Teresa Abajo
Bilbao
Miércoles, 14 de junio 2023, 02:00
La entrega del XXXVI Premio de Periodismo de 'El Correo' a Juan Cano, redactor de Diario SUR, se convirtió ayer en una lección de cómo ejercer el oficio en un ámbito especialmente sensible: los sucesos. El periodista, que cubre esta información desde hace 21 años y es también profesor en la Universidad de Málaga, explicó la intrahistoria del reportaje galardonado, 'El deseo de Ablaye se cumple', una historia que ha agitado conciencias. En su conversación con César Coca, adjunto a la dirección de 'El Correo', abordó también otros casos de gran repercusión como el de Dolores Vázquez y la muerte del pequeño Julen, cuyo cuerpo rescataron tras trece días de búsqueda en el malagueño pozo de Totalán. «El periodismo de sucesos siempre se mueve en territorio comanche, en escenarios muy complejos, y requiere sensibilidad», asegura.
Publicidad
Él trabaja desde la cercanía de la prensa local y regional, que en su opinión «marca la diferencia y el valor cualitativo en los sucesos» por su conocimiento del terreno y su conciencia de la «responsabilidad social». Un amigo le contó en julio del año pasado que había «cierta movilización» en el Hospital Costa del Sol por el caso de Ablaye, un inmigrante senegalés de 59 años que padecía una hipertensión arterial pulmonar «y si nadie lo remedia va a morir solo». Cuando le visitó en su casa de Fuengirola, la enfermedad estaba ya muy avanzada, «levantar una garrafa o subir las escaleras para él era un mundo». De aquella primera entrevista él y el fotógrafo Ñito Salas salieron con «un pellizco». Su último deseo era reunirse con su hijo antes de morir, pero se enfrentaba a un laberinto burocrático. «El visado especial que necesitaba para viajar tarda unos dos años de media, y a él solo le quedaban meses».
Periodista y docente Nacido en Garrucha (Almería, 1978), Juan Cano trabaja desde 2002 en Diario SUR, donde se ha especializado en la crónica de sucesos y tribunales. Es miembro del equipo de investigación de Colpisa y colaborador habitual en programas de radio y TV. Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Málaga y profesor en el mismo centro, tiene varios premios por sus artículos.
El jurado José Miguel Santamaría (director de 'El Correo'), presidente del jurado; vocales, Enrique de Ybarra (presidente de la Fundación Vocento), José María Bergareche y Alejandro Echevarría (consejeros de 'El Correo'), Íñigo Barrenechea (director general de 'El Correo'), Carlos Aganzo (director de la Fundación Vocento) y César Coca (adjunto a la dirección de 'El Correo').
Ganadores anteriores Isabel Coixet, Javier Gomá, Adela Cortina, Harkaitz Cano, Lorenzo Silva, Miguel Zugaza, Antonio Elorza, Juan Carlos Pérez de la Fuente, Francesc de Carreras, Fernando Velázquez, Gonzalo Suárez, Kirmen Uribe, Manuel Montero, Luis González Seara, Manuel Jesús González, José Luis Villacañas, Álvaro Pombo, José Carlos Mainer, Santiago González, Ferrán Gallego, Eugenio Trías, Iñaki Ezkerra, Luis Alberto de Cuenca, Roberto Velasco, Gurutz Jáuregui, Vicente Palacio Attard, Francisco Nieva, Feliciano Correa, Rosa Montero, Juan Pablo Fusi, Julio Llamazares, Aurelio Arteta, Cristóbal Halffter, Jon Juaristi y Pablo Lucas Verdú.
Hicieron varias gestiones y contaron su historia en el periódico, pero no tuvo la repercusión deseada. Meses después, el cardiólogo que atendía a Ablaye, Rafael Bravo, «el verdadero ángel de esta historia», le llamó y le dijo: «Esto se acaba». Esta vez su historia y su fotografía «en los huesos» tuvieron eco y se formó «un pelotón improvisado» de solidaridad. Publicaron varios reportajes, se sumaron otros medios, una asociación escribió incluso a la Reina Letizia.
Pese a las trabas que le ponían en Senegal, Cheikh logró visitar a su padre en noviembre y no se separó de su lado hasta su muerte el 4 de diciembre. Su encuentro en el hospital, al que también acudió desde Tenerife su sobrino Mamadou Lamine, es lo que describe Cano con todo detalle y la dosis justa de emoción en el reportaje premiado. Ablaye, «un hombre querido y respetado», se fue sin saber que deja una gran herencia, «puede haber salvado la vida de su hijo». Cheikh permanece en España porque tiene el gen de la enfermedad, pero si la desarrolla podrán tratarla a tiempo como una dolencia crónica. Su hija «acaba de llegar» y solo falta el hermano pequeño.
«Estamos para esto. En estas historias nuestro trabajo cobra más sentido», destacó Cano, que apeló a la «responsabilidad» del periodista. Habló de fuentes «interesadas e interesantes» y recordó que para su periódico no fue fácil mantener una postura crítica con la investigación del caso Wanninkhof «en un clima popular de linchamiento de Dolores Vázquez». Cuando apareció el cadáver de Sonia Carabantes, «las primeras sospechas se dirigieron a seis jóvenes del pueblo» a los que ellos evitaron señalar, pero otros medios lo hicieron «y les marcó la vida».
Publicidad
Uno de los casos más difíciles que ha cubierto es el del pequeño Julen. Los periodistas que estaban junto al pozo de Totalán fueron los primeros en confirmar su muerte, pero esperaron a dar la noticia «para que su familia no se enterara por los periódicos». Hicieron un pacto «y se cumplió. No solo estás tú y a veces hay que dar un paso atrás», asume. «Tampoco voy a los cementerios, no creo que allí pintemos demasiado. Hay otros lugares donde pelear la primicia y la exclusiva».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.