La Térmica

La exposición «aburrida» que te hará feliz: Stefan Sagmeister, en la Térmica

El 'rockstar' del diseño gráfico desmonta la visión catastrofista de la humanidad con datos estadísticos transformados en intervenciones artísticas

Miércoles, 30 de octubre 2024, 14:05

«Para muchos esta exposición será aburrida», advierte un texto a la entrada de la sala. Al otro lado de la puerta no hay un relato trágico de la humanidad ni imágenes escabrosas, ese tipo de cosas negativas y dramáticas que inmediatamente atrapan la atención ... e incitan al 'click'. Lo que hay es una demostración, con datos, de que hoy estamos mejor que tiempo atrás. Y eso te hará feliz, aunque nunca se vaya a convertir en un tuit viral de X. Stefan Sagmeister, el 'rockstar' del diseño gráfico, expone en La Térmica por primera vez en España 'Better', una colección de obras que invitan al positivismo y a la esperanza en el progreso humano, siempre con una base científica. Hasta el 2 de marzo, en el centro cultural de la Diputación.

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El mismo lugar desde el que habla es la prueba. «Esto era un orfanato para aquellas familias que no podían alimentar a sus hijos y hoy es un centro cultural», recuerda en el centro de la sala. De los últimos 200 años hasta ahora, la humanidad vive más, menos niños pasan hambre, se curan más enfermedades e incluso en las peores situaciones, en las guerras que ahora asolan Oriente Medio y Ucrania, muere menos gente que un siglo atrás. No es cuestión de simple buenismo, es una realidad: desde que se inventó el martillo, dice, «mucha más gente lo ha utilizado para construir casas que para matar a su vecino».

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Sin embargo, lo malo cala más profundo y se difunde con rapidez. Primero, explica, por una cuestión física: la amígdala, una pequeña masa en forma de almendra en el centro del cerebro, ofrece un atajo a lo negativo por algo ancestral, por pura cuestión de supervivencia. Y segundo, porque nos sentimos atraídos por esas noticias: está comprobado que dan más 'click' en los medios. A él mismo le pasa. «Un buen amigo mío tiene un par de canales de noticias solo positivas y estoy suscrito, pero no lo leo porque es demasiado aburrido», confiesa entre risas, acompañado por el vicepresidente de Cultura de la Diputación, Manuel López Mestanza; el director de La Térmica, Antonio Javier López; el director general de Cultura de Diputación, Pedro Bosquet; y el comisario de la muestra, Juanjo M. Fuentes.

Mantiene que los titulares catastrofistas también son necesarios «para hacernos levantar del sofá y producir cosas», porque hay mucho por combatir, desde el cambio climático a la apatía de la juventud (según un estudio reciente, la mitad de los jóvenes de entre 15 y 25 años cree que el mundo se va a acabar antes de que culmine su ciclo vital). Y, además, el refuerzo negativo a veces funciona, como han demostrado las campañas antitabaco con crudas fotografías sobre las consecuencias de fumar que han logrado que muchos abandonen ese hábito. Pero si tanta gente usa ya el «látigo», «esta exposición es la zanahoria».

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Stefan Sagmeister ofrece en 'Better' un refuerzo positivo con cuadros comprados en mercadillos que interviene con estadísticas históricas. Las representa en forma de barras, cuadrados o círculos de colores, creando una nueva obra de arte. Y hay de todo: el número de mujeres que murieron durante el parto en 1751 y en 2020, el porcentaje de mujeres y hombres matriculados en universidades de EE UU en 1970 y 2020, el número de visitantes anuales a los principales museos del mundo, el porcentaje que representa el gasto social del PIB de diferentes países o el número de años de vida de grandes artistas, desde los 37 de Raphael a los 102 de Francoise Gilot. Y lo mismo hace sobre prendas de ropa, que rediseña con gráficos y barras. Información numérica convertida en arte visual para intentar desterrar la idea de que este mundo es un desastre, el último reto de quien es una referencia mundial del diseño, con clientes como Lou Reed, The Rolling Stones y Talking Heads, ganador de dos premios Grammy y autor de obras que figuran en el MoMA, el Museo de Arte de Filadelfia y el MAK de Viena.

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Mejorar el entorno, de hecho, es una de las misiones del diseño. En otro punto de la exposición, distribuida en dos salas de la Térmica, Stephan Sagmeister refleja cómo el buen diseño hace más felices a las personas. En Toronto, su estudio cubrió de colores y elementos geométricos los túneles que conectan cinco hospitales, un lugar por donde ninguna enfermera quería pasar antes, hasta el punto de que preferían cruzar por las calles con las camillas. Ahora eso ha cambiado. También en un edificio de oficinas de Munich accesible en bici, creó en el suelo una estela de insectos que marcaban el camino a la cima. Cada uno de ellos cargaba una piedra preciosa que al llegar a la terraza del inmueble creaban una frase: «Now is better». La sonrisa es inevitable.

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Su objetivo es que el visitante se vaya de La Térmica más contento de lo que ha llegado. Y lo averiguará con un método nada científico pero sí muy divertido: al empezar el recorrido cada visitante podrá pintar en una pelota de ping-pong una carita con su estado de ánimo; y lo mismo hará al terminar. Quien quiera también podrá elegir entre cinco carteles -«¡solo uno!»- diseñados con imágenes que simbolizan datos positivos, desde la esperanza de vida hasta el tiempo de trabajo necesario para pagar una hora de luz a lo largo de los años. Una manera de llevarnos la zanahoria a casa.

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