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Ciencia ficción que esconde gran crítica política. Una joya del noveno arte que llevó a su autor, Héctor Germán Oesterheld, a desaparecer junto a ... sus hijas en 1977. Poco después de publicar la segunda parte de El Eternauta, su obra maestra, fueron secuestrados por las fuerzas armadas, durante la última parte de la dictadura argentina, y no se volvió a saber de ellos.
Pero su memoria perdurará para siempre entre las páginas del cómic que comenzó en 1957 dentro de la revista semanal Hora Cero. La historia del Eternauta nos lleva al Buenos Aires de mediados del siglo pasado. Durante una fría noche, la radio habla de pruebas nucleares cuando de repente la electricidad se corta y una extraña nevada comienza a caer. Cualquier persona que sea tocada por uno de estos copos morirá de manera fulminante. A partir de aquí comienza la odisea de Juan Salvo, su protagonista, que junto a su familia y amigos tendrá que ingeniárselas para sobrevivir.
A medida que avanzan en su viaje para encontrar un lugar seguro, se enfrentarán a numerosos peligros, y deberán luchar contra los causantes de la situación, unos seres extraterrestres, y contra otros humanos que han sido corrompidos por el poder y la ambición.
¿Y dónde está la crítica política? En que los héroes son un grupo de personas que tendrán que luchar contra «los invasores», con notables referencias a los golpes de Estado y caudillos que tuvo el país. Todo ello, aderezado por los textos que se publicaban en la revista donde se trataba de ofrecer una segunda lectura de las viñetas. Además, hacia el final, El Eternauta, que así se llama el viajero temporal que narra el relato, se convierte en una figura vinculada a la resistencia.
Una historieta que marcó una época. Que juega con la metaficción al comenzar con el protagonista visitando a Oesterheld para que este narre lo ocurrido en forma de viñetas. Pero sobre todo, tras la desaparición de su guionista, el relato cobró una potencia sin precedentes. Sus captores consiguieron justo el efecto contrario: avivar y alzar la voz de su autor.
Acompañando a la narración, se encuentra Francisco Solano López, el dibujante que dio vida a las ideas. Aunque años después, Alberto Breccia hizo una revisión de aquellas ilustraciones. Pero como suele ocurrir, la esencia de la original es inigualable.
Nominada a tres Premios Eisner, logrando uno, en su edición americana, El Eternauta llega ahora a nuestro país en una nueva edición que recoge el relato completo. Publicada en formato apaisado para mantener la estructura original y con una nueva revisión de los textos y viñetas, estamos ante un cómic de esos que deben leerse al menos una vez en la vida. No solo por su excelsa calidad, sino por respeto a su autor, que dio su vida para que saliera a la luz.
Más recomendaciones
Arnold Schwarzenegger nunca se ha parecido en rostro al Conan de John Buscema. Esa mirada penetrante que era capaz de transmitir sin necesidad de textos. Pero tras la primera película, Marvel decidió hacer una adaptación de esta a viñetas. Y creó un producto sobresaliente que se ha mantenido durante muchos años descatalogado en España, hasta hoy. Panini la edita, ahora que tiene los derechos, dentro de su colección más lujosa: Grandes Tesoros Marvel. Un tomo impecable para un cómic que marcó a toda una generación.
El historietista gallego regresa a nuestro país junto a Astiberri con un cómic de gran formato en el que sitúa a los humanos ante un posible apocalipsis. Un proyecto que ha ido gestando poco a poco, donde plasma las inquietudes que ha ido viviendo durante los últimos años. Con su característico estilo, la obra se centra en un arquitecto que debe luchar contra reloj para levantar una colonia lunar, aunque ese hecho le hará replantearse las prioridades de la vida, con las consecuencias que ello pueda desencadenar.
Siguiendo la estela de las ediciones americanas, Panini Cómics está publicando en nuestro país las versiones más lujosas de ciertos personajes de Robert E. Howard. A Conan y Solomon Kane les acompaña ahora Kull, que llega en su tercer volumen. Los dos anteriores se centraron en su etapa salvaje, mientras que este lleva el sobrenombre de «El destructor», reuniendo en sus páginas una de las mejores sagas del héroe. Con un abanico de artistas consagrados, el volumen supera nada menos que las 800 páginas, todas ellas con una revisión del color.
Spiderman sigue estando de moda. Da igual el tiempo que pase, aunque sean 60 años. El trepamuros, que ha vivido numerosas versiones tanto en viñetas como en la gran pantalla, cuenta ahora con un libro que revisa toda su historia. Desde sus aliados hasta sus enemigos, pasando por sus mejores relatos o su influencia en la cultura popular. Década a década se van analizando los hitos del personaje hasta crear un mapa global. Un libro que sirve para tener una visión general de toda la historia del héroe.
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