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El ciclo Danza Málaga encara su recta final ofreciendo uno de los espectáculos más sobresalientes de esta temporada. La compañía del bailarín y coreógrafo malagueño ... David Segura puso en escena anoche en el Teatro Echegaray 'Manipulación', una obra que ofrece ritmo y consuelo, paso moderno y clásico, y al que le da forma una mezcla de estilos y de recursos visuales y literarios que convirtieron esta cita en una terapia colectiva rendida a la belleza, en la que se habló del impulso irrevocable de la danza, de las relaciones humanas, del deseo más carnal, del hedonismo más puro, de la belleza de un cuerpo y también de la manipulación.
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A David Segura, que actuó en esta noche de otoño frente a un teatro lleno, le acompañaba un cuerpo de baile femenino formado por Sandra Abril, Lidia Jiménez y Pepa Martín. Con esta última, el coreógrafo forma una unión indisoluble de arte y de vida; juntos componen un tándem poderoso de danza y psicología, y los dos dan forma a su proyecto didáctico en la escuela Happy Style Dance, que es a la vez taller y productora. De todas las obras que han llevado a cabo hasta el momento, 'Manipulación' es su trabajo más complejo, una danza que se entiende, que sigue siendo para todos los públicos, pero se muestra más maduro y más crecido que los anteriores espectáculos que hicieron alzarse a David Segura con el título de Mejor Intérprete andaluz de Danza Contemporánea en 2016.
Si algo distingue a David Segura es su virtud para mezclar el baile urbano con la danza contemporánea; los pasos de 'break dance', portentosamente ejecutados, se unen a los pasos clásicos que también están dados con destreza para dar forma a una caligrafía nítida y poderosa, que no reniega de la belleza del cuerpo, sino que lo potencia. En esta obra, hay proyecciones de vídeo y música que viene de estilos también muy variados, desde Triana hasta The Knife, pasando por Acid Arab o Chris Botti, acompañando a la canción 'Bésame mucho', que suena en varios momentos del espectáculo como principio y conclusión: pedir que nos quieran mejor es como una invitación al baile. Suenan en off textos de Facundo Cabral que recita el propio Segura y que funcionan como detonante y acompañamiento de muchas reflexiones sobre la vida y sobre el deseo, sobre la toxicidad que a veces se impone a nuestra existencia, sobre un cuerpo desnudo que se ofrece ante ti como un regalo. Estos 55 minutos de baile, de música y de poesía han servido de terapia para que nos queramos más, que al final, creo yo, es de lo que se trata.
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