Dos rubias exageradas

Ha cerrado allí esa gira donde, sorteando al tiempo y a muchas goteras de salud, Madonna ha reclamado –por si hay alguna duda en el aire– el cetro de la música comercial. Su apoteosis brasileña fue retransmitida con planos aéreos que daban cuenta de la magnitud de la fiesta y de su atómico poder de convocatoria. Hubo decenas de pantallas para que miles y miles de personas, incluidos carteristas, pudieran corear sus míticos coplones. Y ella, como una virgen, salió de la disco playera totalmente 'coroná'. La panorámica del tiempo está de su parte, ay; nuestro imaginario colectivo, también. Su lucha contra el edadismo, no sé si loable, ahora la añade a otras muy valiosas demostradas a lo largo de su carrera.

Y de diva a diva: lo de Mery Bas, claro, es de otro color, tirando a rubio cenizo por lo que dicen las casas de apuestas. Ella, con cincuenta y tantos, es la voz cantante de Nebulossa, quienes ya han ensayado la puesta en escena de 'Zorra' en Malmö, donde este sábado se celebrará Eurovisión para unos 160 millones de criaturitas estimadas. El jueves darán un primer pase, pero el eurodrama español, tan oxigenado, brama porque Mery no luce demasiado en la realización vista hasta ahora. Quieren más primeros planos, más carisma de nuestra representante. Yo confiaba que el lema de 'hemos votado para disfrutar, el resultado nos da igual' había quedado claro tras su elección en el BenidormFest. Pero se ve que no. Veremos, por supuesto.