producciones con temporadas enteras como anunciaba el norteamericano supondrían meses de grabaciones y movimientos de equipos por múltiples localizaciones malagueñas. No obstante, Patrick Andrew solo hizo un primer y único intento de rodaje, en 2021, como confirman dos instituciones: Málaga Film Office y la Diputación de Málaga. La productora Wanda-Halcyon y Hormiguea anunciaron públicamente la filmación el 19 de abril de uno de los episodios «más emblemáticos» de la serie 'Marked the Unforgiven' en la plaza de toros de La Malagueta, pero desde MFO confirman que nunca llegaron a aportar los seguros necesarios por lo que el permiso no se tramitó. Por su parte, la institución provincial, propietaria del coso, autorizó un solo día de rodaje, pero cuando se acercó la fecha se encontró con la respuesta habitual de la productora. «No se rodó. Primero aplazaron y luego nos dijeron que ya nos avisarían de nuevas fechas. Y hasta ahí se supo. No dieron explicación», asegura el director de Comunicación de Diputación, Javier Gómez.

Tras este rodaje fallido, el productor Pat Andrew siguió publicitando sus supuestas series, organizando castings y captando fondos. Además, en 2021 se produjo un importante cambio empresarial ya que Wanda-Halcyon fue 'adquirida' por la productora Global Televisión Operations (GTO), lo que fue utilizado para dar legitimidad financiera a las series. No obstante, Wanda-Halcyon fue establecida en 2016 en Marbella por encargo de Pat Andrew al abogado Francisco Jiménez, que asegura que su cliente fue un «encantador de serpientes» y que su despacho nunca llegó a transferir la empresa al norteamericano porque «nunca me pagó». En cuanto a la supuesta compañía compradora, GTO, en realidad pertenecía al propio Pat Andrew, que figura como administrador único de la firma que, desde enero de 2022, tiene una deuda judicializada por valor de 2.638 euros.

La creación de Global Televisión Operations fue gestionada por el despacho del abogado AJDR, que había asesorado al norteamericano en el desahucio del ático. Pasados unos meses, el letrado se dio cuenta de que su cliente le estaba «contando una película, que la finalidad de todo era vivir a costa de los demás y pasar de un hotel a otro sin pagar». «Hay gente que tiene dones y el de este hombre es que sabe engañar», considera el letrado sobre la capacidad de seducción del personaje. En 2022, los continuos aplazamientos del rodaje de 'Marked the Unforgiven' y el resto de series promovidas por Pat Andrew supusieron la pérdida de crédito entre profesionales e inversores locales, por lo que Andrew comenzó una silenciosa retirada. Sus socios de Hormiguea, fervientes defensores hasta entonces de las promesas del productor, tuvieron que declararse en quiebra y dejaron a su vez su propia lista de deudas e impagos.

Pese a los presuntos incumplimientos reiterados, Global Televisión Operations siguió manteniendo los rodajes y prometiendo las devoluciones de las cantidades ingresadas a sus acreedores y actores hasta el pasado mes de abril de 2023. Pero el día 28 de ese mes, un correo electrónico enviado supuestamente desde el entorno del cineasta comunicaba la «triste» noticia del fallecimiento de Pat Andrew tras una «corta enfermedad». No se decía ni dónde murió ni emplazaba a funeral alguno. La productora no contesta desde entonces. Todo un giro argumental digno de un guion tan fantasma como el propio productor. «No creo ni una palabra de su muerte», asegura el actor y empresario Bill Porter, dando voz a lo que piensan la mayor parte de las personas que se han cruzado con este presunto empresario. Y que le reclaman la devolución de su dinero y de sus sueños (rotos) de película.

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