Las fotos de Gerda Taro y Robert Capa en el Frente de Málaga: testigos al final de la Desbandá

'Taro y Capa en el Frente de Málaga', organizada por la UNIA y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica 14 de abril de la Costa de Granada, es la crónica de un drama «silenciado y olvidado» durante mucho tiempo pero también un acto de justicia con la fotógrafa alemana, siempre «oculta bajo la imagen de Capa». Aquí, como explica el comisario Fernando Alcalde, se reivindica su autoría diferenciando sus instantáneas de las de Capa y convirtiéndola en protagonista. Se rinde así homenaje a las víctimas de la Desbandá en el 85 aniversario de la tragedia y también a Taro a los 85 años de su muerte en la batalla de Brunete poco meses después.

El recorrido comienza con el cuaderno de guerra que titularon 'Front de Málaga', las miniaturas de las imágenes tomadas en Calahonda y alrededores que mostraban a las editoriales para vender su trabajo. Eran los principios del fotoperiodismo, cuando las últimas tecnologías habían aligerado las cámaras, que ya se podían transportar con facilidad, y las rotativas imprimían con gran calidad. La libreta contiene numerosas marcas y anotaciones, pero una foto destaca sobre las demás. Está enmarcada y señalada con una flecha junto a las letras 'Re'. Es la instantánea que eligió para su portada 'Regards', una de las dos revistas comunistas con las que colaboraba la pareja durante la contienda.

En ella aparece una miliciana sobre un caballo mirando al horizonte, una imagen épica en contrapicado atribuida a Taro por los expertos (firmaban juntos y se intercambiaban las cámaras, lo que dificulta la identificación). Es la misma fotografía que, como revela esta muestra, utilizaría Ernest Hemingway para poner rostro al personaje de María durante la producción de la película 'Por quién doblan las campanas', basada en su novela. En la ficción le daría vida Ingrid Bergman.

La exposición no se queda solo en las imágenes y pone el foco en el uso que se hizo de ellas como «un arma de guerra» con fines claramente propagandísticos. No hay que olvidar que Taro y Capa eran judíos, que ambos se habían refugiado en Francia huyendo de los nazis, por lo que tenían una evidente «actitud militante»: su objetivo era divulgar la barbarie fascista y la fuerza republicana. Y esto último es lo que refleja la captura de la miliciana: una poderosa mujer combatiendo en el Frente de Málaga. Esa mirada, como explica el comisario, está detrás de toda la serie del Frente tomada en la costa granadina: entre el 16 y 17 de febrero, Taro y Capa muestran a los milicianos tranquilos, sin ningún gesto de preocupación, y bien organizados. Pero cuando disparaban con la cámara, todos sabían que la realidad era otra: Málaga acababa de caer bajo el bando sublevado y los italianos del Corpo Truppe Volontarie.

'Taro y Capa en el Frente de Málaga' esconde muchas curiosidades. Reproduce el reportaje gráfico que 'Regards' publicó sobre los refugiados de Málaga en Almería (el primero que ella firma con su nombre), donde se reconoce a dos niños que pocos días antes habían sido fotografiados por el médico Norman Bethune y su ayudante Hazen Sise durante la huída por la carretera. Constata además que las fotos que tomaron durante esos días en Calahonda y Almería fueron descontextualizadas después por numerosos periódicos, que las usaron para ilustrar el frente de Córdoba, de Aragón y hasta el bombardeo de Guernica. Incluso aparecen en el relato del periodista y escritor Arthur Koestler sobre su detención en Málaga. El mismo Capa falseó alguna vez el origen de sus imágenes: en su libro sobre la guerra española, hace pasar una fotografía que hizo en Córdoba como retrato de la Desbandá, cuando él no llegó a tiempo para capturarla.

Hasta el 31 de marzo podrá visitarse esta exposición resultado de cuatro años de investigaciones. Geógrafo de formación y senderista de afición, Fernando Alcalde, de la Asociación 14 de abril, ha conseguido ubicar en el lugar exacto cada fotografía del Frente de Málaga de Taro y Capa, y lo enseña en un vídeo que se proyecta en la sala. Es más, estudiando las luces de las instantáneas ha llegado a la conclusión de que todas se hicieron en un único día, desde la mañana hasta la tarde. Un arduo trabajo con un único fin: que esto no se olvide.