El espejo de Milá

Muchos programas usan las entrevistas breves, claro, como reclamos para sus magacines. Pero ya no hay programas netos de diálogos largos, como esos formatos míticos de Julia Otero, Pedro Ruiz, Àngel Casas, Jesús Quintero o hasta Joaquín Petit en el caso de Canal Sur. A veces en 'Lo de Évole' se permiten ese lujo, aunque sin la magia del directo que tenían programas como 'Buenas noches' o 'De jueves a jueves' de TVE, ambos presentados por la Milá. Eran entrevistas culturales, artísticas, políticas o hasta científicas convertidas en acontecimientos, citas punzantes donde ella se desmelenaba, tocada codos y arañaba con elegancia.

Cruzado el rubicón de sus lustros en 'Gran Hermano', la Milá ha hallado su hueco en la comodidad de una plataforma, con mayor margen de originalidad y sin miedo a los audímetros. Tras varias tandas de viajes interesantes con su perro, ahora por eso de la pandemia han dejado descansar a Scott y han estrenado 'Milá vs. Milá'. Un programa donde sientan a algunos entrevistados septuagenarios a ver fragmentos de aquellas entrevistas que ella les hizo en los ochenta. Una especie de retrato electrónico frente al espejo doble y justiciero. Por ahora han pasado los locuaces José María García y Massiel, pero esperan Manuela Carmena y hasta Serrat. Lo mejor que ofrece: el choque de espanto y delicia que cualquier ejercicio nostálgico perpetra. Lo peor, que al no haberse hecho en TVE el fondo audiovisual no se explota tanto como nos gustaría.