El Espejo Negro da vida a Cris, la primera niña transexual de gomaespuma

El Espejo Negro quiere «visibilizar a los miles de niños transexuales de este país, siempre estigmatizados». Reivindica que el género «está en la cabeza, no en los genitales» y defiende la libertad de cada uno a «ser lo que quiere ser». Confía en que Cris ayude a normalizar esta realidad en la sociedad. A él Cris ya le ha 'salvado'. Empezó a crear su historia mientras se recuperaba del cáncer que le detectaron en 2019 (y que a día de hoy mantiene a raya). Y le dio cuerpo durante el confinamiento. Fue su «bálsamo».

Cuando se decretó el estado de alarma, se llevó a casa todo el material que tenía en la nave de la compañía. «El salón y el lavadero se convirtieron en mi taller. Salía a las 8.00 para aplaudir y volvía al curro hasta las 8.30 horas. Necesitaba hacer este trabajo, de lo contrario me hubiera vuelto loco», reconoce Calvente, que tampoco se libró de enfermar de coronavirus el pasado octubre. El resultado son nueve títeres diferentes «solo para que Cris tenga vida sobre el escenario». A eso se suman su gato, una mariposa, sus padres, su hermana, la niña repipona del cole...

Cris, la primera marioneta transexual que protagoniza una obra, tiene nueve años cuando consigue que la nombren como niña y que la vistan como tal. Y es entonces cuando relata su historia de superación, amor y valentía al público. Lo hace con un lenguaje «fresco y actual». «No contamos historietas extrañas, somos bastante directos, desde la perspectiva de que sabemos que lo tiene que entender un niño o niña de 6 años», explica el director de la compañía malagueña. Él y Carmen Ledesma, su mujer y cofundadora, son ya expertos en hablarle a los niños con naturalidad de temas tabú como la fecundación en 'El fantástico viaje de Jonás el espermatozoide' o de la enfermedad en 'Óscar, el niño dormido'. Precisamente, el Cánovas repone esta última obra hoy sábado (16.45 horas) y mañana domingo (12.00 horas).

En Cris, «hay momentos súper divertidos, de muchas risas, y otros que no lo son tanto, porque Cris tiene problemas en el colegio para que la entiendan. En casa sí la entienden pero no es suficiente, ella necesita que todo el mundo sepa que es una niña y que la dejen expresarse como tal«, argumenta.

Para adentrarse en la cabeza de una niña trans, Calvente ha leído a los expertos y se ha entrevistado con los protagonistas. El director ha mantenido horas de conversaciones con transexuales adultos y, sobre todo, con niñas transexuales y sus padres a través de la asociación TT Córdoba. Y ha encontrado patrones comunes, sentimientos y experiencias que se repetían con las que ha construido 'Cris, la niña valiente'. «Es una historia de ficción que se mira en historias reales», dice. No le falta el toque 'Espejo Negro', con números musicales a lo Lady Gaga y guiños a la 'Sirenita', entre otras referencias pop.

Irreverente por naturaleza, el descaro de El Espejo Negro está aquí en elegir un tema tan delicado para su reencuentro con el público infantil cinco años después. Pero es muy cuidadoso en las expresiones que utiliza, porque «lo que no quisiera nunca es ofender al colectivo», apostilla. No entra en política ni en religión, es consciente de que su auditorio estará lleno de niños. «Si fuera para adultos, sería otra cosa».

Hasta tres marionetistas necesita Cris para explotar todas sus posibilidades de movimiento. Tras casi 32 años dedicado al mundo del títere, la técnica se ha perfeccionado hasta conseguir un alto nivel de realismo en los personajes. Como en espectáculos anteriores, tampoco aquí se ocultan los actores (Cristina Jiménez, Carlos Cuadros, Yolanda Valle). «De lo contrario, la marioneta perdería fuerza, solo se vería del pecho para arriba. Pero así andan, corren, saltan y se expresan de forma más completa», explica Calvente, que en este caso cuenta con su hijo Laín Calvente en la parte técnica (junto con Adrián Alcaide).

'Cris, la niña valiente' nace «muy arropada». Manuel Carrasco y Rozalén han cedido los derechos de sus canciones ('Que nadie' y 'La puerta violeta'), cuenta con la coproducción del Soho CaixaBank («Sin su ayuda no se podría», admite) y la colaboración de la Universidad de Málaga, Cultura de Alhaurín de la Torre-Finca El Portón y el Festival de Artes Escénicas de Aguilar de Campoo (AESCENA 2021). Y antes de estrenarse ya tiene cerrada una gira por nueve escenarios. La osadía de hablar de lo que otros callan tiene su recompensa.